Campaña Oceanográfica INDEMARES CHICA 0211

Lunes 7 de marzo de 2011 
Ha llegado el momento de decir adios a esta campaña. Último día a bordo y momento de despedidas. Tenemos todavía bastante trabajo que hacer, pues hay que cargar en un camión  todo el material que hemos recogido durante tantos días en la mar. Una experiencia más y una actividad que ha merecido la pena vivir.
Adios Cornide adios. Después de un mes a bordo, uno llega a acostumbrarse a este fuerte ritmo que tiene la vida a bordo
     Todos madrugan, todavía quedan muchas cosas por hacer. Aunque ya no navegamos, hay que organizar. Todas las muestras, ordenadas en cajas y preparadas para su análisis en laboratorio están en cubierta, poco a poco las van poniendo en el camión que ha venido para transportar el material a Málaga. También hay que cargar el material de prospección que se deposita en la nave almacén del Centro Oceanográfico de Málaga. El B/O Cornide de Saavedra volverá a Vigo después de realizar la próxima campaña, de 10 días de duración, ARSA 04/11.
    Los primeros en marchar son los de la UMA, Ángel, Javi, Kike y Serge, junto con Alejandra. Después de un par de horas, se van Carlos y Melo, los únicos que quedan del Centro Oceanográfico de Cádiz. Después los del Centro Oceanográfico de Málaga, con Luismi al volante, Desi, Nieves, Curro, Jose. Sergio Barro, que ha pernoctado fuera del buque, llega por la mañana junto con Ricardo Sánchez Leal. Vienen a ver la roseta y el CTD, a averiguar porqué falló el último día y recogerlo todo.
La bandera con el logo del Proyecto LIFE, todavía ondea en el palo mayor. INDEMARES/CHICA, como Proyecto LIFE+ que es, pasea esta bandera europea por los lugares donde trabaja.
    Hoy el equipo de fonda ya no cocina para todo el barco, sino para la tripulación, hacen tortilla de patata y comida típica de carnaval. Están muy relajados y con ganas de aprovechar este par de días entre campaña y campaña para airearse y disfrutar de los carnavales. Hoy es lunes de coros en Cádiz, está a rebosar de gente, en las calles se apelotonan para escuchar a los diferentes grupos que van cantando chirigotas, coros. Hay puestos de souvenirs, antifaces, pitos, gafas de sol. Venden camarones en cucuruchos y pelan erizos para vender su interior. No llueve, como muchos temían, sino que hace sol e incluso hace calor, la gente ríe y canta. Casi nadie baila, solo andan sonrientes por la calle y se parten con las letras de las canciones que cantan los chirigoteros.
El Capitán Manuel Riobó, un experimentado porfesional de la mar y un perfecto caballero, nos ha dado una lección más de las capacidades que tiene este buque oceanográfico, a pesar de su antiguedad. "Los barcos los hacen sus tripulantes", comenta alguno en la cubierta. Y es verdad. El buque será antiguo, nadie lo duda, pero es un buque emblemático que ha dado muchas satisfacciones a los científicos que han embarcado en él y esta campaña ha sido una más.
    Quedan en tierra Elena, Miguel, Raúl, Pilar y Blanca, que vuelven en tren. Todos hemos aprendido mucho y nos vamos con una bonita experiencia, y sobre todo con muchos recuerdos. En un barco con poca gente, constantemente embarcados, las vivencias son muy intensas. Hay que destacar el buen ambiente que ha reinado a bordo, tanto entre los diferentes grupos dentro del equipo científico, como entre la tripulación y también entre científicos y tripulantes. Las despedidas son como todas, tristes aunque optimistas, porque todos nos deseamos unos a otros que nos volvamos a encontrar en otra campaña. Muchos celebramos la posibilidad que nos ha ofrecido esta Campaña para poder aprender y experimentar a bordo, comprobar como se trabaja en la mar y como es la convivencia en la mar. Es una lección que nunca olvidaremos y que pasa a formar parte de nuestro curriculo científico.
Abandonamos el puerto de Cádiz y dejamos a nuestras espaldas el B/O Cornide de Saavedra. Pero dejamos atrás amigos que continuarán a bordo trabajando para otras misiones científicas. Todos los científicos que embarcamos sentimos siempre lo mismo: morriña del buque. Tal es la convivencia que uno llega a sentir como los gallegos que lo tripulan. Profesionales de verdad y personas cercanas. Amigos y compañeros.
    El B/O Cornide de Saavedra, con la misma tripulación, recibirá a un nuevo equipo de científicos mañana día 8 de marzo, y zarparán a estudiar las especies demersales del Golfo de Cádiz, como cada año, en la campaña ARSA. Irán bastantes miembros del equipo científico de INDEMARES/CHICA, que estuvieron con nosotros en la primera parte de la campaña, como Juan Gil, Teresa García, Caleli Burgos, Carlos Farias, las niñas (Laura, Marta y Sara). Después, el barco volverá a Vigo, y seguirá con su calendario de campañas científicas. Pero esa es otra historia.
      Solamente nos resta dar las GRACIAS al Capitán, Oficiales, Jefe de Máquinas y  oficiales de máquinas, marineros, electricista a quien celebramos que sea inmensamente feliz ahora que pasa a la envidiable situación de jubilado, Calderetero, engrasadores, 1º y 2º Cocinero -muy bien, pero que muy bien-, 1º y 2º Camarero -nuestros cuidadores, atentos y profesionales-, y el madrugador Marmitón que es el primero en ver las luces del alba, -Enrique López Martínez, que lleva toda su vida profesional a bordo y con quién hemos ido envejeciendo poco a poco. Ya con la cincuentena a sus espaldas, continua teniendo esa sonrisa de satisfacción con la que te recibe cada vez que vayas a bordo y que tanto se agradece-. Gracias pues al B/O Cornide de Saavedra y a cuantos han hecho posible este embarque.


Domingo 6 de marzo de 2011 
Hoy es el último día de campaña en la mar. Las actividades terminarán, según el plan previsto, cuando finalice la jornada del personal de cubierta. Entonces, acabaremos de procesar las muestras pendientes y concluiremos nuestro trabajo a bordo. Ya lo vamos necesitando.
Como ya sabréis, los desayunos de los domingos son especiales, y por ello todos procuramos bajar a desayunar un poco más temprano y así disfrutar de una tertulia matutina, acompañados de unos suculentos cruasanes con chocolate. El día ha amanecido bastante nublado y en el horizonte se perciben algunos chubascos, aunque no con las tormentas espectaculares que vimos ayer. Al menos, por ahora. La previsión meteorológica es de marejadilla con viento del sureste fuerza 4.
    Durante la noche de ayer se finalizaron los trabajos de oceanografía física completando la malla planificada sobre la zona del Laberinto y el Triángulo de Ver Mudas. Esta noche pasada se realizaron 9 muestreos con CTD. Era la última noche de Curro y Sergio, y estuvieron trabajando hasta las cuatro y media de la madrugada, una hora bastante decente teniendo en cuenta que hay días que han trabajado hasta las siete de la mañana.
       A las 08:04 ya estamos largando 1750 metros de cable para realizar una draga de arrastre en la zona norte de la cima de Almazán. Hacemos firme a 934 metros de profundidad. Obtenemos cantos blandos, coral negro y algo de coral muerto. Nos movemos hacia el norte para continuar con los arrastres. Trabajamos ahora a 901 metros de profundidad. Obtenemos fango hemipelágico, restos de especies de conchas asociados a emisiones. Nuevo muestreo con beam trawl en la cima norte de Almazán a 859 metros de profundidad. Extraemos comunidades de fondos mixtos, duros y blancos. Esponjas de sustrato blando, coral bambú, gorgonias látigo, costras y alta densidad de coral negro. Bastante biodiversidad en toda la muestra.
Curro López muestra el resultado de su desarrollo I+D+i con el foco, a bordo

    “Tilín, tilín, tilín”, suena la campanilla de Víctor y comienzan las primeras carreras hacia el comedor. ¡Domingo!, ¡algo especial nos espera!, eran los pensamientos de todos nosotros. Además, estábamos seguros que siendo el último día de campaña “los antoninos” no dejarían pasar la ocasión para hacernos recordar este embarque toda la vida. Y así fue. La mesa estaba adornada con atractivos y bien presentados platos de jamón ibérico de las dehesas de Gijüelo, lomos procedentes de las hermosas praderas del Valle de los Pedroches y finas y delicadas láminas de queso manchego, curado y semicurado, Bofard, acompañados de cilíndricas y bien dimensionadas croquetas de gambas. Esto de las croquetas de gambas no creáis que son como las que se pueden tomar en cualquier parte. La salsa bechamel está aderezada con el fumé procedente de la cocción de las gambas blancas de los caladeros del Laberinto, Parapeneus longirostris, convenientemente diluido y bien mezclado con leche de vaca alimentada en los verdes campos de Cambados. Su textura es inigualable, pero su aroma es insuperable, casi tanto como su sabor cuando se introduce en la boca y cruje la corteza inundando de aromas y sabores todos los órganos sensoriales gustativos. Toda una ceremonia que conviene vivir con parsimonia y disfrutar pausadamente. Una vez que hemos quedado agotados de la variedad de olores, sabores y texturas, nos presentan unas fuentes de mejillones en escabeche gigantes que no tienen rival. Lo nunca visto. Hay comentarios exagerados sobre la categoría del lamelibranquio pero hay otros más ponderados y que denotan una profesionalidad en la cata del bivalvo. Es precisamente el Jefe de Campaña, un acreditado y afamado catador de mejillones, cuyo nivel de conocimientos es tan elevado que únicamente puede competir en esta materia con el IP del Proyecto, Víctor Díaz-del-Río, quién tiene a bien sentenciar. “Víctor, por favor, informa al Maestro Cocinero que estos mejillones están honrando noblemente esta mesa, y elevan la categoría de la cocina de este buque a un nivel tan eximio que será muy difícil superar en el futuro”. Y dicho esto pasó a disfrutar de los aromas y los sabores en absoluto silencio, concentrándose, como buen gourmet que es, en la degustación del mitílido.
(Izquierda) Pili Mata y Raúl Merinero en faena. (Centro) Último muestreo con beam trawl. (Derecha) Luismi y Gerardo manipulando la box corer
    El segundo servicio estaba pensado para tranquilizar al estómago y relajar la musculatura de la víscera y así preparar la tarea peristáltica para lo que tuviera que venir a continuación. De ahí que nos dispusimos a probar los calamares guisados en deliciosa salsa marinera, aromatizada con ligeras gotas de balsámico vino de la Rivera Sacra, que se deslizó como la seda por cuantos órganos sensoriales estuvieran dispuestos a recibirlos. El comedor era una auténtica orgía de olores y sabores que excitaban las papilas gustativas de todos los comensales. Un breve lapso de tiempo necesario para retirar platos y cubiertos con la parsimonia que los manjares que se estaban sirviendo demandaban, y tras la ventilación ambiental pasamos a contemplar las fuentes que ahora entraban en manos de nuestro hábil mayordomo Victorino Paz. Magníficas fuentes ovaladas de fina plata de ley, que imposibilitan la transferencia de olores y sabores de procesos y aplicaciones anteriores, repleta de jugosos filetes de ternera finamente cortados y limpios, adornados con pimientos morrones asados en horno de leña de palo de olivo.
Fragmentos de roca carbonatada procedente del último y más postrero arrastre con beam trawl
    ¿Qué más podríamos esperar en esta última jornada a bordo?, ¿podría haber algo más sutil que pudiera desmerecer los servicios anteriores? Nadie podía imaginar que “los antoninos” pudieran superar, aún más, lo visto hasta el momento. Sabíamos que faltaba por llegar el postre, así que la excitación era máxima. ¿Qué nos ofrecerían como dulcificante postrero?  La respuesta no se hizo esperar y apareció al punto en manos de Víctor: una magnífica y delicada tarta de queso, similar a la que ya habíamos probado en la primera parte. Tal había sido el éxito de alcanzado por la repostería del buque en la manufactura de este postre, que fueron muchos los científicos que no quisieron abandonar el buque sin antes no volver a probar tal suculencia. En esta ocasión la firma de la manufactura evidenciaba un afán de superación que ya estaba resultando fuera de lo normal. La probatura del lácteo horneado fue finiquitada por estruendosos aplausos que hicieron salir al Maestro Cocinero de su Laboratorio y recibir personalmente las muestras de admiración y reconocimiento de sus comensales. El alborozo fue máximo cuando apareció por la puerta del comedor el afamado Maestro. Escuchó alabanzas y exaltaciones de su buen hacer. Se vio obligado a dar varias vueltas al ruedo, cosa nunca vista hasta la fecha, y escuchó voces que le aclamaban: “Maestro, Maestro, Maestro”. Con esas muestras de júbilo y de admiración, salió por la puerta grande del comedor, que en realidad es la única que hay, y alzando los brazos en señal de agradecimiento se retiró, con la humildad del sabio, a su cocina donde se reencontró con los peroles y vituallas dispuestas a ser gestionadas con el acierto que nunca le va a abandonar.
Bautismo de mar de los neófitos.
    Seguimos confiando en poder encontrar una solución a los problemas de la cámara digital. En ello están Curro y Sergio trabajando activamente, acompañados por el personal de máquinas y en especial el electricista Manuel Carrillo, que está a punto de jubilarse. Sergio Barro es gaditano y ha estado con nosotros sólo la segunda parte de la campaña.  Estudió Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz. Fue alumno colaborador en el Departamento de Biología. Empezó a colaborar con el IEO, en las campañas del Proyecto ARSA y en otras campañas oceanográficas desarrolladas en el Golfo de Cádiz. Es socio de una empresa llamada AQUATIC BIOTECH, que ofrece diversos servicios relacionados con el mundo de la prospección y explotación marina. Se siente orgulloso de su nuevo proyecto empresarial IKTIO, de ictioterapia, que consiste en que unos pececillos, Garra rufa mordisquean los pies a los clientes para hacerles la pedicura.
    En esta campaña Sergio ha sido contratado como empresa de servicios para atender la roseta con la que se obtienen los datos físicos y químicos de la columna de agua (temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, turbidez, fluorescencia, dirección y densidad de la corriente) que recogen con el CTD y el LADCP. Sergio está ya acostumbrado a las campañas oceanográficas, y le gusta mucho este mundo. Lo único malo que le ve a trabajar de noche es que está menos metido en la campaña, es un trabajo más solitario y se socializa menos. Pero por lo menos no ha estado sólo, ha estado con Curro López que ha servido de soporte en esta tarea durante toda la campaña.
Seriedad en las filas de los neófitos, ante la responsabilidad que a partir de ahora les embarga.
      Curro estudió Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz. Es buzo profesional, y trabajó en una empresa de piscinas y equipos solares. Empezó como peón, ascendió a jefe de grupo y terminó como encargado de la empresa. Pero dejó este trabajo porque quería dedicarse a algo más relacionado con sus estudios. Aceptó un trabajo como buzo en una piscifactoría en Marbella, dice que se jugaba el pellejo todos los días. A partir de aquí y hasta el día de hoy ha estado colaborando como buzo para el IEO en diversos proyectos. Después trabajó en otra piscifactoría en Motril. Entró en DAP (Empresa Pública de Desarrollo Agrario y Pesquero) como Técnico Superior, y a la par seguía de buzo como técnico responsable de proyecto. Una afección pulmonar le hizo retirarse provisionalmente del mundo del buceo submarino hecho que le aconsejó disfrutar de un año sabático. Trabajó, posteriormente, en una acción piloto durante seis meses, en Motril, financiado por la Unión Europea, contratado por la cofradía de pescadores y supervisado por el IEO. Buscaban nuevos caladeros de gambas rojas, era observador científico a bordo de un buque.
    Una nueva afección pulmonar le obligó a retirarse definitivamente de la investigación subacuática. Gracias a sus habilidades se adentró en el mundo de la electrónica y la electricidad que le sirvieron para comprender mejor los sistemas de prospección físicos y geológicos. Hace un año fue contratado para 3 años por el IEO de Málaga, en el Grupo de Geociencias Marinas (GEMAR)  para el proyecto INEMARES/CHICA. En esta campaña le ha tocado el turno de noche, con la roseta, y asistía a la tripulación y a Sergio con su tarea. En un futuro le gustaría seguir dedicándose a las ciencias marinas, incluso quizás abrirá su propia empresa de tecnología subacuática (área para la cual ha demostrado tener sobradas aptitudes en esta campaña, arreglando la cámara de fotos junto a Sergio y otros miembros de la tripulación).
    Muy a nuestro pesar, tenemos que abandonar el coso alimenticio y regresar a nuestros quehaceres científicos y prospectivos. El banquete que acabábamos de culminar era merecedor de una sobremesa con habanos y espirituosos digestivos. Pero la realidad estaba ahí fuera. “¡A por ellos!”, se escuchó decir al Jefe de Campaña, muy emocionado después del almuerzo que habíamos disfrutado. El turno que había quedado trabajando ya tenía sobre la mesa de estribor desplegada toda la muestra. El trabajo estaba delante de nuestras narices, asi que no quedó más remedio que empezar a tamizar y separar especies. La muestra es de box corer tomada a 855 m de profundidad en la ladera norte de Almazán. Obtenemos 16-19 cm de sedimento hemipelágico, arenas y fango hemipelágico, con corales intercalados en el interior a diferentes niveles.
Foto de familia rumbo a Cádiz
     Nuevo muestreo con beam trawl en la zona adyacente norte de Almazán. Profundidad 904 metros. Obtenemos mayor densidad de coral bambú, Isidella, esponjas, gorgonias látigo. Ponemos rumbo a Chica, para realizar un beam trawl. Son dos horas de navegación. Largamos 1250 m de cable a 730 metros  de profundidad. Recuperamos el beam trawl con la red bastante rota, pero con muestra. Son fragmentos de roca que evidencia la existencia de un sustrato duro, con esponjas y corales, fundamentalmente.
    Una vez que quedamos desarmados del beam trawl, pues las dos redes que traíamos han quedado destrozadas, no podemos por menos que darnos por vencidos y siendo la hora que era decidimos poner rumbo a Cádiz. Seguimos trabajando en todo el material acumulado que necesitaba algo más de tiempo para su clasificación y envasado, mientras navegamos a toda máquina al puerto de Cádiz. Cuando terminamos de clasificar las muestras, nos ponemos a limpiar frenéticamente todos los tamices, todas las bandejas y cajas, todos los cascos, monos y botas. Ordenamos el laboratorio húmedo y el de abajo. De repente alguien grita y todos levantamos la vista, es un arco iris. Se había levantado el día nublado y por la tarde había hecho sol. El arco iris era inmenso, como si se tratara de dibujo animado, perfecto, con todos los colores brillantes y luminosos. Pero no nos distrajo mucho tiempo, había que terminar de limpiar todo, pues a las seis y media había bautizo de mar. Los chicos de la UMA, Javi, Kike y Ángel, y también Elena y Raúl fueron bautizados por el Capitán. Su madrina fue Nieves, y su padrino Luismi. También nos hacemos una foto de grupo todo el equipo científico al completo.
Carlos Farias atiende las explicaciones de José Luís Rueda tras un muestreo
    Salimos corriendo de cubierta, pues nos llama la campanita de Víctor por última vez. Antes de llegar al puerto, nos da tiempo a cenar, es nuestra última cena sopera en el barco. De segundo macarrones con atún, y de tercero  filete de cerdo en salsa. De postre, yogur.
    Llegamos a Cádiz pero la mayor parte del equipo científico se queda a dormir en el barco. Bueno... es domingo de carnaval y las calles de Cádiz están repletas de gente cantando y bebiendo, así que dormir, dormiremos poco. Creo.


