3 de abril de 2013

En estado de revista

La Campaña VULCANO 0313 continúa arrojando resultados científicos muy impactantes. Los investigadores del equipo interdisciplinar, expertos en columna de agua, que se mantienen a bordo, permanecen trabajando en agotadoras jornadas diarias que parecen no tener fin. Los trabajos en cubierta con roseta (botellas de agua y sensores digitales) y redes de plancton, realizando los muestreos sistemáticos en la multitud de estaciones que tienen que visitar a lo largo de los días que disponen de buque, finalizan a determinada hora de la tarde/noche, pero dejan una secuela de tarritos, tubos, filtros, etc., que deben de ser atendidos hasta concluir con toda la tarea. Todo ha de quedar “en estado de revista” para la jornada siguiente. Esta es una servidumbre muy laboriosa que tienen los trabajos en la columna de agua. Urge realizar analíticas a bordo para que no se deterioren las muestras y para poder dar resultados con garantía de calidad el finalizar la campaña, dejando para más adelante aquellas actividades que permitan reafirmar los resultados obtenidos a bordo.
La vitalista Carmen Presas, Ayudante de Investigación, demuestra la solidez del umbilical de seguridad que le fija al B/O Ramón Margalef  emulando a Tony Manero en "Fiebre del Sábado Noche". Los riesgos de trabajar en cubierta con la borda abierta para que salga la roseta, son grandes, de ahí que las medidas de seguridad sean aún mayores.
Las primeras conclusiones que ha apuntado el grupo de investigación de la columna de agua es que la zona próxima al volcán submarino de La Restinga continúa registrando parámetros físico-químicos anómalos. Los análisis constatan la existencia de un aumento significativo de hasta 3ºC en la temperatura del agua ligada a la superficie del fondo, con valores de pH de 7.4, lo que supone una acidificación de 0.5 puntos con respecto a las condiciones normales registradas antes del episodio volcánico de 2011. La salinidad, la alcalinidad y el carbono inorgánico total presentan también valores altos con respecto a lo normal. Sin embargo, en ningún caso se detectaron concentraciones significativas de compuestos reducidos de azufre, lo que parece indicar una menor influencia de las emanaciones derivadas de la proximidad del magma a la superficie. Las comunidades de zooplancton presentan valores de abundancia y biomasa relativamente normales.

 
La roseta sale del agua trayendo en su interior un cargamento de agua muy preciado. Las botellas (cilundros de PVC dispuestos verticalmente en el interior de la estructura metálica) capturan muestras de agua a diferentes profundidades mediante un mecanismo que las cierra automáticamente y que se controla desde el barco.
Las modificaciones en las características físico-químicas de la columna de agua son consecuencia de los episodios volcánicos que inyectaron en el agua del mar una gran cantidad de componentes geoquímicos. Dichos componentes procedían de la pluma de magma que se encuentra bajo la isla y que se extruyó a través de la fisura que ahora identificamos como el volcán submarino de La Restinga. Los episodios piroclásticos y los de lava más fluida -y menos espectacular, por invisible que fue-,  enturbiaron y enrarecieron la composición de las aguas marinas haciendo que muchas especies sucumbieran por falta de oxigenación, de luz (extrema turbidez de las aguas), o por efecto de la toxicidad de algunos componentes eyectados por el volcán. A pesar de que la percepción de la catástrofe se percibió  por la población a través del impacto sobre  los recursos pesqueros, así como el que podría sufrir el espacio protegido de La Restinga, los científicos apuntan que la peor parte del problema se la llevaron las microalgas, base de toda la cadena trófica marina, mientras que los principales beneficiados fueron las bacterias.
(Izquierda) El Capitán del B/O Ramón Margalef, Alberto Boubeta Chapela,  maniobra en el puente durante una operación de arrastre con draga bentónica.Al fondo, el Jefe de Campaña, Eugenio Fraile, siempre atento a cualquier operación que se realice a bordo y que permita sustraer al fondo marino nueva información sobre su estado de evolución. (Derecha) Vista de La Restinga desde el puente del barco.
Por el momento lo que inquieta particularmente a los científicos  del Proyecto VULCANO son las posibles emanaciones hidrotermales submarinas -que pueden ser episódicas-, que pueden presentarse en cualquier punto de la corteza en torno a la isla de El Hierro que muestre alguna debilidad estructural. A tenor de las investigaciones que hemos realizado en esta campaña, podría decirse que algunas emanaciones apuntadas en campañas ajenas a este proyecto, podrían ser ciertamente discutibles, a la vista de las investigaciones que hemos realizado a bordo del B/O Ramón Margalef tras barrer toda la zona de riesgo volcánico y sísmico, contrastando las firmas acústicas de las emisiones detectadas y los componentes físico-químicos de la columna de agua (desde el mismo fondo hasta la superficie).
(Izquierda) El personal de cubierta del B/O Ramón Margalef liderados por el Contramaestre Currás, maniobra con la draga de arrastre bentónica recien salida del agua, para vaciar su contenido sobre las bandejas en las que se procederá a realizar la selección y muestreo del material. (Derecha) Bandejas conteniendo el resultado del arrastre de una draga identificada con la tarjeta que sostiene la responsable del muetreo Dra. Nieves López González.
La observación de las muestras de las coladas que se han extraído del fondo marino en el entorno del volcán, ponen de manifiesto la importante alteración que sufren los componentes minerales que constituyen el depósito. Queda por delante una importante labor de análisis de las muestras que arroje luz sobre la influencia que estas coladas puedan tener como fuente de nutrientes inorgánicos o incluso como foco de agentes que ralenticen la tendencia del medio marino a alcanzar el equilibrio ecológico que tenía la zona antes del episodio volcánico.

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