Nuestro primer dia de navegación lo iniciamos a las 00:00 del sábado. Es la primera campaña oceanográfica que hacemos en el marco del Proyecto VULCANO. El Práctico del Puerto de Tenerife nos conduce hasta mar abierto desde el punto de atraque (junto al edificio del Cabildo Insular) y, a continuación, seguimos rumbo a la isla de El Hierro. Antes de nuestra salida a la mar, el Jefe de Campaña, Eugenio Fraile, nos reune en un magnífico restaurante situado en la Calle Noria llamado "Los Reunidos". Una polivalente Licenciada en Ciencias Biológicas nos atiende con un afecto inusitado. Conoce bien al personal pues no en vano ha realizado una estancia en prácticas en el Centro Oceanografico de Tenerife bajo la tutela de nuestro Jefe de Campaña. ¡Ah caramba! ....
Los miembros de la expedición VULCANO 0313 sonrien a la cámara manejada por la protobióloga. Esto produce el conocido "efecto Vulcano" que se manifiesta mediante un llamativo enrojecimiento de los ojos. |
La cena se presenta como una reunión de trabajo en la que el Dr. Fraile nos va a ilustrar sobre algunas cuestiones importantes que hay que considerar a bordo. El "epicentro" de la cuestión reside en la imposibilidad de beber cerveza o cualquier otro tipo de alcohol a bordo. "¡Démonos pues a la bebida mientras podamos! .... ¡por Baco!", exclama con encendida pasión uno de los avezados científicos perteneciente a la expedidión a El Hierro, en el preciso momento en el que la protobióloga Davina nos muestra una botella de vino de la tierra de las acreditadas bodegas locales Domínguez, ...¡de los Dominguez de toda la vida! No niego que el personal quedó atónito ante la presencia del generoso caldo en brazos de la espectacular doncella. "¿Os parece bien?", cuestiona la moza lozana. Todos enmudecimos contemplando la escena sin quitarle ojo a la escultural dama, y nadie se atrevió a decir que no. "Sí, sí, sí, claro que sí", exclamaron todos al unísono ensalzando la forma grácil con la que la chiquilla portaba la bordolesa. Y así celebramos el inicio de la campaña. En buena compañía, suculentos manjares y excelentes caldos de la tierra.
Hoy no podemos decir que las cosas vayan demasiado bien. Tenemos una fuerte marejada (olas de 4 a 5 metros) y intenso viento (30 nudos), por momentos ensordecedor, lo que imposibilita trabajar con sondas acústicas en la zona del volcán submarino de La Restinga. Nos quedamos al socaire de la isla en la zona conocida como el mar de las Calmas. Un rato haciendo tiempo mientras tomamos decisiones nos hace comprender lo adecuado del topónimo. Por fin podemos tenernos en pie y aprovechar el lance para comer algo (¡los cuerpos lo agradecen! ...¡parecen revivir!). La larga navegación nocturna proa al viento nos pasa factura y tenemos todos los cuerpor un tanto desecho, aunque no faltos de ilusión. Afortunadamente el B/O Ramón Margalef, perteneciente a la flota oceanográfica del Instituto Español de Oceanografía, es un buque muy marinero y mantiene una estabilidad a prueba del más fuerte temporal.
En unos momentos iniciamos las operaciones de sondaje con la prueba de todos los equipos y la obtención del perfil de velocidad de sonido en el agua marina. Confiamos que con la caida de la tarde amaine el viento y que se reduzca un poco la mar de fondo. De todas formas no tendremos una mejora sustancial hasta el lunes, asi que trataremos de aprovechar todas las oportunidades que nos ofrezca el amparo de la isla. Continuamos con la responsable inquietud cientifica derivada de la sucesión de sismos de mayor magnitud que se están produciendo al norte de la isla y que tienen una firma diferente de los que se vienen sucediendo desde que finalizó el episodio piroclástico.
Los expedicionarios hacen tiempo en la cubierta de popa, tomando el fresco, en espera de que se puedan iniciar los barridos acústicos. |
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