Sábado 5 de marzo de 2011
Los ecos de las voces de los investigadores, incluyendo las del Jefe de Campaña, reverberaban contra los mamparos del buque repitiendo sin cesar: “mi tesoro”, “mi casa”, “mi tesoro”, “mi casa”, en un sin fin de sonidos que cada cual había ido dejando suspendido en el aire cuando salió a pasear por la cubierta de popa. La proximidad de la costa durante los muestreos nocturnos con CTD, tenía un efecto llamada verdaderamente sorprendente. Todo el mundo salía a cubierta con su teléfono móvil en mano, en el mismo momento en el que alguien anunciaba a voz en grito: “¡hay cobertura!”. Todos entendían perfectamente que la cobertura no era de chocolate sobre tarta de bizcocho borracho, en un refrigerio nocturno que nos hubieran preparado los cocineros, si no que se trataba de poder hablar por teléfono. Bien es verdad que alguno hubiera cambiado alguna conversación por una buena tarta tardía, emulando el cambalache bíblico de la primogenitura por un plato de lentejas. El apetito del auténtico goloso hace cosas prodigiosas.
    Cuando los investigadores comienzan a desfilar por el comedor, se empiezan a cruzar las primeras apuestas afinando la hora a la que el Jefe de Campaña se presentará en la sala, con su iPad en ristre, haciendo sus primeras anotaciones del día. No dio tiempo a cerrar la oficina de apuestas cuando la barriga del Jefe asomó por el quicio de la puerta seguida de su brazo derecho sujetando su  querido iPad. Cuando todos contemplamos el esplendor de su rostro sonrosado, apuramos el último sorbo de café con leche y nos metimos en el bolsillo un par de magdalenas, antes de que comenzara a hablar, y nos levantamos a toda prisa  para ponernos el traje de aguas y las botas. Eran las ocho y quince segundos y todavía estábamos sentados a la mesa del desayuno. No teníamos escapatoria. Solamente hay una puerta de acceso al comedor y esta la ocupaba toda la humanidad del Jefe. Atrapados como estábamos solamente nos restaba preguntar al Jefe alguna cosa antes de que él pronunciara palabra alguna. Fue entonces cuando el gaditano saleroso preguntó al Jefe sentencioso: “Killón, ¿kemedíseh detu refransillo pahói?”. El Jefe de Campaña se quedó maravillado de la pregunta y muy satisfecho por que se la hicieran. Así que, dando unos pasos para adentrarse en el comedor, comenzó a decir: “A nadie debe extrañar, que en Marzo empiece a tronar”, momento que aprovechamos todos para salir corriendo a sus espaldas y acceder al laboratorio húmedo. Cuando el Jefe se dio media vuelta y miró a su alrededor, observó que no quedaba nadie en el comedor. “¡Serán cabrones!”, exclamó. Y acariciando con extrema suavidad y ternura la pantalla de su iPad, desplegó el teclado digital y anotó: “Estoy rodeado de cabrones. Pero esto, ya se lo he oido decir en varias ocasiones a Víctor, el IP, antes de embarcar”. Y cerrando la azulada funda de su extraplano aparatillo táctil, salió a cubierta para dar las primeras instrucciones sobre el arrastre que iniciaría las actividades del día.


José Luis Rueda, acompañado de su cuadrilla, se ajusta la montera antes de salir al ruedo para recibir y procesar la muestra. Este maestro del bentos marino no le teme a recibir a "porta gayola", y son muchas las vueltas al ruedo que ha dado en este buque después de triunfar en la identificación de especies muy singulares. Su indiscutible magisterio le hace ser profundamente respetado por las cuadrillas de otros primeros espadas que hay a bordo, como el Profesor Serge Gofas, y goza de la admiración de los suyos, entre los que se encuentra el IP.


    En cubierta ya se están moviendo los tripulantes organizados por el Contramaestre. Tenemos buena mar pero el cielo un tanto cubierto, amenazando lluvia y, posiblemente, tormentas como la de ayer, que nos hizo retumbar el barco con el tremendo aparato eléctrico y el ruido de los truenos. La previsión es de marejadilla con viento del SE fuerza 3. Poca cosa. Podremos trabajar bien en cubierta. Esto es importante pues solamente nos quedan dos días de trabajo y el cuerpo va necesitando reposo después de casi un mes de meneo.
      A las 08:05 h iniciamos la maniobra para hacer un testigo de gravedad en el monte noroeste del complejo de Aveiro. Fondo a 1059 metros. Sacamos un testigo con una longitud de 78 cm, con fango hemipelágico a techo y brecha fangosa a muro. Como siempre que hay brecha, la penetración se frena en seco cuando colisiona en el interior del volcán con  el agregado fangoso endurecido. Eso sí, parte de la brecha entra en el testigo pero no mucha cantidad, a pesar de la enorme cantidad de plomos con la que cargamos la cabeza del sacatestigos. A las 9:01 h largamos 1800 m de cable para realizar una draga de arrastre en la cima del monte noroeste de Aveiro. Hacemos firme a las 09:27 a 1095 m. Obtenemos muy poca muestra, una cuantas piedras de tamaño 2 ó 3 cm, y un coral. La siguiente draga incrementamos el tiempo de arrastre hasta alcanzar los doce minutos, ya que vamos justos de cable para estas profundidades y le queremos dar más tiempo para que baje y asiente en el fondo. Largamos 1825 metros de cable. Hacemos firme a 1116 metros de profundidad. Trae poca muestra, Cidaris, estrella, bivalvos y otras especies que no podemos clasificar sin un análisis más detallado.
El Jefe de Campaña supervisa el tamizado en húmedo

      Probamos ahora con box corer hasta después del almuerzo. Realizamos la primera en la cima del monte sureste de Aveiro. Toca fondo a 1095 metros de profundidad. Obtenemos  fango hemipelágico, muy plástico, casi sin fauna. Repetimos en dos lugares más con el mismo éxito.
    No se puede decir que nos vayamos a almorzar con la alegría de haber obtenido unas magníficas muestras de box corer, aunque no son malas, pero esperábamos algo más. Así que compensamos el desabrimiento con la apertura del apetito más voraz que pueda habaer. Los cocineros no nos defraudan nunca, contrariamente a lo que nos hace algunas veces la box corer. Hoy nos ofrecen una purrusalda de caerse de culo, pero de culo culo; algunos repiten con el riesgo aerofágico posterior a la ingesta que tiene el puerro. El segundo servicio se ha elaborado a base de unos compañeros marinos del bacalao, los acreditados cefalópodos que se nos presentan guisados con patatas a la gallega. ¡Dios mío, que buenos estaban!, “¡vive Dios si no repito!” Exclamó el científico comilón por todos conocido. ¿Y de tercer servicio? …… “¡por favor Antonio!.....¡que tengo que ir a trabajar!”, profirió el mismo sabio al ver llegar el bistec de ternera con patatas fritas, al tiempo que se servía un mapamundi cárnico acompañado de un montículo de la fécula convenientemente frita. “¿Y ahora quién se mueve por el escenario de popa?”, volvía a preguntarse el científico comilón mientras degustaba el helado de postre.
El Capitán (izquierda) y Melo González muy sonrientes por el éxito del muestreo

    Pues ya lo veis. Con la agilidad de un galgo, salieron por la puerta todos los científicos y tripulantes que almorzaban en el comedor y se dispusieron en sus respectivos puestos de trabajo para continuar con la faena.    Una de las personas que más sorprende por el apetito que tiene y la dificultad que manifiesta para convertir las proteínas en calorías que le caldeen el cuerpo humano, es la madrileña Licenciada en Ciencias del Mar Desirée Palomino Cantero, Desi para todos nosotros.
Ahí tenéis a Desi de incógnito. No es fácil que Desi se deje fotografiar.
       Desi lleva con nosotros desde el principio de la campaña, y es una mujer entrañable, cariñosa y muy simpática. Persona de talla humana y física. Su figura espigada destaca sobre el conjunto de bajitos que pululan a su alrededor. Ella, tremendamente operativa y eficaz, se ha encargado de ayudar a Gerardo Bruque con la gestión de datos. Estudió en la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Cádiz. Amplió sus estudios durante 6 meses en Alemania, disfrutando una beca Erasmus. A su regreso aprovechó la oportunidad de realizar unas prácticas en el Grupo de Investigación de Geociencias Marinas del Centro Oceanográfico de Málaga, donde fue acogida por sus actuales compañeros de profesión. Allí realizó unas prácticas durante el verano, adiestrándose en el procesado de multihaz y recibiendo formación en los servicios centrales del Instituto Español de Oceanografía en Madrid. Su Tutor fue el Dr. Víctor Díaz-del-Río, actual Investigador Principal del Proyecto INDEMARES/CHICA que financia esta campaña oceabnográfica. Decidió seguir sus estudios, e hizo los cursos de doctorado en la UCA, de Ciencias del Mar. Desde entonces ha tenido varios contratos con el IEO, colaboró en el proyecto DEEPER, auténtico precursor del enfoque científico que sostiene este proeycto. Actualmente disfruta de un contrato financiado por el Proyecto PERSEO, dirigido al estudio de la definición del borde externo de la plataforma continental española. También colabora activamente en INDEMARES/CHICA.
Lo que sí tiene Desi siempre, es mucho frio, ¿o no?

      Cuando sale la caja metálica de la box corer, llena de sedimento fresco, Desi llega a cubierta y se dispone a dividir el pastel. Primero Miguel García Muñoz hace fotos de la muestra, con su correspondiente etiqueta. Después Desi o Nieves sacan una muestra del sedimento para su análisis geológico inmediato en el laboratorio húmedo. El resto de la muestra, Desi lo corta en fragmentos de 5 centímetros de alto y lo va poniendo en bandejas que van cogiendo los bentólogos. De la parte que analizan los geólogos guardan dos botes (iguales que los que se utilizan para los análisis de orina) de cada 5 cm para su posterior análisis en el laboratorio, en tierra. Un bote se guarda para el análisis de materia orgánica y geoquímica. Este se tiene que mantener congelado. Otro bote se guarda para la granulometría y así determinar su textura. También se guarda una bolsa con sedimento para realizar un análisis mineralógico. Estas muestras están abiertas también a otros estudios. Por último, guardan una pequeña muestra en papel de aluminio, para un análisis de hidrocarburos.
Desi es tremendamente operativa. Ahí la teneis en uniforme de combate y ocupada en todas esas cosas que hace.
       En el laboratorio, miden el pH, cada 5cm, y el Eh (el potencial redox). Después apuntan las características de la muestra que sí se pueden distinguir a simple vista, y realizan una descripción general de la muestra, de su color, gracias a la escala de Munsell (Munsell Soil Color Chart) o de su textura, entre otras cosas.
Box corer en el momento de salir del agua después de haber recogido una muestra

      Realizamos un nuevo arrastre con beam trawl en los montes noroeste de Aveiro a 1099 m de profundidad. Extraemos fauna asociada a emisiones, gravas, coral, pogonoforos y otros. Realizamos otro beam trawl en la depresión sur de Aveiro. Fondo a 1145 m de profundidad. Obtenemos fauna de fondos blancos, coral bambú, Isidella, esponjas.
      Elena Pérez Martín se ha embarcado por primera vez en esta campaña, y le está encantando la experiencia. Estudió Ciencias Ambientales en la Universidad de Málaga, su ciudad natal. Un verano trabajó en Turmares, realizando avistamiento de cetáceos. Hoy hemos visto algunos delfines, saltando al lado del barco, y ella nos ha contado que eran delfines comunes. En el curso 2009/2010 ha realizado el master de Oceanografía de la Universidad de Cádiz. Hizo la Tesis del master en el centro oceanográfico de Málaga, sobre el estudio geomorfológico de la plataforma continental del Golfo de Cádiz. Su director fue el Dr. Juan Tomás Vázquez Garrido, que nos acompañó en la primera fase de esta campaña y que es miembro del Grupo GEMAR que está ejecutando esta campaña. Elena todavía no ha decidido que hacer exactamente en un futuro, pero sí que sabe que le gustaría dedicarse a la investigación marina. Durante esta campaña ha aprendido mucho y ha tenido la oportunidad de realizar diversas tareas científicas sobre las que no había experimentado con anterioridad.
Elena Pérez Martín
         Realizamos una nueva box corer próxima a la anterior, a una profundidad de 1070 metros. Obtenemos 20 cm de penetración, con brecha con una fina capa a techo de sedimento hemipelágico, poca fauna. Despedimos las actividades de muestreo y nos concentramos en la cámara de fotos, pues estamos empecinados en que el sistema funcione. Después de las últimas innovaciones en la cámara, basadas en tubos de PVC, guantes, placas petri, cintas americanas, etc, dio resultados aceptables. La probamos en fondos de Hespérides a 750 m de profundidad. Como siempre tiene que fallar algo, esta vez le toco el turno al sensor de profundidad del barco, pero tuvimos la fortuna de que las buenas condiciones de la mar hicieron que la cámara se situara debajo del barco y de esa manera se podía detectar con la ecosonda, por lo que sorteamos el inconveniente y pudimos realizar la prueba. ¡Habemus foto!, aunque están desenfocadas y no salen muy claras. ¡El sistema funciona!..... ¡aunque no ganaremos un concurso de fotos! La alegría es grande y decidimos no abandonar. La I+D+í a bordo ha de continuar y mañana intentaremos comprobar los avances que hagamos durante este tiempo.
      Celebramos la hora de la cena y la aprovechamos todos para manifestar nuestra satisfacción con los avances conseguidos con las fotos y nuestra ilusión por obtener alguna de calidad. La cena nos alegra mucho y más cuando comprobamos que vamos a tomar nuestra sopita de Letras para científicos de Ciencias. Pasamos a una paella de mariscos que también podría llamarse unos mariscos en paella. Por último hamburguesa con patatas, pero no una hamburguesa cualquiera. Aquello era una hamburguesa de una pieza. La cena de hoy está deliciosa y cosecha grandes éxitos. De postre, quizás para compensar hoy toca manzana.
Desi comechuches
       A las nueve y media, acudimos todos a la conferencia de Luismi, incluido el capitán que ha asistido a casi todas las conferencias y a esta tampoco ha querido faltar. Al principio de la charla pone una foto del equipo, para agradecernos a todos el trabajo y el éxito de la campaña, pero nos advierte que no pondrán la pasarela para desembarcar el domingo por la noche hasta que no esté todo perfectamente recogido. Nos habla de los sedimentos marinos como testigos del cambio climático, empieza con una introducción, y nos explica que en los últimos miles de años, la tendencia de la Tierra es a enfriarse. Repasa los factores que afectan el clima, y como los sedimentos nos cuentan las fases de los cambios climáticos y nos ayudan a deducir sus causas. Termina con un estudio que realizó sobre el tsunami de Alborán, y nos enseña un video con una simulación de lo que pasaría si hubiera un tsunami en Alborán. El agua cubriría Melilla y también parte de Málaga.
      La charla resulta de lo más interesante. Sin duda tiene dotes de profesor, actividad que realiza en el Master de Oceanografía de la UCA. Hay muchas preguntas. El cambio climático es un tema que en general interesa. Luismi aclara que él no sabe hasta qué punto la actividad humana está afectando a la temperatura del planeta pero dice que algo seguro que estamos acelerando el calentamiento, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la actividad humana.
      Con esto nos retiramos a dormir, mientras los más charlatanes se trasladan al laboratorio húmedo para terminar las pipas, caramelos, palomitas, chocolatinas que van quedando por los cajones de los camarotes, etc. Alguna amiga nuestra, que ya conoceis, se apunta la primera  de todas para darle un ratito a las chuches.

