¿Como monitorizar las plumas de material expulsadas por los ríos?

Las recientes investigaciones que el IEO está desarrollando en colaboración con la UMA sobre las plumas de material expulsadas por el río Guadalhorce (Bahía de Málaga) en el marco del Proyecto de Excelencia Científica TESELA, están ofreciendo algunos resultados sorprendentes, que están siendo analizados con meticulosidad, con el fin de poder presentarse en los foros científicos relacionados con el tema y publicarse en las revistas científicas más especializadas. La novedad que ofrece este proyecto es que, gracias a la cooperación entre geólogos marinos y matemáticos, se pueden realizar modelos evolutivos prospectivos que permitirán prever el comportamiento de los materiales expulsados por el río Guadalhorce y trasponer estos resultados a otros sistemas fluviomarinos. La disponibilidad de herramientas para la gestión del medio marino, como son los modelos numéricos, facilitan en extremo la toma de decisiones, particularmente en los momentos en los que los episodios catastróficos requieren de decisiones urgentes.

Plumas de sedimento originadas en el episodio tormentoso acaecido en 4 de febrero de 2009 y que permitió que los grandes ríos arrastraran gran cantidad de carga sólida con destino a las cuencas marinas. El fenómeno fue particularmente intenso en el Goplfo de Cádiz donde las plumas de material alcanzaron grandes distancias llegándose a depositar el el talud superior del margen continental.

La línea de investigación sobre la que se trabaja, está basada en el análisis de imagen obtenida por satélite con ocasión de los diversos episodios de fuertes expulsiones de material sólido (eventos torrenciales o de fuerte temporal), así como con la toma de datos ambientales in situ en los momentos en los que se hayan producido las fuertes avenidas que hubieran generado las plumas de material que recorren grandes distancias una vez que alcanzan el medio marino. Esta actividad de seguimiento de los episodios tormentosos que generan grandes plumas de material en suspensión, con la consiguiente turbidez bien visible desde el espacio, son fenómenos que se están estudiando en todo el mundo, puesto que determinan, en gran medida, la formación de depósitos sedimentarios submarinos y participan del equilibrio sedimentario que acompaña a la deriva litoral que sostiene, por ejemplo, las playas. 

Particularmente interesante es el caso del río Mississippi situado en el Golfo de Méjico, lugar en el que las plumas de material en suspensión generan una turbidez de muy elevada densidad, participando en la edificación del extenso delta que es uno de los rasgos morfológicos más característicos de la zona. 

La reciente convocatoria de la Comunidad Europea, denominada BLUE GROWTH ofrece oportunidades que han sido discutidas en el Centro Oceanográfico de Málaga (IEO), por científicos del Grupo GEMAR, en colaboración con investigadores y profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicaciones, Dpto. de Ingeniería de Comunicaciones (UMA), con el fin de analizar la posibilidad de proponer una línea de investigación que permita facilitar la monitorización de las plumas de material. 

Planificación de las radiales para la toma de datos oceanográficos en la primera campaña TESELA realizada en el mes de diciembre de 2013. La seleción de las lineas de radiales de observación se realizó considerando las trayectorias de las plumas observadas en las imágenes tomadas por los satélites de observación meteorológicos.

La reunión ha servido para fijar algunos objetivos tecnológicos que podrían resolver la adquisición de datos en la mar en tiempo presente (real time), de manera que se puedan abaratar costes de adquisición y dinamizar el procesado de datos, con el fin de ayudar a la toma de decisiones en la gestión del medio marino. La proyección de futuro que ofrece este encuentro parece muy prometedora, concluyendo en la factibilidad de que lo discutido se plasme en una propuesta que se eleve a la Comunidad Europea, de forma que permita desarrollar tecnologías acústicas y de captura de imágenes submarinas de manera automatizada durante los episodios tormentosos, en los que la adquisición de datos oceanográficos en la mar se convierte en una actividad extremadamente compleja y por momentos peligrosa.