Viernes 4 de marzo de 2011 
A medida que nos acercamos al fin de semana nos da la sensación de que esto se va terminando poco a poco. Las sensaciones son muy variadas pero domina en todos nosotros una cierta melancolía al pensar que en un par de días todo esto finalizará y regresaremos a nuestros lugares de origen. Es cierto que junto a esa melancolía también sentimos la satisfacción de haber cumplido con nuestra misión a bordo y que regresaremos cada uno de nosotros a nuestros hogares en los que nos esperan nuestras familias a las que ya va pesando un poco la larga campaña que estamos a punto de culminar.
    La melancolía parece querer vivirla junto a nosotros el propio amanecer. Hoy se nos presenta un día grisáceo y fresco, con mar rizada y viento. El cielo está nublado y no invita a darse una vuelta por cubierta, tal y como muchos de nosotros hacemos cada día antes de entrar a desayunar. Somos animales de costumbres y cuando salimos del camarote lo primero que hacemos es salir a cubierta para ver como está el día y el estado de la mar.
El Jefe de Campaña muestra orgulloso el tamaño de las cigalas muestreadas
      Nos damos el encuentro en el comedor varios científicos y nuestros primeros comentarios van dirigidos a la escasez de horas que parece que dormimos, a tenor del cansancio acumulado y que parece no querer abandonar nuestro cuerpo, y a las pocas jornadas de trabajo que restan. La verdad es que todos estamos muy emocionados con los últimos descubrimientos. La espectacularidad que muestran los lugares de emisión de gas en la zona profunda del Golfo de Cádiz está siendo verdaderamente espectacular. Aparecen especies asociadas a las emisiones de gas que viven enterradas en el sedimento que forman los volcanes de fango. Hemos encontrado corales de variadas formas, colores y familias diferentes. Esponjas de varias familias, etc. Un sin fin de especies que habrá que estudiar con calma cuando lleguemos a nuestros laboratorios.
    La animada tertulia se interrumpe cuando entra en el comedor el Jefe de Campaña procedente del puente y nos cuenta que hoy cree que no vamos a pasar mucho frío, pues el parte meteorológico nos avisa que tendremos mar rizada con viento variable fuerza 2. “Eso no es más que una ligera ventolina”, agrega uno de los científicos más experimentados en campañas. “Efectivamente, aunque el cielo estará muy cubierto y hay riesgo de lluvia”, apostilla Luismi, añadiendo a continuación el esperado refrán de su enciclopédica memoria, “pues ya sabéis que, Marzo, mercero, o tan frío como enero o tan falso como febrero”. Y dicho esto, salió por la Puerta Grande, como los buenos toreros, mostrando su iPad como trofeo, y se dispuso a dar una vuelta al ruedo de la cubierta de popa. Al acceder al suelo enjaretado que hay frente al comedor, observó que comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia, razón por la que decidió desistir del paseo triunfal circular, y así evitar el riesgo de que su atesorado iPad fuera a sufrir un remojón. Algunos que estaban próximos a él, dicen que se le escuchaba musitar con la voz algo distorsionada, “mi tesoro, mi tesoro”, mientras acariciaba la funda del iPad propiciándole arrumacos y caricias.
La tormenta perfecta, ¿o no?
     Así que, a pesar del buen estado de la mar, probablemente no va a resultar muy cómodo trabajar en cubierta bajo la lluvia, pues a los chorros de agua salada que permanentemente bañan nuestros pies y mojan nuestras manos, y que nos dejan algunas veces medio gélidos, habrá que añadir la de la lluvia. Trabajaremos con las capuchas del traje de aguas puesto. En esto, ya lo habréis visto en algunas fotos, Desi es una de las investigadoras que más experiencia tiene. Ha logrado superponer, a modo de gruesos estratos, el gorro de lana de la cabeza y la capucha de la sudadera con la que abriga su cuerpo, a la que añade la capucha del traje de aguas. Creo que nos ha salido un poco friolera.
     Tal y como estaba previsto, a eso de las nueve de la mañana y en plena faena de procesado de una draga de arrastre, nos ha caído un chaparrón de órdago a la grande. “Agüita lagüena, ohú”, decía uno de los gaditanos que nos acompaña. Un diluvio en medio de la mar es mucho más espectacular que en tierra. Aquí parece que las gotas vienen más infladas, como si tuvieran más agua y mojaran mucho más.
    En el laboratorio ya se encuentra Gerardo Bruque Carmona, el SIGMAN granaíno, hombre que controla absolutamente todo con su ordenador y lo vuelca en un Sistema de Información Geográfica (SIG) con gran destreza, no en vano es uno de los más expertos profesionales en la materia de los que hay a bordo, que no son pocos. Está haciendo las anotaciones que le ha dejado Curro López al Jefe de Campaña en relación con los muestreos con la sonda CTD. En total han sido 12 los que han realizado durante la noche. Gerardo, meticuloso y eficiente, no solamente anota este dato si no que ha de registrar la posición y la traza electrónica de cada uno de los muestreos. Es él quién primero se incorpora al laboratorio tras el Jefe de Campaña, pues ha de dejar resuelto este asunto antes de que empiecen a aparecer en cubierta los muestreos con los sistemas de prospección y se inicie con ello la vorágine de actividad que genera el procesado de las muestras. Antes de la ocho de la mañana ya están todos los científicos equipados con su traje de aguas dispuestos a comenzar el trabajo. Aún sin haber muestras que procesar a bordo, cada cual se afana en dejar preparado todo el instrumental que ha de necesitar para ir clasificando y organizando las muestras a medida que van siendo procesadas. José Luís Rueda da las últimas instrucciones a sus colegas para tener a mano el alcohol, el formol diluido, los envases, bolsas de plástico, utillaje, etc., y un sinfín de artilugios que emplean para tratar con mucho mino las especies más delicadas, particularmente los pennatuláceos, que van apareciendo en las muestras.
Gerardo Bruque en traje de faena despachando sus asuntos delante del SIG
     A las 08:10 estamos iniciando la maniobra de un testigo de gravedad en el volcán de fango Almazán. Tenemos el fondo a 830 m de profundidad. La longitud del testigo alcanza los 86 cm ya que queda frenada la penetración en el momento en el que la boca del testigo colisiona con la brecha fangosa que es la prueba del proceso de expulsión de gases. A techo hemipelágico y a muro brecha color verdoso con cantos y fuerte olor a sulfhídrico. Una vez que hemos atestiguado que nos encontramos sobre un punto de expulsión de fluidos cargados en gas, nos disponemos a realizar una draga de arrastre para ver la diversidad que hay en superficie, al igual que para comprobar si hay substratos duros o si son exclusivamente fangosos. Largamos 1700 m de cable sobre la cumbre de Almazán a 902 metros de profundidad. Extraemos brecha fangosa, fauna asociada a emisiones, poliquetos frenulados, bivalvo Solemia, y corales.
         Nos desplazamos a continuación a la ladera noreste de Almazán para realizar otra draga. Tenemos 907 metros de profundidad. Fango hemipelágico con muchísima  Orbulina, foraminifero pelágico, pogonóforos, fauna asociada a fango. Cuando estamos viendo esa cantidad de fauna, ya vamos sintiendo algo de apetito. Alguno, bajo los efectos de los olores que procedían de la cocina, comienza a bromear con la posibilidad de probar una ración de pennatulaceos al ajillo. En esas estábamos cuando suena la campanilla de Víctor. El primer turno del almuerzo se escapa a toda prisa, dando la impresión de ir a alimentarse ab limitum. Hoy tenemos comida con arte del grande: potaje de garbanzos, rodaballo a la plancha con ensalada y huevos a la flamenca, que tienen mucho éxito entre andaluces y resto de humanos. De postre uvas.
El Jefe de Campaña, con el casco blanco en la mano, discute las posiciones de los muestreos antes de dar instrucciones al puente
     Seguimos trabajando sobre la cima de Almazán a una profundidad de 830 metros. Ahora con box corer obtenemos arena fangosa hemipelagica a techo y a base un fango más grisáceo, fauna propia de fango. La repetimos en el mismo sitio a 830 metros de profundidad. Extraemos fauna asociada a emisiones, resto de una comunidad más completa asociada a emisión de gases. A las 13:53 h largamos 1700 m de cable a popa para hacer un beam trawl a 895 metros de profundidad. Obtenemos cantos blandos y duros de margas. gorgonias, coral negro, desmoesponjas, Cidaris, comunidad coralígena asentada sobre sustrato de coral muerto.
          El día de hoy está siendo muy ajetreado. Se suceden las actividades a toda velocidad y parece que las muestras se acumulan o que nunca se terminan de tamizar y clasificar. El equipo científico está encantado con los “chicos de la UMA”, y es que no paran quietos. Tamizan, limpian, clasifican, ponen etiquetas, identifican, y todo con una sonrisa por delante. Javi Urra y Ángel Mateo están haciendo el doctorado en la Universidad de Málaga (UMA), en el departamento de Biología Animal, integrados en el equipo de invertebrados. Ángel trabaja con muestras de equinodermos, y Javi con moluscos.
Los especialistas de la UMA, Javier Urra y Ángel Mateo comentan con José Luís Rueda, en el laboratorio húmedo después de la cena, algunos aspectos de la jornada. Al fondo Melo González y Miguel García Muñoz.
     Ya empezaron a colaborar con el laboratorio de invertebrados cuando estaban terminando la carrera, momento en el que les propusieron participar en un proyecto para la caracterización de los fondos marinos de Cabo Pino, situado en la Costa del Sol. Es una zona LIC (Lugar de Interés Comunitario). El proyecto consistía en ampliar el estudio de la zona y su biodiversidad, para proponer una ampliación de la zona LIC. Hay diferentes tipos de fondos, arenosos, rocosos, fangosos... y cada uno tiene su fauna asociada. Es una zona influenciada por las corrientes procedentes del Átlantico y del Mediterráneo, y enclavada en un mar epicontinental limitado por Europa y África, lo que aumenta sus particularidades al ser lugar de confluencia de dos tipos de aguas, la atlántica, más fría, y la mediterránea, más salada. De especial interés son los estudios de Posidonia oceanica que realizaron. Los dos son buceadores profesionales, lo que les permitió muestrear la zona y visualizar directamente el estado de conservación de sus ecosistemas. Lo cierto es que la proximidad a sus respectivos hogares facilitó enormemente las cosas. El trabajo fue casi como un hobby. Fabricaron una aspiradora submarina, con ayuda del centro de buceo y algún manual, para recoger muestras sin destruir la Posidonia. Gracias a este proyecto pudieron hacer su Tesis de Licenciatura, pero el volumen de las muestras era tal que los dos siguieron  investigando y decidieron continuar el mismo estudio y así realizar el doctorado. A raíz del proyecto de INDEMARES, nació un convenio entre el laboratorio de invertebrados de la UMA con el IEO para colaborar con las muestras.
El Contramaestre, José Manuel Alonso, maniobra con la pluma de estribor para arriar la draga box corer. Una operación compleja que la destreza de la tripulación parece convertir en algo sencillo.
     Enrique García, Kike, estudió Biología en la UMA, y también realizó su Tesis de Licenciatura en Málaga, en el grupo de Decápodos. Después decidió realizar su Tesis doctoral en la Universidad de Cádiz, sobre la genética de poblaciones de un decápodo de agua dulce (un camarón). Este estudio le llevó a viajar por Europa, Túnez, Marruecos, y recoger muestras de esta especie para luego estudiar su genética. Su hipótesis resultó ser cierta, y efectivamente pudo demostrar que las especies estudiadas eran de dos grupos diferentes, y no una como se creía previamente. Todavía no ha leído su Tesis, pero este año prevé hacerlo. El año pasado se presentó a las oposiciones de SVA (Servicio de Vigilancia Aduanera) y no las sacó por muy poco. Piensa presentarse en cuanto salgan otra vez, aunque paralelamente quiere seguir con su carrera de investigación, de una manera más relajada, de forma que él pueda elegir sus objetivos científicos.
    Ángel y Javi no tienen beca en el departamento, se financian con pequeños trabajos o contratos y han conseguido alguna que otra beca de corta duración. Comentan que es algo habitual en el actual sistema. Ángel participó en varios proyectos de la UMA y en un proyecto de estudio de medusas que le resultó particularmente interesante. A Javi, en el futuro, le gustaría dedicarse a la investigación marina, después de terminar el doctorado. Igual que a Ángel, pero eso sí, les gustaría empezar a cobrar cuanto antes un sueldo vinculado a un puesto de investigación estable y cotizar, aspiración muy lógica y que en estos tiempos parece difícil de alcanzar.
El Segundo Oficial del B/OCornide de Saavedra, Guillermo Rodal Soliño, uno de los más diestros maniobrando con el barco en las estaciones de muestreo. Su particular empeño en minimizar la distancia entre la posición de los testigos y el punto exacto en el que se clavaba en el fondo, consiguió que los errores en la posición  fueran de centímetros. Un logro que solamente está al alcance de la mano de muy pocos oficiales de buques oceanográficos.

    Son las 15:25 y el trabajo no cesa. Estamos arrastrando un beam trawl en la depresión oeste de Almazán. Largamos 1700 metros de cable para arrastrar a 940 m de profundidad. Recuperamos bloques de fango parcialmente litificados que presentan galerías excavadas, algunos de forma similar a las chimeneas. Alta densidad de Coral bambú, gorgonias látigo, esponjas. Fauna de fondo blando. Alta biodiversidad. Muestra muy interesante que levanta pasiones entre los bentólogos. A continuación realizamos una box corer en la depresión occidental de Almazán a una profundidad de 947 m. Recuperamos fango hemipelágico, algo más arenoso en el techo. Poca fauna. Curiosa distribución de la fauna que en algunos lugares se concentra de forma masiva y que en otros lugares próximos no tiene ninguna presencia.
      A continuación, ponemos rumbo al norte para seguir con la malla de CTDs. Nos quedan 9 estaciones de muestreo para completar la malla diseñada por Ricardo Sánchez Leal. en las cercanías del Triángulo de Ver Mudas.
Triángulo de Ver Mudas, formado por los volcanes de fango (puntos de emisión de gases) Anastasya, Gades y Pipoca. En esta zona hemos centrado una especial atención a los fenómenos hidrológicos, dado que es una parte importante del caladero de pesca del Laberinto

        Curro, Carrillo y Sergio no han renunciado a ver la cámara de fotos trabajando bajo el agua. Creen que pueden encontrar una solución a los problemas que ha presentado, aunque sea a base de encontrar alternativas al más puro estilo español. Los desarrollos I+D+i que podemos hacer a bordo son muy limitados por la falta de instrumental y material, pero no son menos inteligentes y con soporte teórico bien asentado. La última innovación tecnológica ha consistido en una placa petri con los leds dispuestos en círculo rellena de aceite. Esto va embutido en un trozo de tubo de PVC, que lleva unos trozos de guantes de cocina cuya función es hacer de membrana para compensar el efecto de la presión. Esta noche la han bajado hasta 650 m y ha resistido la presión. Ahora sólo nos queda solucionar la fijación de este foco a la estructura de la cámara. Si por la tarde está todo listo la probaremos en Hespérides.
    El consumo energético, como ya sabréis los que nos seguís, es bastante grande, así que el apetito aflora en el momento más insospechado. El efecto Pavlov comienza a aparecer sin necesidad de que Víctor agite su campanilla. El olor a coliflor con salsa bechamel ha inundado la cubierta del barco en la que trabajamos junto a la cocina. Casi no podemos hablar sin babear. Unos se miran a los otros para encontrar algún desertor del primer turno, pues siempre hay voluntarios para cenar en el primero. Hoy no hay deserciones ni necesidades operativas que fuercen a los responsables a cambiar de turno. “Tilín, tilín, tilín” suena la campanilla de Víctor. Más babas sobre el poyete de trabajo. “Cuidado con ese babeo sobre la muestra de Solenosmilia”, increpa José Rueda a un goloso bentólogo que no puede contener la reacción de sus glándulas salivares. “Killón, e hél hijhoputa d´Palóf, pisha, que no meéjha trankílo”, agrega el gaditano apetente. Víctor introduce un poco más de entropía en las filas, “que se enfría la sopa, … que se queda fría”. Abandonan los del primer turno y quedan sobre la mesa los babeantes componentes del segundo turno aguardando el momento de realizar su pausada ingesta de las suculencias que el Gran Maestro Cocinero ha preparado para hoy: sopa de pasta de la que se puede repetir hasta ahogarse en el plato sopero -algunos casi lo consiguen-, coliflor con besamel, y pollo asado a la mostaza -de rechupete-. De postre, una mandarina.
El volcán de fango Almazán, uno de los más espectaculares de la zona profunda y que ha manifestado poseer una interesantísima fauna vinculada a las emisiones metaníferas.
     A las 9 de la noche todavía hay gente clasificando muestras y pesándolas, y es que en el día de hoy hemos recogido un gran volumen de especies, de una gran biodiversidad por lo que toma tiempo su correcto tratamiento. Es un trabajo muy duro, y todos están muy concienciados para aprovechar el tiempo al máximo, aún a costa de la fatiga que cada cual pueda sentir al finalizar el día. Como me recordaba el Jefe de Campaña hace unos días, hay que tener en cuenta que el precio que hay que abonar por utilizar el buque oceanográfico supone la friolera de 7.000 euros por día. Esto pesa mucho sobre todos los científicos que tratan de no desperdiciar un solo segundo de su estancia a bordo. Por eso, aquí no tienen horarios, hay que trabajar a destajo cuando la campaña lo requiere.
La noche convierte el paisaje marino en algo imperceptible. Es la oscuridad total, "la boca de un lobo", a decir de algunos. Solamente la luz del flash arroja luz sobre la cubierta. La navegación nocturna requiere que el buque quede prácticamente a oscuras para que los que permanezcan de guardia en el puente puedan acomodar su vista a la oscuridad y así divisar las luces que pueda haber en el horizonte.
        Cuando cae definitivamente la noche, aún quedan fuerzas para charlar un rato en el laboratorio húmedo. Algunos nos reunimos en el comedor a ver una película, El Príncipe de Persia. En general nos parece una película mala, y el doblaje es extraño. La creatividad de cada cual hace que nos entretengamos en encontrar parecidos a las voces con diferentes personajes públicos, entre los que destacan los políticos. Así que, a bordo como en España entera, hay gustos e ironías a babor y a estribor. No queda títere con cabeza.


Jueves 3 de marzo de 2011
La temperatura del aire de madrugada ha bajado bastante. Salir del camarote y sentir el fresco del amanecer es toda una bofetada que te despeja a la fuerza. Cuando bajamos a desayunar se nota bastante frío por los pasillos en los que están las puertas abiertas para ventilar. El comedor, estupendo. Calentito, como el café que cada mañana nos sirve Víctor. Las previsiones son de marejadilla con viento del nordeste fuerza 5 arreciando por la tarde.
          Nos cuenta Curro López que esta noche han hecho 14 CTDs. Cada día se superan más, parce como si quisieran batir su propia marca. De seguir así, prevemos que se pueda completar la malla que había diseñado Ricardo Sánchez Leal y que figura en el Plan de Campaña. Este objetivo lo cubriremos con creces, si es que nada se tuerce.

Pilar Mata imparte su conferencia ante el equipo cientifico a bordo
    A las 08:03 ya estamos largando 1500 metros de cable, para la realización de una draga de arrastre en la ladera norte del montículo oriental del monte Hespérides. Son 745 metros de fondo. Subimos mucho fango gris y marrón mezclado. Poliquetos asociados a emisiones o ambientes reductores. Volvemos a arriar la draga a 731 m de profundidad en otro punto de la ladera. Sacamos cantos de margas grises azuladas, probablemente de la unidad miocena, junto con restos de organismos fósiles de épocas frías. Corales muertos, coral negro y pequeñas gorgonias. Probamos con un beam trawl a 705 m de profundidad para ver si obtenemos más fauna suprabentónica. Sacamos bastantes costras carbonatadas de gran tamaño, coral muerto, cangrejos, varios peces por clasificar, estrellas, muchas esponjas, braquiopodos, con lo que los bentólogos concluyen que es una zona de alta biodiversidad.
(Izquierda) El copo de arrastre en cubierta antes de abrirse. (Derecha) Las aves marinas esperando a que el barco realice los descartes y rapiñar lo que caiga al mar.
           Mientras el primer turno se ha ido a almorzar (judías con chorizo, rodaballo a la plancha con ensalada de tomate y cebolla, y ragout de ternera guisada con patatas. De postre unas natillas que estaban riquísimas), realizamos una box corer en la cima del monte nororiental del Complejo  Hespérides. La deriva del barco es débil y nos movemos poco del punto de muestreo. Arriamos sobre un fondo de 728 metros. Recuperamos una buena muestra geológica compuesta por mud brecha a muro y hemipelágico a techo. Poca fauna. Estamos en plena facies de volcán de fango caracterizada por la brecha fangosa con fuerte olor a sulfídrico. Con este muestreo que solamente satisface las ansias de información de los geólogos, y más particularmente de la facción geoquímica y sedimentológica -en franca mayoría en esta segunda parte de la campaña-, se produce la sustitución de los turnos de almuerzo. Se incorporan los que salen del comedor y se internan en el buque los que abandonan la cubierta. La mesa de muestreo se inunda de olor a cebolla. No importa. En menos de una hora nadie lo notará. Todos habrán comido cebolla y el hábitat 1180 se habrá impregnado del olor al tubérculo.
Draga de arrastre bentónico en el momento de ser izada a bordo.
       Cuando son las 13:15 h nos encontramos en la macro depresión del Complejo Hespérides, a 892 metros de profundidad. Un lugar en el que posiblemente haya bastante material carbonatado, pues creemos que se trata de una depresión de colapso retocada por la erosión submarina propiciada por las fuertes corrientes existentes en este punto. Cuando recuperamos la draga nos encontramos que la red está rota. En cierta medida es una forma de constatar nuestras sospechas sobre la naturaleza del fondo. Si en realidad hay substrato duro, entonces estamos sobre un hábitat 1180 y deberemos comprobar que fauna utiliza este substrato. Una de las maneras de observarlo es, precisamente, la cámara de fotos, así que todos volvemos la mirada a Curro y Carrillo para ver si todas las reparaciones que han hecho funcionen. Reponemos la red con otra que teníamos de respeto, mientras analizamos junto con el Contramaestre la posibilidad de hacer una reparación de urgencia, y largamos en el mismo punto a 914 metros de profundidad. Recuperamos bastante cantidad de chimeneas de diferentes tamaños, acompañadas de fango gris.
El Beam Trawl requiere de mucha atención en cubierta y la maniobra no siempre resulta sencilla.

          Al estar el área de Hespérides, mucho más profunda que las que muestreamos previamente, las actividades toman mucho mas tiempo en realizarse, pues los artes tardan mas en llegar al fondo, En el puente la espera se puede hacer larga. El laboratorio, en cambio, depende de lo que salga a veces se acumula trabajo, pero en general también es algo más relajado. El puente de gobierno es un sitio agradable y luminoso. Es la parte más elevada del buque y desde él se pueden contemplar unas vistas extraordinarias. El Jefe de Campaña, los oficiales y el Capitán supervisan todas las operaciones, a través de los grandes ventanales que convierten el habitáculo en una auténtica casita de cristal. Observan los radares, y en la zona del Hespérides hay muchos más barcos navegando que en la zona de las chimeneas que estudiamos en la segunda parte de la campaña. Es la zona que se denomina el dispositivo de tráfico marítimo del Estrecho de Gibraltar que se extiende hasta bien adentrado el Golfo de Cádiz. Hoy divisamos un enorme barco mercante chino cargado de contenedores, verdaderamente es inmenso y debe tener más de 6 plantas por encima de la cubierta principal, “y otros tantos por debajo”, dice José Luis Fernández Montenegro, el Primer Oficial. En la pantalla del ordenador pueden ver todos los detalles del barco, así que aparte de las grandes letras “CHINA SHIPPING” sabemos que va a Hong Kong.
El Jefe de Campaña (sentado a la izquierda) conversa con el Capitán (de pie a la derecha) en presencia del timonel (en el centro con las manos en el gobierno del timón.
         Además del Primer Oficial, en el turno de 4 a 9 están Ramón Sambad, el timonel, y Roberto Álvarez, marinero. De 12 a 4 está de guardia el Segundo Oficial, Guillermo Rodal, el timonel Juan López Senlie y el marinero Manuel Mayo Tajes. Por último, en el turno de 8 a 12 está el Tercer Oficial, Máximino Cordeiro Moledo, el timonel José Tarrio y el marinero Francisco Nogueira Rua, al que todos llaman Patxi o Paco. Durante el día, se unen a la tripulación de puente el Capitán y el  Jefe de Campaña, así como el Oficial Radio. El Oficial Radio prefiere que no mencionemos su nombre en nuestro diario, y así lo hacemos. Su misión consiste en llevar a cabo el mantenimiento de los equipos de navegación del barco, y de todos los servicios de comunicaciones, así como todo lo relacionado con la seguridad. El barco, nos explica el anónimo Oficial Radio, está equipado con los más modernos adelantos técnicos en comunicaciones.
El sacatestigos está en cubierta después de haber sido disparado. La curiosidad por saber que es lo que ha entrado, es máxima. A la derecha teneis a la Dra. López midiendo con el metro la longitud total del testigo, o sea, cuanto ha penetrado en el substrato sedimentario.
        En el Cuaderno de Bitácora, van apuntando todas las actividades y operaciones realizadas por el barco. Guillermo Rodal, el Segundo Oficial, transcribe la información por segunda vez, esta vez al ordenador, para crear un informe que se envía al IEO con todos los datos de la actividad del barco, así como de cualquier anomalía. Además del Cuaderno de Bitácora, también es obligatorio que todos los miembros de la tripulación tengan una libreta de navegación, en la que consta el nombre y el sellado de la capitanía marítima, legalizando el embarque. También es obligatorio llevar el rol del barco, un documento en el que constan todas las características del barco, todos los certificados de la radio marítima y los embarques y desembarques de la tripulación. Como veis, el control de todo lo que hace el buque es cosa que se lleva de manera minuciosa y que exige gran dedicación y atención constante. Cada movimiento se apunta, cada operación se apunta, hasta el más mínimo detalle de lo que hagamos a bordo ha de apuntarse.
      Cuando hay una operación o una actividad científica, el Capitán y el Jefe de Campaña salen del puente y bajan a la cubierta. Entre un sitio y otro del barco se comunican por teléfono (hay una línea interna) o por walkie talkie, así se evita algún viaje de arriba abajo. Algunas veces, el Capitán da las órdenes por un altavoz que se oye en cubierta. A las 17:51 realizamos una box corer a 1034 metros de profundidad. Probablemente la más profunda de las que hemos realizado hasta el momento. Sacamos arena fangosa, trozos de chimeneas y bioclastos. Poca fauna.
(Izquierda) "Sopa de Fango" en la que todos meten sus manos para separar la fauna y los fragmentos de roca que trae la muestra. (Derecha) Bloque de sedimento recién extraído de la caja del Box Corer. Observad el gran interés que tiene este sistema de muestreo al permitir observar la micromorfología del fondo marino en el punto de muestreo, pues la superficie del fondo la recuperamos inalterada.
          Estamos comenzando a pensar que la “maldición del conejo” tenía algo de cierta. El conejo cenizo nos ha vuelto a jugar una de las suyas, aunque nosotros no nos dejamos amedrentar por el roedor porculero. Hoy era el día elegido para que la cámara hiciera su aparición estelar. Teníamos todas las esperanzas puestas en poder obtener alguna imagen del fondo. Todas las adversidades las habíamos superado. Todo el instrumental estaba perfectamente chequeado y operativo. No había problema de filtraciones de agua ni incidencia alguna con la iluminación. Todo estaba perfecto, pero no contamos con el bigotudo y patético roedor. Sucedió que unos minutos antes de lanzarla al agua tuvimos un percance que nos la volvió a dejar inutilizada. Por un momento pensamos que hemos perdido toda opción de poder obtener una, solamente una foto, del fondo marino. Parece ser que una desafortunada maniobra en cubierta con la draga de arrastre para dejar sitio, ya que tan variada metodología necesita cambiarías de sitio en cada momento, le ha dado un golpe a la estructura de la cámara y ha roto la carcasa de cristal donde se alojan los leds del foco. Las posibilidades de irnos de aquí con una foto se reducen drásticamente. De todas formas, Curro y Carrillo siguen haciendo I+D+i para tratar de solventar este problema, aunque parece muy difícil de resolver a bordo. Seguimos confiando en que encuentren alguna solución que nos permita emplear el sistema durante los dos días que nos restan de campaña.
       Empezamos la cena con una sopa de verduras, seguimos con unos fideos con mejillones y almejas tipo fideguá, y por último un churrasco a la gallega con patatas fritas y salsa tximitxurri. Para rematar la faena, terminamos con una fresca ensalada de frutas.
Observad la estructura cilíndrica compuesta por varias barras de acero, en cuyo interior está el sensor del CYD, sujeto en la grúa pórtico de estribor del B/O Cornide de Saavedra. Si aumentais el tamaño de la foto pinchando en ella, podréis ver los cables que la atenazan y que han puesto en riesgo la sonda. Curiosamente este tipo de cituaciones, con conejo o sin él, siempre suceden por la noche y en el lugar más delicado de la navegación. No falla, quillo.
        Os aseguro que no faltan las emociones a bordo. A eso de las 9 de la noche, comenzaron a saltar todas las alarmas del barco. Algo raro pasaba con el CTD. Acudimos todos a la cubierta de popa a ver que es lo que sucedía. Vemos salir de la superficie la estructura metálica del CTD pero el cable está muy tenso, hasta el punto que llega a escorar el barco. Es evidente que se ha enganchado en algo que hay en el fondo y que está firmemente sujeto. Algunos creen que es un resto de algún aparejo que ha quedado abandonado en el fondo del mar, cosa bastante frecuente en las zonas de caladero y que aporta un factor de riesgo a las actividades científicas. Poco a poco, tanto tripulación como equipo científico se acerca hacia la popa, donde en cubierta se encuentran el Capitán, el oficial de guardia, y todo el equipo de guardia ideando una maniobra que nos permita sacar el CTD del agua con éxito, sin que se rompa el cable debido a la tensión. La situación es peligrosa. Los cables están muy tensos y una rotura fortuita puede causar estragos en cubierta, por el efecto látigo de los cables al romperse. Así que hay que manejar la situación con mucho cuidado tomando las máximas precauciones.
       Posteriormente Curro explicaría que sea lo que fuere lo que se enganchase al CTD, y que no lo dejaba subir a la superficie, debía pesar más de unas 35 toneladas, pues si pesase menos, el cable lo hubiera podido subir, y no se hubiese quedado en tensión. ¿Y si era un barco?, ¿un submarino?, otros especulan ¿un ovni?, hay opiniones para todos los gustos y esto da rienda suelta a todo tipo de bromas. En realidad estamos cerca del Triángulo de Ver Mudas, ¿a ver si esto es uno de los efectos misteriosos del famoso triángulo del Caladero del Laberinto?, ¿será, de nuevo, el “efecto roedor porculero”? El Capitán está en cubierta dando órdenes. Patxi está controlando una grúa, y Roberto otra. Abajo están José Tarrio y Miguel y Maximo Cordeiro. Los de máquinas también ayudan en lo que pueden. Los científicos están expectantes, el CTD se tambale, no sube, sigue colgado y suspendido por un cable que parece que se va a romper en cualquier momento y podríamos perder el instrumental científico que cuesta un dineral.
         Preocupa mucho que se rompa el cable en tensión y el CTD se caiga al mar, la segunda grúa consigue colocar un gancho en la CTD, para que en caso de romperse el cable, la segunda grúa lo sugetase. Finalmente, consiguen acercar un serrucho y van cortando los cables en tensión que tiran desde el fondo del mar. Parecen cuerdas de pesca, cabos marrones, grises, beige, redes, abrazan a la CTD, se lo quieren llevar al fondo. Van cortando las cuerdas y el CTD se va soltando, dando unos preocupantes tumbos. Por fin, consiguen liberar el aparato y todo el mundo se pone a aplaudir, ha sido muy emocionante y es una alegría que todo haya acabado bien. Una vez más, nos satisface comprobar el nivel de profesionalidad de esta tripulación y la destreza que manifiestan tener en cada situación, por muy delicada que sea, que se presenta.
        Después de este subidón de adrenalina, nos dirigimos a la biblioteca, donde Pilar Mata va a dar su charla: “Popurrí de …......”. La verdad es que hemos llegado todos tarde a la sala de usos múltiples. La charla estaba planificada para las 9.30 de la noche, pero hemos empezado más tarde debido al incidente con el CTD. Pili, que tiene tablas en el asunto, no en vano ha sido profesora en las universidades de Zaragoza y de Cádiz, nos habla del proyecto CADHYS, en el que se estudia la presencia de metano y gases hidratos, y en el que participan varios organismos como la UCA, el Centro Oceanográfico de Málaga (cuyo responsable es Juan Tomás Vázquez Garrido), el Instituto Geológico y Minero. El proyecto, financiado por la Junta de Andalucía en la convocatoria muy competitiva de proyectos de Excelencia Científica,  tiene como objetivos determinar áreas de migración y expulsión de gases en el Golfo de Cádiz, sobre la plataforma continental, y el análisis de testigos verticales obtenidos en las zonas de expulsión o de acumulación de gases.
      Elena Pérez, que ha hecho su Tesis de Master en el Centro Oceanográfico de Málaga, en el seno del Grupo GEMAR bajo la tutoría de Tomás Vázquez, nos explica los resultados de su estudio, que realizó sobre los resultados de la Campaña Oceanográfica realizada por el Instituto Español de Oceanografía a bordo del B/O Odón de Buén en abril de 2010. Elena ha estado procesando e interpretando los datos de la sonda multihaz obtenidos en un área situada frente a San Fernando y Chiclana de la Frontera, a profundidades que oscilan entre los 30 y los 120 metros. Destaca en su ponencia la existencia de unos canales erosivos que parecen drenar el litoral y que pueden transportar importantes cantidades de sedimento hasta la plataforma media. Esto explicaría la constante pérdida de sedimento que experimentan algunas playas del litoral gaditano. Estos datos abrieron un interesante debate sobre las posibles causas de los surcos en el sedimento.
El Capitán, ojo avizor a todo cuanto acontece en el barco
        Pilar también nos habla de lo complicado que es analizar los sedimentos en el laboratorio. La brecha fangosa sale del volcán y se desliza por las vertientes, mezclándose con otros tipos de sedimentos formados en la superficie del fondo. Entonces se entremezclan sedimentos expulsados del interior del volcán con materiales externos al propio volcán. Ello dificulta la determinación del origen de cada tipo de sedimento. Nos explica que por ahora no hay ningún estudio concluyente que permita saber hace cuanto se formaron las chimeneas. Estos estudios también intentan determinar el origen del gas, de los sedimentos y de los fluidos expulsados. Cuando termina la presentación, seguimos hablando un buen rato en la Biblioteca sobre las chimeneas carbonatadas, el metano, el Ártico, y formaciones extrañas en la costa de Cádiz, que los ufólogos atribuyen a alienígenas. La participación de los científicos en las discusiones es tremendamente dinámica. Cada uno de ellos aporta su particular visión del fenómeno y de los procesos que se generan en el fondo del mar y que generan este hábitat tan particular que la Red Natura 2000 ha catalogado como HABITAT 1180. Bentólogos, geoquímicos, sedimentólogos, petrólogos, cuaternaristas, etec., aquí hay de todo. La polémica es interesantísima y abre un mundo de especulaciones que cada cual está dispuesto a defender basándose en los datos que puedan recoger en esta campaña.
    Se nos hace muy tarde, sin damos cuenta, y son ya las once y media de la noche. Pero todavía quedan fuerzas para ir un rato al laboratorio húmedo, a tomar algo y a hablar un poco de las anécdotas del día que no tengan nada que ver con todo el trabajo científico realizado. Es una buena terapia para intentar desconectar un rato antes de ir a dormir. Mañana nos espera otro día duro.


Miércoles 2 de marzo de 2011
Amanece con algunas nubes en el horizonte. La mar está un poco rizada y las previsiones meteorológicas nos indican que vamos a tener marejadilla a marejada por la tarde, con viento del noreste fuerza 4. Esto quiere decir que el barco por la tarde se podrá mover un poco, lo que puede dificultar alguna maniobra con los instrumentos que deben de ir colgados de un solo cable, como son la draga de arrastre y la box corer, además de la estructura de la cámara de fotos con la que estamos realizando esfuerzos titánicos para logar obtener alguna imagen del fondo, sea como sea. En este asunto contamos, como ya es habitual, con las manifiestas habilidades de Curro López quien, a su vez, se apoya en las ayudas que le prestan en máquinas, particularmente el electricista Carrillo.

Amanecer en el Golfo de Cádiz
      Las pruebas que hemos estado haciendo han ido dando resultado poco a poco. Hemos probado la estanqueidad en los contenedores del foco y de la cámara, y hemos tenido que cambiar las juntas tóricas y rellenar los puntos de los contactos con teflón. Creemos que ahora solamente hace falta atinar en la sincronización de los disparos de la cámara. Hoy vamos a intentarlo de nuevo y veremos que es lo que resulta. Lo iremos viendo a lo largo del día. Lo que sí os aseguro es que esto de la cámara produce una excitación en todos los científicos que da pasmo verlo. Tal era el estado de ansiedad en el que quedaron el domingo pasado cuando se enteraron que la cámara había quedado inutilizada que cualquier atisbo de esperanza con lo que se pueda conseguir ahora les resulta emocionante. El optimismo reina entre las filas y Curro, que es consciente de esta expectación, sabe con lo que juega. El Jefe de Campaña hace todo lo que puede para ir encajando las pruebas entre los muestreos, para no perder tiempo, ya que hay mucho trabajo por hacer.
Creo que esta imagen del Jefe de Campaña ilustra bien a las claras el frio y la humedad que hace en cubierta. Aquí currela todo el mundo.
    El rendimiento nocturno en el muestreo de CTD y roseta nos deja a todos sorprendidos. Han logrado hacer 11 estaciones en la malla profunda de los volcanes del caladero del Laberinto. Un record nunca visto y que pone de manifiesto la magnifica preparación de las personas que lo están realizando y la destreza en la ejecución de la tarea. El Jefe de Campaña se encuentra con los salientes de guardia y aprovecha para recibir las novedades de la noche. El Capitán ya está en la mesa esperando la tertulia matutina con Luismi. Manolo y Luismi han alcanzado una gran sintonía en los menesteres de la campaña. Coordinan perfectamente las actualizaciones del Plan de Campaña a las circunstancias de cada día. Es bien cierto que el Contramaestre, José Manuel Alonso, se vuelca en todo cuanto pueda hacerse para no perder ni un solo segundo de trabajo en cubierta. Es una persona que no para de trabajar y con una disposición para el trabajo verdaderamente encomiable. Con profesionales de esta categoría a bordo, uno puede salir tranquilo a la mar. Es cosa que comentan todos los científicos ajenos al IEO, alguno de ellos que nos visitan por vez primera a bordo. Nosotros sentimos esa satisfacción de saber que los profesionales en el IEO son de tal manera, pues refuerza considerablemente la imagen corporativa de la Institución.

Carlos Farias con Melo González en plena faena a bordo
           Pues ¡hala!, con estas alegrías en el cuerpo nos encontramos al Contramaestre con todos sus marineros en cubierta dispuestos a realizar la primera maniobra con la draga de arrastre bentónico. Ya sabéis que este instrumento lo largamos por la popa, o sea, por la parte de atrás del barco. La maniobra es un poco ruidosa pues la caja metálica que constituye la draga ha de deslizarse sobre la cubierta hasta que comienza a salir por la rampa de popa. Algunas veces chirría y los más delicados le produce algo de grima, por lo que son muchos los que se sonríen cuando ven a alguien, con el ceño fruncido, que se tapa los oídos para no escuchar el chirrido. Estamos en el Complejo Hespérides, que ya conocemos geológicamente bien. Consiste en un conjunto de cinco conos volcánicos de fango, muy cargados de gas, y salpicados de depresiones de colapso y pockmarcks. Es el lugar ideal que uno quisiera utilizar para describir un hábitat 1180. Jose Luís Rueda y Sergio Gofas lo saben bien, pues no en vano han publicado recientemente un interesantísimo articulo dedicado a la descripción del hábitat de una ostra gigante Neopycnodonte zibrowii cuya presencia en el Golfo de Cádiz, y en gran parte de los océanos y mares del mundo, se consideraba extinguida.

Miguel García Muñoz en cubierta con su máquina de fotos en ristre

      Muestreamos a 785 metros de profundidad y el resultado no es muy exitoso. Esto no nos extraña, pues el fondo puede estar cubierto de enlosados y chimeneas, ya que la actividad de expulsión es considerable así como la actividad bacteriana, razón por la cual la precipitación de carbonatos autigénicos en este hot spot es muy alta. Subimos escorias de carbón, fragmentos de carbonatos y sedimento arenoso con Flabellum.
      Visto el éxito de este arrastre, nos desplazamos hacia la cumbre del montículo sureste. Tenemos el fondo a 740 metros de profundidad. El resultado es bastante bueno para todos, biólogos y geólogos. Particularmente feliz se le ve a Raúl Merinero cuando empiezan a salir las primeras chimeneas carbonatadas a las que tanto quiere. Extraemos gran cantidad de fango con muchas chimeneas. El fango es del tipo grisáceo tan característico de este volcán. Separamos por medio del lavado un fragmento de marga del afloramiento de las margas azules del Mioceno que constituye el basamento de los volcanes y del que procede la mayor parte del metano. No hay demasiada fauna acompañante pero si un importante numero de gorgonas.

Gerardo Bruque, Luismi Fernández Salas y José Luís Rueda. En segundo plano Desirée Palomino pasando frío

    Animados por el resultado del arrastre, los bentólogos se preparan para recibir un arrastre de beam trawl. Estamos en una de las vertientes del Complejo Hespérides a 759 metros de profundidad. El fondo es de esos que a los pescadores no les gusta nada, pues es muy irregular y la sonda nos dice que es muy heterogéneo, como, por otra parte, los geólogos sabemos perfectamente, no en vano nos hemos pasado varios años estudiando la estructura geológica del Golfo de Cádiz. Cuando el arte llega a bordo, el alborozo de los bentólogos es grande. Todos quieren ver de cerca el resultado del muestreo pero está terminantemente prohibido acercarse al arte hasta que no haya finalizado la maniobra. Allí cerca el único que puede estar es el Jefe de Campaña junto al Contramaestre. Una vez que las cajas con el material llegan a la mesa comprobamos que hemos recogido varios tipos de esponjas, corales negros vivos, gorgonias, erizos y escoria de carbón. Sin perder un segundo se pone en funcionamiento la mesa de tamizado en húmedo y allí comienzan a aparecer manos de personas dispuestas a dejárselas congeladas con tal de poder separar la fauna que les resulta tan atractiva. Los biólogos de la Universidad de Málaga liderados por Sergio Gofas, componen un buen equipo. Le acompaña José Enrique García Muñoz, Ángel Mateo y Javier Urra, todos ellos colaboradores del Departamento de Biología Animal.

La pecerilla que tanto nos está ayudando a ver las especies más espectaculares

        Con no menor ánimo y predisposición está a bordo Carlos Farias Rapallo y Emilio González García “Melo”. Ambos trabajan en el Centro Oceanográfico de Cádiz. Da la casualidad de que los dos son gallegos. Carlos estudió biología en la Universidad de Santiago de Compostela. Comenzó a trabajar en el IEO como observador pesquero, con contratos esporádicos vinculados a proyectos de pesca. Aprovechó la ocasión de unas plazas de Ayudante de Investigación del IEO que se convocaron hace seis años. Obtuvo una de las plazas por oposición y desde entonces trabaja en Cádiz integrado en el equipo de demersales. Trabajó en estudios de crecimiento de voraz en el Mediterráneo. Ahora, en el proyecto de INDEMARES, Carlos se ocupa del estudio e identificación de las esponjas. Aquí en el barco, las esponjas son conservadas en alcohol. Una vez en el laboratorio, Carlos destruye la materia orgánica de la muestra con ácido nítrico, y luego la deshidrata con alcohol. Esto permite ver las espículas, las estructuras internas de las esponjas que son diferentes en cada especie, y que son esenciales a la hora de identificarlas. Carlos sabe de todo un poco. Siempre tiene algo que aportar a las conversaciones, sobre cualquier tema de los que estudiamos en la campaña, de cómo funciona una box corer o de cultura general. Se fija en todo y se mueve rápido de un lado para otro, solucionando, arreglando, ordenando. Por las noches, si hay algo que hacer, él es el primero en ponerse en movimiento. Si por la tarde queda alguna muestra por tratar, después de cenar él está ahí, dispuesto a ayudar. Es una persona muy modesta y si arregla o descubre algo, siempre aclara que el mérito es del equipo, y no sólo suyo. Eso sí, vive con una de las supersticiones características de muchos gallegos: nunca cogería el último trozo de algo que quede en un plato compartido, porque parece ser que da mala suerte.


La punta del patin del beam trawl cargado de sedimentos arcillosos después de un arrastre
           Melo estudió Biología en la Universidad de Vigo. José Luís Rueda acostumbra a comentar que le tranquiliza trabajar con él, pues a Melo no se le pasa una. Está atento a todo cuanto se mueve a si alrededor, particularmente a los detalles de envasado y etiquetado de las muestras, de forma que todo quede correctamente catalogado y registrado. Esto, a decir de Jose, es importantísimo pues cuando regresen al laboratorio se avanzará más rápido si la catalogación y organización de las muestras se ha realizado correctamente. Melo es capaz de tamizar las muestras o busca especímenes entre las rocas y chimeneas extraidas del fondo. Su discreción le hace hablar bajo, no levanta la voz para nada, casi susurra, pero vale la pena acercarse a él porque suele contar cosas divertidas e interesantes. En la actualidad está contratado por el Proyecto INDEMARES/CHICA, para lo cual ha tenido que pasar un proceso selectivo en el que ha alegado méritos y experiencia, que sin lugar a dudas debe de tener más que sobrados a tenor de lo que todos podemos ver que hace. A la vez que trabaja en el IEO, está haciendo un Master en la Universidad de Cádiz sobre Acuicultura y Pesca, que se imparte en la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales. Ha propuesto hacer la Tesis de Master bajo la tutoría de José Luís Rueda, con quién se ha manifestado como un avezado colaborador.
         Hoy están los dos muy ocupados, haciendo mil cosas con energía y ganas. Los dos han estado durante toda la campaña, y siempre están haciendo alguna actividad. Están ya acostumbrados a trabajar juntos, y esto se nota. Uno pesa muestras y otro apunta, o bien uno consulta el libro de guías mientras el otro mira las características del bicho que estén intentado identificar.


3D del Complejo Hespérides y su localización en el Golfo de Cádiz. En la derecha se reflejan los arrastres realizados en el Proyecto TASYO durante los años 1999/2000/2001
         Son las 11:09 y ya estamos en la cumbre SE de Hespérides. Vamos a hacer un beam trawl. Tenemos 703 metros de agua. Salió un rape bastante grande, de 10 kg -aunque Curro dice que no es demasiado grande, que una vez él pescó uno de 45 Kg- “Bueno, pues a nosotros nos parece grande porque nunca hemos pescado ninguno así de gordo y que va a estar tan bueno cuando nos lo comamos. ¡Eah!”, asevera el Jefe de Campaña que se apresura a hacerse una foto con el hermoso ejemplar. También pescamos piedras, no os vayáis a creer. Enlosados de tamaños respetables, chimeneas, Cidaris de gran tamaño, esponjas, esqueletos de corales que parece Solenosmilia, coral negro, braquiópodos y otros ejemplares que tenemos que identificar. El arte llega tan repleto de piedras que se ha roto en mil pedazos. Afortunadamente tenemos al eficaz y siempre constructivo Contramaestre que cree que se podrá hacer alguna reparación. Lo cierto es que ya nos hemos cargado las dos redes, cada una de las cuales cuesta un ojo de la cara, y corremos el riego de quedarnos sin el sistema si no reparamos la red. Así que la propuesta de José Manuel “Txachela” es muy bienvenida y todos, como de costumbre, le hacemos la ola.
Hoy creo que van a comer rape, a la vista de los ejemplares que están pescando
          El sonido de la campanilla de Víctor, nuestro Mayordomo, vuelve a confirmar los postulados de Pavlov. Tilín, tilín, tilín,…., y los jugos salivares empiezan a inundar la boca de tal manera que no podemos articular palabra sin babear. “Pero, ¿qué te pasa?, ¿no ves que te estás poniendo perdido de baba todo el traje de aguas?”, se escucha decir a alguno que trabajaba sobre la mesa que hay junto al comedor. “¿Y que quieres que le haga yo, quillo? La culpa es de Pavlov?”, le respondía el científico erudito. Los manjares para hoy consisten en lo siguiente: alubias con chorizo, no son precisamente ligeras pero todo el mundo se las come y repite. De segundo merluza a la plancha con ensalada y de tercero lomo de cerdo empanado con pimientos. De postre uvas. La salida del comedor se produce a reacción.
A las 13:53 hacemos una draga de arrastre al suroeste de la cima de Hespérides a 708 metros de fondo. La red de la draga sube rota, pero aunque habrá perdido mucha muestra han subido chimeneas pequeñas y trozos de éstas. Tenemos la sensación de que el “efecto conejo” no se ha ido del todo. Confiemos que las alubias con chorizo de hoy alivien al que todavía mantiene relaciones internas con el conejo, y dejemos así de sufrir más sus efectos perniciosos.

Bloque de sedimento extraído con box corer, sobre la mesa del laboratorio húmedo en el momento de ser procesado

        Seguimos trabajando con box corer hasta que recuperamos la integridad de la draga. Afortunadamente hemos traído material de respeto (dos dragas, cueros, redes, tornillos, etc.) con lo que rehacer el sistema y dejarlo operativo en poco tiempo. Una vez que tenemos la draga recompuesta, largamos en la zona norte de la cumbre Hespérides para ver si logramos algo más que rocas. Recuperamos fauna y fango que ya conocíamos. Necesitamos a todas luces disponer de imágenes pues no sabemos claramente los lugares en los que la fauna pueda estar más concentrada. El Jefe de Campaña toma nota de este asunto y propone que hagamos una nueva prueba con la cámara de fotos. Realizamos la prueba de la cámara y todo fue perfecto, pero no obtuvimos ninguna foto, ya que ni disparó. Posiblemente, al cerrar la tapa le dimos a stop en el disparador. Estanqueidad perfecta, ni una gota de agua, posicionamiento aceptable. Así que, contentos porque la prueba había salido muy bien, pero no obtuvimos ninguna foto. Lo de la cámara es muy emacionante, parece que cada vez estamos más cerca de ver el fondo marino que nos ocupa.
        El contramaestre está cosiendo las redes del beam trawl. Tiene mucha destreza y es alucinante verle, con una aguja de plástico, ancha y grande, tejiendo el hilo entre las redes.
Hoy bastante gente decide merendar un bocadillo después de la comilona que nos metimos, es increíble pero cierto. Al rato, Serge Gofas invita a la segunda caja de polvorones, la primera ya nos la terminamos el ayer. Hay de limón, coco, avellana, cacao... y están riquísimos, tienen mucho éxito. Ponemos rumbo a los CTDs, ya que tenemos dos horas de travesía.
          Llegada la hora de cenar, Víctor vuelve a hacer sonar su campanilla. Increíblemente volvemos a tener apetito. Creo que cuando lleguemos a tierra y oigamos una campana como esa, a todos nos entrará instantáneamente hambre, y también mucha prisa. ¡Pavlov ataca de nuevo! Y es que al comedor no se puede ni se debe llegar tarde. De primero hay sopa de pescado, de segundo ensaladilla de atún, muy rica, y de tercero filete de ternera en salsa con patatas fritas. De postre hoy nos ponen unos kiwis muy ricos. Como simepre, Víctor nos ofrece infusiones o café.
         Poco después de cenar, nos reunimos de nuevo en el laboratorio húmedo. Hoy estamos animados, quizás porque hemos encontrado fauna, sedimentos y rocas interesantes. Acabamos sentados en círculo y contando anécdotas, riéndo y disfrutando mucho. ¡Como no!, picamos patatas, cacahuetes... hacemos varios videos divertidos de la noche. La nota simpática nos la proporciona  la risa de Jose Rueda, que es muy contagiosa y demuestra tener un gran sentido del humor.
Martes 1 de marzo de 2011
Continuamos con la redacción del diario, gracias a la recepcion de correos con fotografías de lo que sucede a bordo.
No os vayais a confundir. El Cornide de Saavedra es el buque que está en primer plano.... ¡eh!
         La avería de la carcasa del flash nos ha dejado a todos fastidiados pues las fotografías son esenciales para poder interpretar la biogeografía de las especies que estamos muestreando. Ya hemos comentado que los muestreos son puntuales y podemos extrapolar los resultados, pero esto se hace con más precisión y aproximación científica en el caso de disponer de imágenes de fondo. Luismi no se rinde ante esta adversidad y aprovecha la oportunidad que le ofrece Curro, el gran manitas del Grupo de Investigación GEMAR, de intentar revisar la carcasa e indagar la razón por la que ha entrado agua en el interior. Curro ha estado muy involucrado en la preparación de este equipamiento pero sin una responsabilidad concreta, así que no le resultan ajenos los componentes de la cámara. Contamos a bordo con un excelente fotógrafo que es Miguel García Muñoz, así que con la probada habilidad para la mecánica y la electrónica de Curro y las habilidades de Miguel con la fotografía, confiemos que podamos avanzar en la búsqueda de una solución. Nos cabe la tranquilidad de contar con el apoyo del personal de Máquinas, siempre dispuestos a echar una mano para reparar cualquier instrumento.
Parece que ha caido algo en la draga de arrastre bentónico. Emoción entre geólogos y bentólogos
     A pesar de todo esto, el optimismo no desaparece de la escena y los científicos amanecen con ganas de trabajar. Las previsiones son algo peores que en días anteriores. Tendremos marejada con viento del nordeste fuerza 4 a 5. Iniciamos un nuevo mes, con este nuevo día. Ya estamos en marzo y a todos nos parece mentira. Llevamos a bordo desde el día 10 de febrero y ya parece una eternidad. El informe de cada día sobre los muestreos nocturnos con CTD se los traslada Curro al Jefe de Campaña. Esta noche han realizado 17 CTDs, todo un record. En el barco comentan que nunca se había visto tanta eficiencia nocturna en esta técnica. Esto se debe, sin ningún género de duda, a la predisposición al trabajo que tiene Curro, quien tiene ahora, en esta  segunda parte, de compañero de guardia a Sergio Barro, un técnico especialista en la roseta y en ADCP portable.
La maniobra del sacatestigos es compleja y entraña un cierto riesgo que la tripulación maneja con gran destreza. En la foto podéis observar la cabeza del sacatestigos en posición vertical en el momento de salir de la cubierta y antes de comenzar su arriado hasta el fondo del mar.
         Visto el ritmo de adquisición de datos con el CTD hubo necesidad de realizzar una consulta al Jefe de Campaña a las 5:50 de la madrugada. La cuestión era plantear si se podrían realizar dos CTDs que faltaban para completar la malla hacia tierra. Con ello evitaríamos tener que volver a la zona y perder tiempo en el desplazamiento, ya que a partir de ahora trabajaríamos en zona de mayor profundidad y más distante de estas estaciones de CTD. El aspecto en contra de esta propuesta era que no podríamos estar en el punto planificado para las 8:00 de la mañana, para empezar con las dragas y el beam trawl. Analizada la cuestión, Luismi dio autorización para que se reacomodara el plan previsto para hoy y así se pudo completar la malla de CTDs con éxito.
         Durante la noche, Curro ha logrado recomponer las tarjetas del foco de la cámara, con lo que, en teoría, podríamos intentar trabajar con ella. Ahora sólo nos queda evitar que entre agua en la carcasa de la cámara. Tendremos otros factores que resolver, como la emisión del pinguer y ver que interfiera con el ecosonda del barco, cosa que no hemos logrado en la prueba que hicimos el domingo, de manera incomprensible, pues la interferencia debe de producirse. Gestionamos con el personal de máquinas la sustitución de las juntas tóricas, lo cual veremos a lo largo del día.
Miguel García Muñoz ejerciendo de fotógrafo científico en cualquier circunstancia
            Hoy en la travesía hacia el monte Hespérides, realizaremos dragas de arrastre en un monte situado en el interior de un canal, con coordenadas en su cima de 36º18.700'N/7º11.875'W, y que para aclararnos a bordo le hemos bautizado con Gerardine, en honor a Gerardo Bruque, ya que mostraba mucho interés en que no se nos olvidara muestrear en ese monte.
         A las 09:27 h llegamos a su cima, y largamos 1500 m de cable a popa, para realizar una draga de arrastre, DA31. Firme a las 09:44 h a 742 m de profundidad. Virando a las 09:50 h a 774 m de profundidad. Sube la draga con la red rota, pero con muestra. Mucho restos de coral muerto, Madrepora oculata vivo, gorgonias, esponjas, erizos Cidaris, fango y algunas costras. El personal de cubierta cambia la red de la draga y finalizan la tarea a las 11:08 h. Ha salido un coral vivo, que está en el acuario. Miguel le hace muchas fotos, aunque la cosa no está nada fácil. Entre el problema que da la transparencia del agua, los salpicones que pega la pecera con el balanceo del barco, el reflejo del sol y el movimiento del barco, hacer una foto es todo un reto.
           Miguel García Muñoz estudió Biología en la Universidad de Málaga. Al finalizar la carrera realizó un Máster de Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz. Hizo la Tesis de Master en el Centro Oceanográfico de Málaga (COMA) bajo la dirección de José Luís Rueda y Nieves López. Todo ello pudo ser posible gracias a que se interesó por una de las líneas de investigación que ofertaba el COMA/IEO para prácticas de dicho MASTER. Consistía en el análisis de las asociaciones de foraminiferos bentónicos entre dos montes submarinos del mar de Alborán, y el análisis sedimentológico y geoquímico de los sedimentos. Así, realizó sus investigaciones pegado a una lupa binocular, con un montón de guias de especies delante de sus narices y bajo la supervisión constante de sus dos tutores. Él dice que esta temporada en el IEO fue muy feliz y fructífera, aunque de muchísimo trabajo. Miguel ya tiene experiencia en campañas. No es esta la primera en la que se embarca. Intenta reforzar su perfil profesional a base de ganar experiencia en las campañas, donde se aprende a marchas forzadas, según nos comenta. En agosto de 2010 se embarcó un mes en el Hespérides,  en la campaña oceanográfica GAROE, para el estudio del limite externo de la plataaforma continental española en la zona de Canarias (UNCLOS).
De la red del beam trawl se extrae hasta el más minimo resto de fauna que haya quedado enganchado en ella. En esta tarea hay que esforzarse mucho y no dejar escapar absolutamente nada. Ahí teneis a los científicos rebuscando en la red cualquier evidencia de fauna bentónica.
           En esta campaña todo el mundo trabaja muchísimo, y todo el mundo hace un poco de todo. Pero siempre hay gente que parece trabajar aún más y no dejan de estar activos permanentemente. Miguel es uno de estos casos. Es un auténtico currante y este trabajo le apasiona. Él está ahí, en la escena, el primero de todos, con su cámara colgada al cuello esperando tomar las primeras imágenes de lo que suba a bordo para que luego no se pierda ningún detalle de la muestra tal y como ha salido del fondo del mar. Más tarde, una vez que la muestra ha sido triada, vuelve a hacer las fotos a todo lo que no se tiene todavía registrado, o bien lo que sea interesante fotografiar, por ejemplo, si un ejemplar es especialmente grande. No ha parado con las fotos, objetivo arriba, objetivo abajo, que tiene que cambiar según el tamaño de la muestra a fotografiar. Cada día, al salir de desayunar se viste con sus pantalones y chaqueta de agua verde, se cuelga la cámara al cuello y se pone a hacer fotos. Siempre lleva las etiquetas y el bolígrafo que pone en las muestras antes de fotografíar. Las etiquetas se suelen perder varias veces en las campañas, y por eso traen siempre de más, pero Miguel todavía no ha perdido ninguna. Todo  un logro. Como dice Víctor, “es un tipo muy apañado”.
          Utiliza un par de soportes para sujetar la cámara, y una cartulina negra de fondo que agarra con gomas para que no se vaya volando. El viento dificulta mucho su tarea, y otra dificultad añadida es la luz del sol, a veces amiga y a veces enemiga. Los días de más trabajo, alguien le ayuda para traer y llevar las muestras dee un sitio a otro, como, por ejemplo, Alejandra con quién Miguel se entiende muy bien, no en vano han realizado su estancia en el Centro Oceanográfico de Málaga al mismo tiempo. Miguel no es fotógrafo profesional, pero le gusta mucho la fotografía y ahora está encantado con esta oportunidad que le ha permitido ejercer de fotógrafo científico y participar en el Proyecto INDEMARES/CHICA. En un futuro tiene claro que se quiere dedicar al estudio de la biología marina. Le encantan las campañas y el trabajo de campo.
            La mañana resulta bastante relajada. Estamos en la zona de Hespérides, una zona aparentemente rocosa, y las dragas y box corer suben vacías o casi vacías. Realizamos otra draga de arrastre en la ladera oeste del monte Gerardine a 896 metros de profundidad. No obtenemos ningún material la repetiremos después de comer. Se considera NULA. Mientras comemos los del segundo turno realizamos una draga box corer en la zona del canal a una profundidad de 991 m. Subió sin cerrar. NULA.
El Dr José Luís Rueda Ruíz disfrutando del triado sobre la mesa de trabajo de la cubierta de estribor.
             Visto el éxito que estamos obteniendo en el día de hoy, a excepción del coral del monte Gerardine, empezamos a pensar que hoy nos ha mirado un tuerto. Especulaciones sobre el cenizo que nos ha caído en suerte y aparecen teorías de todo tipo. Es Serge Gofas el que da con la tecla. Se hace la luz y todos nos apresuramos a liquidar el asunto de la forma más expeditiva. Comernos rápidamente todo lo que sale de la cocina, especialmente el tercer plato. ¿Porque? Pues muy sencillo: por culpa del conejo. Serge, que come en el segundo turno, se quedó horrorizado cuando salieron los del primer turno y le dijeron que había conejo de tercer plato. “¿Cómo que hay conejo?, ¿y lo decís así, sin ninguna precaución?” comentaba el francés. Todos permanecíamos con una perplejidad que se manifestaba en nuestras caras. “Pero ¿porque dices esto, Serge?”, le preguntó el Jefe de Campaña sensiblemente alarmado. Serge nos explicó con suma delicadeza, que en la Bretaña francesa, los marineros no pueden decir la palabra conejo a bordo, pues trae muy mala suerte. Parece ser que hay que decir “el animal de las orejas grandes”. No se quiere ni imaginar lo que puede pasar si encima el conejo entra vivo a bordo, es guisado y es consumido por la tripulación….. ¡horroroso!, ¡todo en nuestra contra! Cuenta Serge que tampoco se puede mencionar a los curas, pues la amenaza de la mala suerte se cierne inmediatamente en lo que se haga a bordo. Serge dice que es por eso que las Dragas y box corer están saliendo nulas, y que es por eso que se ha levantado el viento y también que por eso hoy no estamos encontrando nada interesante. También nos dice que el trabajo del domingo ha sido “nul”, nulo. Y eso explicaría el desastre de la cámara, entre otras cosas. En el laboratorio, los que no eran supersticiosos se ponen a decir “conejo” sin parar para demostrar las falsedades que se le achacan al conejo, particularmente después de haber comprobado lo bueno que lo guisan en la cocina de a bordo. Serge es muy sabio, y si dice estas cosas, mejor hacerle caso. Así que es mejor comer el conejo y no hablar más del asunto.
          La comida pues, a sabiendas de la maldición del conejo -por cierto, no sabemos que van a hacer en los barcos chinos ahora que están en el año del conejo-, se nos presenta muy prometedora: brócoli con jamón, merluza a la romana y el sabido conejo al ajillo con patatas fritas. El plátano de postre, después de la polémica del conejo, se nos antoja una provocación que induce a más de una broma.
         Hemos solicitado el apoyo del electricista del barco, Manuel Carrillo Santiago “Carrillón” para que mire las juntas tóricas, y dice que va a cambiarlas por otras más grandes ya que las que están montadas no cierran bien. Igualmente, ve insuficiente las juntas originales de Benthos de las conexiones del flash, muy probablemente debido al paso del tiempo van adquiriendo un poco de holgura. Nos cuenta Carrillo que hay un fallo en el mecanizado de los orificios donde van los conectores, de forma que el rebaje del orificio hace que la junta pierda efectividad y por ahí pueda entrar agua. Lo solucionará con teflón. Con este arreglo quedará lista para probar esta tarde la carcasa vacía, para así comprobar su estanqueidad.
El Dr Raúl Merinero Palomares en la cubierta de estribor, junto al torno Vidali, disfrutando de la navegación hasta el volcán de fango Gazúl, donde comenzaría el trabajo intensivo.

          Estamos en el canal al oeste de Gerardine preparados para una draga de arrastre. Tenemos que comprobar si, una vez comido el conejo desaparece la maldición del roedor. Estamos a 941 metros y largamos 1800 metros de cable. Arrastre profundo y con riesgo de enganche. Lo sabemos. Enganchamos. Lo sabíamos. Sabíamos que podía pasar aunque no sea culpa del conejo. Gracias a pa pericia del Capitán, desenganchamos la draga y la recuperamos. La maldición del conejo se hubiera cumplido si en este primer arrastre hubiéramos perdido la draga. Pero no ha sido así. Todos luchamos con ahínco contra el conejo. No recuperamos prácticamente nada de material, solamente un trozo pequeño de coral negro. Por otra parte, los cueros que creíamos que podrían haber quedado destrocados, suben muy poco rajados. Definitivamente estamos a punto de vencer la maldición del puñetero roedor.
          Ponemos rumbo al complejo Hespérides, donde tenemos mucha faena que hacer. Los fondos allá no son menos complicados que en Gerardine, pero ya veremos. A las 15:06 largamos 1700 m de cable en el noroeste de Hespérides para realizar una draga de arrastre a 845 m. Sólo sale una concha de gasterópodo fósil de una especie propia de época glacial. A continuación probamos con un beam trawl. Largamos 1300 metros de cable a 817 metros de profundidad. Obtenemos gamba roja, estrellas que no habían salido hasta ahora, cangrejos, pez trípode y Cidaris. Hacemos una box corer en la zona adyacente norte de Hespérides, a 811 metros de profundidad, y salen arenas sin fauna espectacular.
           Con los nervios a flor de piel, realizamos la prueba de la carcasa de la cámara y del foco. Esta vez salió bien. No entró nada de agua. Por lo tanto, mañana intentaremos ver la manera de solucionar el problema de las baterías y del posicionamiento de la cámara. Vamos paso a paso, lentos, pero solucionando problemas. Esperamos irnos de aquí con al menos una foto de los fondos del Golfo de Cádiz.
         Acudimos al comedor, atraídos por el sonido de la campanita de Víctor, que siempre agita con entusiasmo para que vayamos a la mesa. Nos encontramos con unos platos fuertes y riquísimos. Casi nadie se puede resistir a probarlo todo, aunque sea un poco. De primero hay crema de calabacín,  de segundo espaguetis con langostinos y de tercero chuleta de cerdo con patatas al horno. De postre un yogur de frutas, para compensar.
El Dr Raúl Merinero imparte su conferencia en el salón de reuniones del barco

         Hoy a las nueve y media de la noche, y a pesar del cansancio, tenemos una charla de Raúl Merinero Palomares. Raúl es de Segovia y tiene un carácter extraordinario. Dice que está aprendiendo todo el rato, pero lo comenta con una sencillez propia del estudiante, a pesar de sus conocimientos enciclopédicos y de sus dos titulaciones académicas y un doctorado. Raúl es colaborador honorífico del departamento de Cristalografía y Mineralogía (Facultad de Geología) de la Universidad Complutense de Madrid. El es matemático, se licenció en Ciencias Matemáticas en el año 1990. Es empleado público desde 1989, trabaja para la seguridad social, pero su pasión es la geología. Se licenció en Ciencias Geológicas en el año 2003 y se doctoró en el año 2008. Escribió su tesis doctoral sobre los procesos mineralógicos y geoquímicos en chimeneas submarinas de carbonatos metanógenos del Golfo de Cádiz. Nos explica en su charla las teorías de como se forman los framboides de sulfuros y oxihidróxidos de hierro, y sus características. Los framboides y las chimeneas que los contienen se suelen formar bajo el sedimento. Sus estudios son especialmente relevantes para el trabajo científico sobre las chimeneas de Cádiz y para el Proyecto  INDEMARES/CHICA. Los framboides se pueden utilizar como geomarcadores, y también para estudiar las condiciones y materiales que se encuentran en otros planetas y satélites como Marte o Titán. Raúl está contento de estar a bordo del Cornide de Saavedra y de poder ver de primera mano como se extraen las chimeneas con las que el trabaja en el laboratorio. En realidad es su primera campaña oceanográfica, a pesar de los años que lleva trabajando en Geología Marina. Su trabajo no le ha permitido disponer de tiempo para asistir a estas actividades de campo. Con las muestras recogidas en esta campaña, seguirá estudiando las chimeneas de fango la formación de framboides e intentará confirmar sus teorías.
          Terminada la charla de Raúl, interesantísima por cierto, y de la polémica que se generó a su final, nos desplazamos, como casi todas las noches, al laboratorio húmedo para tomar algo y a comer pipas, kikos y otros frutos secos.
         Observamos que el turno de noche ya está plenamente operativo a pesar de la pequeña avería que surgió por causa del maldito conejo que se coló por los cables del torno hidrográfico. Al comenzar a trabajar con el CTD observaron que no existía comunicación entre la roseta y la unidad instalada en el laboratorio de toma de datos. El problema lo soluciono rápidamente el personal de maquinas pues habían estado modificando alguna pieza en el torno hidrográfico durante la mañana y los cables modificados tenían un tramo en mal estado. Lo arreglaron de inmediato y continuamos realizando CTDs por la noche.
         Estamos convencidos que el “efecto conejo” habrá desaparecido mañana y todo volverá a ser como antes. El tránsito intestinal dará cuenta del maldito conejo y acabará sus días de maldición en las simas más profundas de la mar océana.

Lunes 28 de febrero de 2011
El día de hoy, la colonia de andaluces que se encuentra a bordo está de celebración. Es el Día de Andalucía, aunque esto no ha sido óbice para que a las ocho de la mañana el testigo de gravedad, o  pirulo, salga por el pórtico de estribor a la hora planificada de comienzo de los trabajos en cubierta, y la jornada sea una más de las que ya llevamos en el cuerpo. Así que dejemos constancia del idioma andaluz para que nuestros seguidores sepan lo complicado que es este idioma y, sin embargo, la gracia tan grande que tiene. Dice el Jefe de Campaña, gaditano, a Nieves López, onubense, “Quillá, jhála laguita panostá mojhaíta”, queriéndole indicar que se cerrara la chaqueta del traja de aguas, tirando de la jareta que circunda la cintura de la prenda, si iba a salir a la cubierta, y de esa manera evitar que le entrara agua por la cintura. Observar que el Jefe de Campaña cuando habla andaluz lo hace componiendo pareados. La Doctora onubense, que tiene aún más fuelle que el geólogo marino de Arcos de la Frontera, le responde con mucho ájhe: “Tekíyá puí conlaguita; mojhá mojhá méqueao yá”, queriendo decir con esto que después del primer pirulo ya se había mojado bastante al tener que lavar el tubo del sacatestigos y extraer la camisa de su interior.
Muestra de box corer con un organismo perforante

    Vamos a tener suerte con el día pues la AEMET nos anuncia marejadilla con viento norte fuerza 3. Lo que más  nos preocupa es el viento del norte que llega al Golfo de Cádiz casi gélido. Esto nos pone  el cuerpo fatal a los que estamos en cubierta, y peor aún a los que lavan las muestras en la columna de tamizado. Mucho nos tememos hoy que al caer la noche  va a haber que tomar, como hacen los buenos piratas, una garrafa de ron para atemperar el cuerpo humano.
         Durante la noche hemos estado trabajando en la malla de CTD que esta sobre Albolote y Gazul, y hemos realizado 13 rosetas. A primera hora hemos lanzado un magnífico  pirulo en la cumbre de Anastasya a 459 m de profundidad. Hemos tenido que salvar algunos problemas en la boca del sacatestigos. Nuestros odontólogos a bordo han realizado una endodoncia y le han extraído un tornillo, así que hoy ha tenido que morder el fango con dos tornillo de seguridad únicamente. Como era de esperar, hemos detectado la presencia de la brecha fangosa y un  fuerte olor a sulfídrico. Continuamos en la cumbre de Anastasya, donde realizamos una box corer a 458 metros de profundidad. Sube cargada con bastante sedimento y desprendiendo fuerte olor a sulfihídrico. Fina capa de fango hemipelagico a techo, brecha fangosa con motas de materia orgánica dispersa, galerías, talasínidos, restos de moluscos asociado a emisiones de gas. Interesantísimo. Una buena muestra  que satisface a todos. El público disfruta de esta faena de la box. Vuelta al ruedo del Jefe de Campaña y se retira por los terrenos del 7 hacia el puente. Ya desde su puesto de gobierno ordena un nuevo lanzamiento de box al suroeste de la anterior. Hay 460 metros de agua. Extraemos fango hemipelágico, brecha fangosa, materia orgánica, galerías, talasínidos, bivalvos vivos asociado a emisiones de gas.
Interior de uno de los testigos de gravedad

         Transcurre la mañana y observamos que el viento del norte no hace acto de presencia, como cabría esperar. Todos contentos pues en cubierta hay un sol muy agradable y una temperatura que a muchos les parece perfecta. No hace mucho frío, no hace mucho calor, a pesar de la cantidad de fango que hay que lavar, la gente está contenta. Se nota que con el descanso del sábado y el buen tiempo tanto los científicos como la tripulación se les transforma la expresión de la cara.
         Nos trasladamos a Tarsis donde realizamos una draga de arrastre en la ladera noroeste. Largamos 1200 metros de cable a 565 metros de profundidad. Han salido pennatulaceos, restos de braquiópodos y Flabellum. A las 12:30 arriamos una nueva box corer al sur de la depresión de Tarsis. Fondo a 639 m de profundidad. Fauna típica de fango hemipelágico.
Por fin llega el primer turno de comida. Antonio Fernández Iglesias, el Primer Cocinero, nos ha preparado lentejas, que le salen deliciosas -algunos dicen que es el plato que mejor hace, lo cual quiere decir que aún no han probado su purrusalda o algunos otros-. De segundo rosada en salsa verde, y de tercero pechuga de pollo con patatas.
            Un paseo por el barco nos indica la magnifica utilización que hacen de los espacios a bordo. Ya os he comentado que en un barco no se desperdicia un solo rincón. En este buque hay 4 departamentos, máquinas, puente, cocina y cubierta, al igual que en cualquier otro. En el puente hay tres timoneles, pero ellos, en su calidad de marineros, también realizan trabajo en cubierta. En cubierta el encargado es el contramaestre, José Manuel Alonso Campelo. Él recibe órdenes del Capitán y luego se las transmite a los marineros. En total hay 7 marineros de los cuales tres son timoneles, son por lo tanto personal de puente, pero también ayudan en todas las actividades de cubierta. Hay 3 turnos de trabajo, con el fin de poder tener operativo el buque las 24 horas del día: de 4 a 8 (y de 16 a 20), de 8 a 12 (y de 20 a 24) y de 12 a 16 (y de 24 a 4). Los marineros dicen que el peor turno es de 4 a 8, porque te rompe la tarde y también la noche, y llevas un biorritmo diferente al del resto de la gente.
         La actividad nocturna con el CTD también condiciona su horario. Los marineros asisten a este servicio y colaboran en el arriado del sistema. De 4 a 8, están de guardia Ramón Manuel Sambad Pérez, que es timonel y Roberto Álvarez Giraldez, marinero. En la guardia de 8 a 12, están José Tarrio Oubiña, timonel y Francisco Nogueira Rua, al que todos llaman Paco o Patxi. En el turno de 12 a 4, está Juan López Senlle de timonel y de marinero Manuel Mayo Tajes. Patxi es también el carpintero, tiene una pequeña carpintería abajo, pero ahora que el barco ya no es de madera, la verdad es que se usa poco y él está la mayor parte de su tiempo en cubierta asistiendo maniobras, o ayudando en alguna cosilla que necesiten los de máquinas. Patxi es muy alto y tiene cara de bonachón. Cuenta que ha llegado a estar 10 meses en la mar sin pisar tierra y eso se hace muy duro por la separación familiar. Uno nunca se llega a acostumbrar.
Reunión en la biblioteca con el Jefe de Campaña

        Todos los arrastres de pesca, dragas de arrastre, box corer, beam trawl o cualquier otro tipo de arte que se haga en cubierta, es realizado por el equipo de cubierta. Ellos lanzan el arte y lo recogen, cosa que no es tan fácil como parece, es maquinaria pesada.  Hay varias grúas en el barco, para subir, bajar y mover las máquinas. También hay metros y metros de cable para poder largar las máquinas. Desde el puente les dicen cuantos metros hay que largar, y ellos largan, ya sea por popa, estribor o babor.  Además de manejar las máquinas de cubierta, también ayudan a reparar, y en muchas ocasiones son los únicos que saben como hacerlo. Su ayuda es inestimable con la box corer. También hacen pequeños arreglos a cualquier cosa del equipo que pueda estar estropeada. Siempre están en su puesto de trabajo y dispuestos a ayudar. Y además, con buena cara y buenas maneras.
(Izquierda) Reflectividad de los montes Chica 1 y 2; (Derecha) Perfil de Sparker sobre Chica 2

        Nos desplazamos a los montes Chica, donde largamos 1350 metros de cable para realizar una draga de arrastre en la ladera noroeste de Chica sur, a 658 m de profundidad. Recogemos escoria, pennatulaceos, braquiópodos. A continuación realizamos otra draga de arrastre en la ladera este de Chica sur largando 1350 m de cable a 653 m de profundidad. Obtenemos escoria y fauna asociada. Cambiamos el sistema y atacamos el fondo con una box corer en la cima de Chica Sur a 652 metros de profundidad. Obtenemos sedimento hemipelágico. A las 16:24 h realizamos otra box corer en el sur de la depresión de Chica a 755 metros de profundidad. Arena gruesa biogénica a techo y fango a muro.
          Seguimos en nuestro intento de dejar operativa la cámara de fotos. Después de la draga Curro preparó la carcasa de la cámara de fotos submarina y el foco para arriaron hasta 650 m y comprobar la estanqueidad. En la de la cámara entró bastante agua, y en la del foco no. Continuamos con los CTDs.
         Ya es la hora de la cena. No siempre da tiempo de ducharse o tomar una caña antes de cenar, pero como hoy tuvimos que empezar muy pronto con los CTDs, los del turno de día han tenido un rato para prepararse. De primero hay sopa de letras, de segundo atún a la plancha con ensalada, y de tercero pizza de jamón, bacon y champiñones. De postre, pera. La pizza tiene un éxito arrasador. Mucha gente repite. En cocina ya se lo saben todo, así que han hecho suficiente cantidad como para que la gente repita a gusto.
         A las 9 de la noche se abre el sello, el entrepot, donde podemos comprar alcohol, ginebra o whysky, porque ya hemos acabado con todo el ron que había a bordo, ¡parecemos piratas! También hay tabaco para los fumadores, que aún quedan muchos a bordo (Chester o Coronas), todo libre de impuestos, así que la cosa sale más económica que en tierra. Alguna ventaja habría de tener estar en medio de la mar durante días, trabajando sin cesar día y noche. Después nos reunimos en el laboratorio húmedo, mientras Curro y Sergio trabajan con el CTD. Es el día de Andalucía, y con la excusa sacamos todo lo que tenemos para picar: pipas, kikos... y nos lo comemos todo, a pesar del atracón que nos habíamos metido en la cena. De hecho, la pizza que sobró de la cena, no llegó a las 12 de la noche, pues había pequeñas visitas a la cocina para hacer bocadillos y comer pizzas. Los marineros que estaban viendo la tele también comieron pizza hasta bastante tarde. Una buena idea lo de la pizza, sí señor.

Domingo 27 de febrero de 2011 
Una mañana soleada en la que parece que puede ser una buena jornada de trabajo. El Cornide de Saavedra se hace a la mar a las 09:00 en punto, mientras el IP permanece en puerto haciendo las fotos que podreis ver en esta narración. Ya tenemnos en nuestro poder la crónica que nos han enviado desde el barco. Tan pronto pueda os la cuelgo para que podais conocer las incidencias del día. Ya os adelante que hemos tenido un pequeño percance con la iluminación de la cámara y hemos tenido que suspender las actividades con ella puesto que los circuitos han quedado inutilizados. No sabemos todavñia la razón, cosa que se está investigando, pero en la primera inmersión ha entrado agua marina en el compartimento estanco del foco de luz y ha fundido el ciurcuito eléctrico.

El B/OCornide de Saavedra sale a navegar, la mañana del domingo, con el emblema del Proyecto LIFE izado de su palo mayor
         Salimos a la mar a las nueve en punto de la mañana. Dejamos en el muelle del puerto de Cádiz al Investigador Principal del Proyecto INDEMARES/CHICA haciendo fotografías del buque en la maniobra de desatraque. A penas salimos a la mar nos comunica el Jefe de Campaña que vamos a tener marejada a fuerte marejada con viento del nordeste fuerza 5, arreciando a 6 por la tarde. Saliendo del puerto comenzamos a ver los borreguillos que forman las olas y alguno se empieza a inquietar por los movimientos del barco, no vaya a ser que empiecen los mareos y sus consecuencias desastrosas. Las bajas en el trabajo son terribles, tanto para el que las padece como por las ausencias en la mesa de trabajo, en la que hay que repartir más trabajo para los que aguantan en pie. En fin, el Jefe de Campaña recomienda que el que se encuentre un poco flojo se tome la conveniente Biodramina y que se prepare por si hay movimiento.
Proa del Cornide de Saavedra en el momento de inicar la maniobra de salida del puerto de Cádiz
          Nos alejamos del muelle nº 1 mientras Víctor Díaz-del-Río pone al rojo vivo su cámara disparando foto tras foto de la salida del buque. Víctor llegó ayer al medio día a Cádiz, para reunirse con el Jefe de Campaña y hablar con el equipo científico desplazado a bordo. Como ya todos sabéis, tuvimos ocasión de hablar de todo lo que llevábamos hecho hasta el día de hoy. Su preocupación por los más mínimos detalles de la campaña son muy de agradecer, pues resultan un acicate para procurar hacer mejor las cosas. Su reunión de seguimiento de la campaña con Luismi, el Jefe de Campaña, pone de manifiesto la buena sintonía en el trabajo que reina en el seno del Grupo de Investigación. Trabajan codo con codo desde hace muchos años y se conocen perfectamente el uno al otro.  Han analizado todos los avances hechos en la campaña y lo que resta por hacer. Su apoyo a todas las decisiones de Luismi es importante y no le ha faltado nunca, cosa que da solidez a la propia investigación y refuerza la imagen corporativa que ambos quieren transmitir a los invitados a la campaña y a los que contemplan al IEO desde fuera. 
Con el sol de la mañana iluminando la banda de estribor, el Cornide de Saavedra se hace a la mar para encarar la segunda parte de  la campaña.
           Hay nuevos investigadores a bordo. Los científicos del área de Recursos Vivos ya se han desembarcado, pues en esta segunda parte de la campaña no realizaremos ningún arrastre demersal, ya que todos los que había que hacer se han concentrado en la primera parte. Su salida del barco deja paso al equipo de bentólogos de la Universidad de Málaga. Ellos ya vinieron a Cádiz ayer, y durmieron en el buque anoche.
         Hoy es domingo, aunque al principio parecía un lunes cualquiera, pues estamos madrugando y empezando a trabajar de nuevo después de un día de descanso en puerto.  Descanso para algunos, pero no todos, como por ejemplo Nieves  López que ha pasado gran parte del sábado organizando equipo y material para la segunda parte de la campaña.
La lancha del Práctico se acerca al Cornide de Saavedra para atender el servicio portuario

           En realidad, la entrada al comedor para desayunar es el momento en el que puedes asegurar que es domingo. Ves la mesa llenita de churros y a Víctorino Paz, el Mayordomo, que te pregunta si quieres chocolate. ¡Por supuesto, Víctor, muchas gracias! Y cuando te estás sentando, después de saludar al resto de los comensales, ya tienes a Víctor de nuevo a tu vera, con la bandeja cargada con el material inventariable y el fungible, dispuesto a depositar la taza y a servirte el chocolate. La bandeja de churros en medio de la mesa es repuesta a medida que van siendo consumidos. Las manos de los científicos sobrevuelan la mesa y se dejan caer sobre la bandeja de manera que los churros van desapareciendo a gran velocidad. No hace falta preguntar para saber que hoy están particularmente buenos.  
         Tan pronto estamos en la mar navegando fuera de la rada del puerto, nos dirigimos a Gazul, que resulta ya muy familiar para todos nosotros. A medida que nos alejamos de tierra vamos perdiendo cobertura y conexión a Internet. Volvemos a realizar los ejercicios de abandono del buque que realizamos el primer día, pero esta vez probamos la salida de emergencia que hay desde el piso del gimnasio, los infiernos en el argot popular, que consiste en una serie de trampillas, así que hay que ir trepando de una a otra para poder salir a cubierta. Es como un pasadizo secreto de las películas donde hay castillos de la Edad Media. Si hay un incendio de verdad, espero que nos demos mucha más prisa en subir de la que nos hemos dado hoy. La tripulación nos explicó como usar los botes salvavidas y los trajes de seguridad. Un buque como este tardaría un buen rato en hundirse, por lo que tendríamos tiempo de ponernos el traje y ayudarnos unos a otros antes de tener que abandonar el buque. Esto, por muy extraño que parezca, es una tranquilidad. Si se hunde, se hundirá despacio …… ¡ohú, que alegría! Pues con esas empieza el meneo del barco. ¡Hala!... a por la Biodramina.
           En el tiempo de travesía hasta Gazul, que ronda las tres horas, todos los científicos se afanan en ordenar el laboratorio, revisando los puntos de muestreo y diseñando nuevos lugares donde podríamos realizar arrastres complementarios en previsión de que la cámara no diese buenos resultados. Cuando llegamos a Gazul, realizamos un perfil con la cámara de fotografía submarina. La velocidad de disparo de la cámara fotográfica es de una foto cada 4 segundos. Nos encontramos con el primer inconveniente, el pinger de localización no emite a una frecuencia adecuada para que se vea la posición de la cámara en la ecosonda. Su frecuencia de emisión debe de interferir en la del ecosonda y de esa manera podremos observar una señal oscura sobre la pantalla de control de la profundidad y deducir la posición que ocupa la cámara con respecto  al fondo. Decidimos subirla a bordo, y pensamos otras alternativas: usar el altímetro de la roseta, o bien, instalar el sensor de profundidad utilizado con el beam trawl. Nos decantamos por ésta última. Lo instalamos y dejamos la cámara preparada.
Esperando en el púlpito a que llegue la muestra a bordo
           Entre tanto ha llegado la hora del almuerzo del primer turno. Al ser domingo, la comida es especial, aunque la verdad es que todos los días lo es, así que nos acicalamos para disfrutar de los manjares que nos han preparado “los antoninos” y nos sentamos a la mesa en nuestros  puestos respectivos. Una tarjeta dispuesta junto a las paneras nos ilustran sobre los servicios que van a ser servidos en el día de hoy. Ya sabemos que siendo domingo el almuerzo se inicia, tradicionalmente, con unos entremeses de alta calidad: queso manchego curado y semi curado de una de las fincas más acreditadas de la muy noble Ciudad Real, acompañado de finas láminas de untuoso jamón ibérico cortado a mano con cuchillo jamonero, pan recién hecho en los hornos altos de la cocina -pues están a la altura de los ojos para no agacharse-, y un vino tinto generoso que ayuda a refrescar el gaznate. De segundo plato nos sirven una rosada en salsa de almejas en la que nos vemos obligados a mojar el resto del pan que había quedado en las paneras después de degustar los entremeses. Y de tercero, un bistec tamaño mapamundi adornado con tiernos y sabrosos, además de aromáticos, pimientos rojos asados. Una auténtica delicia que arranca las más encendidas alabanzas de todos los comensales, particularmente  los recién incorporados, hacia los restauradores de la cocina. El postre, siguiendo la tradición de los más refinados gourmets, se sirven uno refrescante tarta helada al whisky que algunos aderezan con unas gotitas del destilado escocés. Como es habitual, los comensales salen del comedor rodando como croquetas, pero con energías renovadas para afrontar la tarea que pueda aparecer en cubierta.
            Durante los turnos de almuerzo realizamos un testigo de gravedad en la cima de Gazul, a una profundidad de 364 m. La longitud del sondeo es de 43 cm de brecha fangosa. A continuación realizamos una draga de arrastre, al norte de Gazul. Largamos 1000 metros  de cable a 444 metros de profundidad. Obtuvimos enlosados de diferentes tamaños, 10 especies de esponjas, gorgonias, Leptometra, Cidaris, bioclastos. Fauna de fondos duros con una alta biodiversidad. Los bentólogos, encantados de la vida. Raúl Merinero, ansiando ver chimeneas, pero ya se va contentado con los enlosados tan vistosos que comienzan a subir del fondo del mar. Nos disponemos a realizar un nuevo arrastre en las crestas al oeste de Gazul, a 460 m de profundidad. El resultado es: fauna es de fondos blandos con bioclastos, Leptometra y Cidaris.
A las 15:25 h Juan Diego Jiménez, el técnico de la cámara de fotos, informa al jefe de campaña que se ha presentado una avería de difícil reparación en el foco de la cámara. El sistema de iluminación parece que ha quedado inutilizado ya que entró agua en el tubo y ha fundido la tarjeta de los leds. Esta contingencia ha provocado que no se pueda obtener ninguna foto de los fondos marinos de las zonas de trabajo. Entonces y tras informar al investigador principal del proyecto, el jefe de campaña decidió desembarcar al técnico ya que no se requería su presencia a bordo, pues su única misión era realizar fotografías del fondo marino, y sin la cámara, su tarea es imposible de realizar.
El Jefe de Campaña analiza las alternativas de muestreo ante el fallo de la cámara de fotos

            Por la tarde ya no podemos realizar ninguna actividad científica, pues tenemos que ir al puerto de Cádiz, lo que nos toma unas 3 horas. Para no tener que atracar en puerto, lo cual requiere la participación de los prácticos -con el consiguiente incremento de la factura-, y realizar toda la maniobra de salida de nuevo, el buque se acerca al puerto. y el técnico es desembarcado en una zodiac hasta Cádiz en compañía del Contramaestre.
             Es en este tipo de situaciones, en las que se ve la importancia de un jefe de campaña y la necesidad de que sea eficaz. Luismi tuvo que tomar muchas decisiones y muy rápidamente. Como estaba previsto en el plan de campaña, si sobraba tiempo, la campaña se extendería a los “volcanes del sur”, una formaciones geológicas similares a las que hemos estudiado en la primera parte de la campaña. Ahora que no vamos a poder hacer las fotos, se va a seguir el “plan B” y efectivamente, irremos a inspeccionar la zona de chimeneas y volcanes submarinos que se encuantra al sur de donde estamos ahora, algunas zonas quedan ya a la altura del estrecho de Gibraltar.
          Nuestro jefe de campaña, Luis Miguel Fernández Salas, tiene un trato muy cercano, tanto con la tripulación como con su equipo científico. Tal vez ese sea parte de su secreto para funcionar tan bien. El equipo en general es bastante participativo en la toma de decisiones, y Luismi aprovecha el conocimiento de todos y escucha todas las opiniones para la toma de decisiones.
          Luismi es de Arcos de la Frontera, y a menudo bromea y toma el pelo a la gente, y tanto por lo que dice como por como lo dice, tiene mucha gracia. Estudió Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz. Cooperó con el Departamento de Geología como Alumno Claborador, lo que le permitió realizar unas prácticas en el Centro Oceannográfico de Málaga bajo la tutoría de Víctor Díaz-del-Río Español, iniciándose en la investigación de la Dorsal de Alborán. Escribió su Tesis de Licenciatura sobre la evolución holocena de los deltas del mar de Alborán. Se fue a Italia tres meses, a la Spezia, y trabajó en SACLACENT, perteneciente a la NATO. Hizo un curso de Formación de Personal de Investigacón, y trabajó en la empresa privada ESGEMAR, S.A. dedicada a los estudios geológicos submarinos. Durante los tres primeros años en la empresa estuvo de becario en régimen de prácticas, periodo de tiempo tras el cual fue contratado. En el 2001, obtuvo una plaza por oposición de Técnico Superior Especialista en el IEO. Trabajó un año en la sede central del IEO en Madrid. En el año 2002 se trasladó al Centro Oceanográfico de Málaga. Ahí, comenzó su cooperación con Víctor Díaz-del-Río que por entonces eran los únicos geólogos marinos del grupo GEMAR. Siguieron unos años de planificaciones, crearon el equipo de geología marina a base de recibir estudiantes en prácticas y de generar contratos contra proyectos. El crecimiento de la unidad de investigación fue la base del trabajo que ahora realizan, en el que cuentan con una media de 12 investigadores y técnicos. Hoy cuenta con cuatro investigadores titulares y siete contratados, a los que hay que añadir los estudiantes de Master y los que se reciben en prácticas procedentes de los países de la UE.  En 2008 hizo su Tesis doctoral, que fue en cierto modo una ampliación de su tesina. Se centró en el estudio de los sistemas deltaicos desde Faro a Cabo de Gata, estudiando la evolución de los depósitos sedimentarios bajo condiciones de cambio climático. Después de la Tesis doctoral, pudo optar a la categoría de Investigador Titular lo que le ha permitido incrementar sus responsabilidades en I+D en el IEO y en el sistema nacional e internacional. Uno de sus grandes logros más recientes, ha sido la cooperación entablada con un grupo de análisis matemático de la Universidad de Málaga en proyectos comunes, actividad que está permitiendo realizar una Tesis Doctoral bajo su dirección y que habrá de dar aún más frutos en el inmediato futuro.  
Sergio Barro revisa los componentes del CTD y del ADCP portable

          Siempre se levanta el primero, al menos de los científicos, pues el marmitón Enrique López Martínez se levanta a las 5 de la madrugada. La verdad es que Luismi no duerme mucho, quizás el peso de su responsabilidad le impide conciliar el sueño. Ya sabéis que siempre desayuna con el Capitán, y con quien esté levantado a las 7.15, que no son muchos. Es dinámico y activo, pasa la mayor parte del tiempo en el puente, supervisando y dirigiendo las actividades científicas junto al Capitán. Cuando los artes suben a cubierta, baja y supervisa las atividades, comprueba que todo esté saliendo bien, y pregunta si hay alguna particularidad sobre lo que hemos encontrado. Todo eso lo apunta luego en su Ipad en el cual va escribiendo su diario de bordo, en el que apunta en detalle todas las actividades realizadas. Come cuando puede, por lo que a menudo tiene que cambiar su turno de comida.
           Después de realizar la operación de desembarque del técnico, nos dirigimos a la primera estación de CTD de la nueva malla de muestreo hidrológico que ha planificado Ricardo Sánchez, que en esta parte de la campaña realizarán por las noches Curro y Sergio.
Hoy hay una cena deliciosa, de primero sopa, de segundo arroz con sepia, estilo paella, y de tercero filetes de pavo en una salsa sabrosa. Tuvo tanto éxito que Víctor tuvo que ir a la cocina a por más pues fueron varios los que repitieron. Y de postre, un plátano.
           Después de cenar, a las 9, el equipo científico se reúne en la biblioteca para realizar un nuevo plan de campaña. Es una pena no poder tomar las fotografías submarinas que tantas ganas teníamos de ver y que tan necesarias son para los estudios del bentos marino. Nos hubiesen permitido ver el fondo marino que hemos estado extrayendo durante la primera parte de la campaña, analizando, midiendo y estudiando, en su hábitat natural, ver como es el ecosistema en su totalidad, en el agua.
           Cuando cae definitivamente la noche y los cuerpos se van rindiendo al cansancio, cada cual se va retirando a su camarote y comienza la desvandada. Solamente quedan de guardia Curro y Sergio para continuar con la recogida de datos de columna de agua. Hay que coger fuerzas para la jornada siguiente y para toda la semana, que promete ser muy interesante y mantenernos muy ocupados.

Sábado 26 de febrero de 2011
Hoy hace en Cádiz un tiempo primaveral. Sol a raudales y ni una nube en el cielo.  Ya se respira el ambiente carnavalesco que caracteriza la ciudad en esta época del año. Desde primera hora de la mañana, tripulantes y científicos escapan del barco para disfrutar de la vida en tierra. Prácticamente ninguno almorzará a bordo, asunto importante pues para eso ya se ha realizado una encuesta  para que la cocina prepare el numero de comidas equivalente a las personas que van a comer en el barco. Los científicos prefieren el aire bullicioso  de la calle, de los bares y restaurantes capitalinos a la excelente cocina del Cornide de Savedra. Algunos han recibido a sus familias que, aprovechando el fin de semana se han acercado a Cádiz para disfrutar de una jornada festiva. Otros, los que se han desembarcado, han desaparecido en el mismo momento en el que  el barco ha hecho firme en el punto de atraque.
El Cornide de Saavedra atracado en el muelle nº 1 del puerto de Cádiz
    La cita obligada era por  la tarde, momento en el que irían apareciendo los científicos de relevo. De La Universidad de Málaga han venido cuatro personas nuevas, lideradas por el acreditado naturalista, geólogo y biólogo, Serge Gofas, especialista en bivalvos quien ya tiene larga experiencia de cooperación con el Instituto Español de Oceanografía. En la tarde de ayer ya había llegado a Cádiz Pilar Mata, Investigadora Titular del Instituto Geológico y Minero de España quién ha pasado largos años de Profesora Titular de la Universidad de Cádiz. Ella trabajará en colaboración con Nieves López las muestras geológicas que se están extrayendo en esta campaña. También Pili tiene larga experiencia en materia e colaboración con el Grupo GEMAR del Centro Oceanográfico de Málaga. Su relación con el IEO le viene de proyectos como TASYO, MVSEIS o MOUNDFORCE, además del Proyecto de Excelencia Científica denominado CADHYS, dirigido al estudio de las mineralizaciones derivadas de la expulsión de fluidos hidrocarburos en el Golfo de Cádiz. De aquí su interés por el Proyecto LIFE/INDEMARES en el que ahora se embarca.
Los físicos analizando la avería del CTD en el laboratorio húmedo
    De Madrid procede también el Dr. Raúl Merinero, colaborador de la Facultad de Geología de la Universidad Complutense de Madrid. Raúl ha realizado su Tesis Doctoral sobre  algunos aspectos de la geoquímica de las chimeneas carbonatadas del Golfo de Cádiz. Se ha convertido en el experto de referencia en España  para esta materia. La perspectiva de Raúl es muy singular pues aúna en su mirada la perspectiva del matemático y del geólogo. Licenciado en Matemáticas, descubrió un buen día que lo que le gustaba era la Geología, así que decidió emprender los estudios de esta Licenciatura y ahora intenta encontrar un hueco en el sistema que le permita ahondar en sus investigaciones sobre las mineralizaciones relacionadas con las expulsiones de metano. Es estrecho colaborador de científicos de renombre en esta disciplina, como es Rosario Lunar o Jesús Martínez Frías. Su participación en esta campaña, y en los estudios que de ella puedan desprenderse, nos garantizan poder disponer de un riguroso estudio geoquímico de los substratos que constituyen el hábitat que estamos estudiando.
El Jefe de Campaña dialoga con Nieves López y los bentólogos de la UMA
    De la ciudad de Málaga procede el Técnico de Imagen Juan Diego Jiménez, perteneciente a la empresa NAGATECH, quien se ha encargado de transformar la cámara de fotos analógica en digital, transformando igualmente el flash de tungsteno en foco lumínico con leds. Esta modernización del equipo puede suponer un fuerte impulso a las prospecciones del fondo que realizamos en este proyecto, pero reviste aún mayor importancia por ser un sistema muy versátil de fácil utilización con el que se puede operar desde buques de pequeño porte. En esta campaña vamos a probar por vez primera el sistema, después de su transformación.
    A media tarde estaba en el puerto el IP que se había desplazado hasta Cádiz para reunirse con el Jefe de Campaña  y ver los avances que se habían producido en la primera parte de la campaña, sirviendo además de apoyo para los asuntos que quedaran pendientes de resolver para el momento del desembarque definitivo. El encuentro a bordo facilita el montaje de la estructura de la cámara de fotos y la instalación de los tres componentes en su lugar correspondiente, De esa forma se evitan riesgos de golpes en el trasiego hasta la popa, lugar en el que ha de descansar la estructura. Se monta el instrumental y se prueba en seco. Todo parece funcionar correctamente aunque habrá que sumergirla para comprobar que el sistema es capaz de hacer fotos de calidad, con iluminación y profundidad de campo suficiente.
Raúl Merinero, Luismi Fernández Slas y Juan Diego Jimémez montando la estructura de la cámara de fotos en la cubierta del Cornide de Saavedra

    En el laboratorio húmedo se encuentra Ricardo Sánchez Leal procurando reparar el CDT. Su reciente paternidad por segunda vez, le hace sentirse particularmente feliz, aunque preocupado por la avería que presenta el CTD. A su entender habrá que enviar el equipo a USA para repararlo pues tiene una avería en el circuito de bombeo del agua marina para la cual no hay repuesto entre el material de respeto.
Curro López y Juan Diego Jiménez, ante la atenta mirada de Rocío que solamente tiene ojos para Curro, comprueban la iluminación del foco de la cámara, una vez que el sistema queda todo montado. Observad en primer plano el cilindro de acero con asas que contiene la cámara digital.
     Va cayendo la noche y se va abriendo el apetito. Decidimos salir del barco para ir a tomar unas cañas y cenar algo ligero pues mañana hay que volver a salir a la mar temprano y hemos de estar todos operativos. Nos damos cita unos cuantos en un bar de la Plaza de San Juan de Dios, muy cerca del Ayuntamiento de la ciudad. Caen unas cuantas cervezas y, a continuación, al Fogón de Mariana, muy cerca del bar, junto a la Fábrica de Tabaco reconvertida en Palacio de Congresos. Buen ambiente y buena comida. Últimas copas en “El Gusto”, según nos indica Rocío, la novia de Curro, y caminamos hacia el lugar. Cuando nos topamos con la fachada del pub nos damos cuenta que el nombre del local era Woodstock, que, evidentemente, en gadita se dice “el Gusto”.
    Y con esas nos vamos a dormir para mañana estar en pie antes de  que el buque comience a navegar. El IP tiene que recoger un pen driver con información que le han preparado los científicos a bordo y, a renglón seguido, fotografías del buque partiendo del puerto de Cádiz. Por cierto, un punto de atraque fantástico, junto a misma entrada del puerto. La Autoridad Portuaria se ha portado muy bien esta vez.

Viernes 25 de febrero de 2011
Ayer no hemos tenido comunicación electrónica con el barco, así que tendremos una demora en la inserción de la actividad que ha desarrollado en los dos últimos días. Por las conversaciones telefónicas, via satélite, sabemos que la actividad continua siguiendo el plan previsto y los muestreos siguen arrojando resultados muy interesantes en términos de biodiversidad.

          La previsión meteorológica para el día de hoy nos dice que vamos a tener buen tiempo y buena mar. Soplarán en el Golfo de Cádiz, en la zona de expulsión de metano en la que están trabajndo, vientos del NE rolando a N por la tarde, fuerza 4 amainando a 3. Tienen marejada por la mañana que irá mejorando a marejadilla a medida que avance el día. 
           Ahora lo que nos preocupa es la masa de aire frío que se nos viene encima y que comenzará a afectar a la Península Ibérica a partir de la tarde/noche de hoy. En la imagen de la izquierda podréis apreciar ese cinturón nuboso de aire muy frio que recorre todo el Atlántico Norte y que se inicia en el Ártico. Es una frente nuboso que va a darle un meneo fuerte a todo el norte de la Península, así que confiemos que no nos afecte demasiado en el sur, pues el próximo domingo iniciaremos la segunda parte de la campaña e intentaremos obtener imágenes del fondo marino con una cámara digital de alta resolución, para lo cual es muy necesario tener buena mar.
Observad la pericia de algunas aves rapiñando los descartes que van saliendo del buque
          Sea como fuere, hoy hemos previsto finalizar la primera parte de la campaña, así que mañana sábado, D.m., tendremos al Cornide de Saavedra atracado en el puerto de Cádiz. Durante esa jornada se procederá al relevo del primer turno de embarque, de forma que desembarcará una parte del equipo de científicos y embarcarán otros colaboradores especialistas en diversas materias (dinámica de masas de agua, mineralogía, geoquímica, imagen digital, bentos infaunal y suprabentónico) procedentes de la Universidad de Málaga, de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universidad de Cádiz  y del Instituo Geológico y Minero de España.   
Ahí tenéis otra hermosa vista de la misma actividad rapiñadora. Las aves marinas nos han deparado hermosísimas fotos durante esta campaña.
          Amanece un día soleado con un brillo casi cegador. Las previsiones son de marejadilla con viento del NE fuerza 3. También tenemos otra previsión que a todos nos hace mucha ilusión, que es la de regresar a puerto cuando hayamos acabado con la tarea de hoy. Parece mentira, pero esta perspectiva se convierte en toda una meta a medida que se va acercando el sábado. Mañana es el día en el que tenemos que sustituir parte del equipo científico y, en consecuencia, tendremos que estar en Cádiz para hacer este relevo. La verdad es que a todos nos apetece una jornada de descanso en puerto. Como habréis visto a lo largo de las narraciones diarias, el trabajo es bastante duro e intensivo, y la posibilidad de disponer de un día entero para descansar nos anima a todos. Hemos llegado a perder la noción de los días de la semana de tanto trabajar día tras día, así que ya toca descansar un poquitín.
    Tripulantes y personal científico asetean al Jefe de Campaña con preguntas continuas sobre la hora a la que llegaremos a Cádiz, y la tarea que hay que hacer en puerto, o si tal o cual cosa hay que hacerla antes de llegar a Cádiz. Lo de siempre. Lo cierto es, que no siquiera el Jefe de Campaña sabe a ciencia cierta la hora a la que se va a dejar de trabajar ni a la hora a la que se llegará a puerto, pues todo depende del momento en el que se termine la faena. Por eso las respuestas siempre suenan a evasivas para los interrogadores, pero Luismi no puede escapar a este suplicio que incrementa el peso de la púrpura. En cualquier caso, él mismo también ansía llegar a puerto para descansar un poco y poder contactar con su familia, al igual que hacen todos los demás.
Luis Miguel Fernández Slas y Juan Gil Herrera observan desde el puente la manniobra del beam trawl
     A las 07:57 estamos sobre el volcán de fango Pipoca.  El Tercer Oficial, Maximino Cordeiro Moledo, “Maxi” para los amigos, ya está estudiando la deriva del barco para situarse justo encima del punto planificado y acertar con el box corer como si de una diana se tratara. Es el record que buscan entre los oficiales del puente, tratando de reducir al máximo la distancia que tercia entre el punto teórico del muestreo y el punto real en el que ha caído la draga. La verdad es que las diferencias son mínimas, pero entre ellos se miden esas distancias en milésimas de segundo. Todo un reto. Muestreamos a 626 metros de profundidad. Sacamos fango hemipelágico, más arenoso a techo, con bioclastos pequeños. A muro más compactado. Fauna típica de fangos: poliquetos y bivalvos de pequeño tamaño. Bueno, pues no está mal para empezar. Geólogos y bentólogos tienen entretenimiento para rato.
    El segundo muestreo lo hacemos con beam trawl en la misma zona. A las 8:54 ya estamos largando 1100 m a popa para 624 metros de profundidad. Todavía estamos liados con la muestra anterior, pero tenemos tiempo hasta que suba a cubierta la red del beam trawl. El resultado son pennatulaceos, escoria de carbón, anémonas, cigalas pequeñas, erizos, bioclastos. Mucha biodiversidad en este lugar. A las 09:43 iniciamos la siguiente maniobra con box corer. Fondo a 622 metros. Restos de gasterópodos pelágicos en fango hemipelágico. Nos movemos hacia el oeste de Pipoca para hacer una draga de arrastre bentónico. Tenemos 753 metros de fondo. Recuperamos un fragmento de enlosado de carbonatos grande, y gran cantidad de trozos más pequeños.
Fragmentos de enlosados extraídos con el beam trawl y que han causado la rotura de la red
     Durante los turnos de comida hacemos un par de dragas de caja más que arrojan como resultado arenas fangosas y fangos arenosos con bioclastos y diversa fauna ya conocida que nos ilustra sobre la gran biodiversidad que tiene este punto.
    Los turnos de almuerzo se suceden como de costumbre, alternándose también con la actividad en cubierta procesando las muestras de caja que van depositándose sobre la mesa de trabajo. Hoy es un día especial, como ya os he dicho. El Capitán ha organizado algunos actos de despedida para los científicos que han de desembarcar y entre ellos quiere que la comida sea especial. La regamos con un vino blanco de las tierras de Arcos de la Frontera, lugar de nacimiento del Jefe de Campaña. Nos iniciamos con unos entremeses -jamón serrano, queso manchego y melón-, como en los grandes banquetes dieciochescos. De segundo plato unos magníficos langostinos. De tercero, solomillo con arroz y/o patatas. Y de postre una tarta de queso que tiene mucho éxito.
    Los científicos celebran mucho este almuerzo especial y hacen grandes halagos al Capitán y a los cocineros. El ambiente no puede ser mejor. Nos anuncia el Capitán junto con el Jefe de Campaña que hoy por la tarde se va a proceder al bautismo de mar de varios científicos que se han embarcado por primera vez en un buque de investigación. La ceremonia tendrá lugar una vez que hayan finalizado las actividades en cubierta y pongamos rumbo a la ciudad de Cádiz. Habrá que nombrar padrinos y tendremos que organizar la ceremonia convenientemente.
José Luís Rueda y Miguel Muñoz satisfechos del trabajo que estan haciendo

    A las 13:47 volvemos a largar la draga de arrastre. Son 723 metros de profundidad. Recuperamos bioclastos y restos de coral,  así como fragmentos pequeños de rocas. Nuevo muestreo en la depresión norte de Pipoca a 672 metros de profundidad. Obtenemos ejemplares de pennatulaceos, coral bambú y Flabellum vivo, pero muy poca cantidad de muestra. Hacemos un último box-corer a las 15:10, a 573 metros de fondo. Resultado, fango arenoso. A las 15:55, con el cuerpo hecho trizas, el Jefe de Campaña da por finalizados los trabajos en cubierta y ponemos rumbo a Cádiz. Alegría y alboroto en cubierta y en los laboratorios.
Las neófitas posan junto al Capitán y los padrinos
     La ceremonia del bautismo de mar ya está a punto de comenzar. Se presenta en cubierta el Capitán Manuel Riobó ataviado con el uniforme reglamentario. El Jefe de Campaña, como no tiene uniforme, decide vestirse un poco más elegante y se pone una camisa de Ralf Laurent. Las neófitas, Laura, Marta, Sara y Blanca lucen sus mejores galas. Todas muy hermosas, de natural, pero algo más fashion. Las tres andaban con la mosca detrás de la oreja con esto del bautizo, pues nadie les decía en que consistía la ceremonia. Pero al final, el momento había llegado y ellas se habían quedado muy conformes y contentas. La ceremonia ha sido muy bonita. Los padrinos han sido Tere y Luismi. El Capitán ha leído un pequeño texto declarando y certificando el acontecimiento que había quedado registrado en el Cuaderno de Bitácora. Las cuatro féminas navegantes habían dado claras muestras de ser avezadas e intrépidas navegantes. La madrina les ha prendido del pecho una estrella capitán, a modo de medalla, sujeta con una pinza. Después el Capitán les ha echado agua de mar por la cabeza y les hizo entrega de un Acta de Bautismo Marino. A las cinco nuevas navegantes les ha hecho mucha ilusión este detalle totalmente inesperado para ellas.
Nieves López y Desi Palomino siempre felices con lo que hacen a bordo y disfrutando de su trabajo
     Ya casi podemos ver el perfil de las torres vigías de la ciudad, aunque ya no hay nadie que mire desde ellas pendientes del regreso de los navegantes. Tenemos teléfonos móviles y empiezan a sonar tan pronto alguien cante “¡hay cobertura!”. Las bandas del barco se empiezan a cubrir de personas con un móvil en la mano pegado a la oreja, charlando con las familias, novias, mujeres, hijos y madres. Familias que todos tienen y que, a pesar de no ser demasiados días, no se acostumbran a estar desconectados.
Foto de familia del equipo científico de la 1ª parte de la campaña
       Son varios los que tienen a alguien en el muelle esperando a que lleguen. Gerardo Bruque, el Buen Granaíno, se mueve nervioso después de tantos días de navegación sin ver a su amada Silvia. Nunca había estado tanto tiempo separado de ella y la prueba había resultado dura. “Así es la vida del investigador marino, mi querida y amada Silvia”, se le escuchaba decir cuando hablaba con ella por el teléfono móvil. Otro enamorado que se le rompía el alma cuando telefoneaba era Curro López. Un corazón enamorado que había pasado el día de San Valentín separado de su amada. “¿Cómo me habrá podido pasar esto a  mí?”, se preguntaba para sí el buen Curro. Su novia, Rocío, le esperaba en el puerto de Cádiz ansiando poder abrazarlo y llevarlo rápidamente a un salón de salsa para bailar un ratito. Tal es la fama que tiene Curro como salsero que siempre entra invitado en todos los clubs de salsa del mundo mundial. Y, como ya os podréis imaginar, eso no hizo más que empezar.

Jueves 24 de fecbrero de 2011
El anticiclón nos ocupa la práctica totalidad de la Península Ibérica, y el Golfo de Cádiz no podía ser menos. La AEMET nos predice para hoy una jornada soleada, que ya podéis contemplar en todo su esplendor en la imagen satélite que os pongo a continuación, que en la mar tendrá vientos del noreste fe fuerza 2 a 3, variable por la tarde. La mar será rizada a marejadilla. Esto, en roman paladino, quiere decir que ...... ¡mejor, imposible! Así que hoy, por lo que a continuación nos cuentan nuestros colegas, no lo habrán pasado mal. 
Ya quisiéramos tener una situación anticiclónica como esta durante toda la campaña
           Al despertar, tenemos la sensación de que la noche se nos ha ido volando. Cuando nos levantamos parece como si nos acabáramos de acostar. La mar esta muy tranquila y a penas sentimos el movimiento de las olas. La luz del amanecer se cuela entra las rendijas de las cortinas que cubren el portillo de nuestros camarotes. Es fantástico poder disfrutar del paisaje marino que ofrece el amanecer en la mar, sin salir del camarote. Todos los camarotes de científicos dan al exterior, un lujo que no es frecuente en todos los buques oceanográficos. Una vez en pie, tras el pertinente, y muy conveniente aseo personal, nos dejamos caer escaleras abajo y nos acomodamos en el comedor donde nos espera un magnífico desayuno. Víctor, siempre atento a todo aquel que entra en su comedor, nos ofrece un trato excelente y un cafelito calentito con tostadas y galletas.
    El Jefe de Campaña y el Capitán ya han tenido su reunión de maitines cuando comenzamos a aparecer en tropel por el comedor. Hoy tenemos la suerte de poder contar con Curro y Laura a la hora del desayuno, puesto que hemos tenido que suprimir los muestreos con CTD por avería irresoluble. Esperamos recibir instrucciones desde tierra durante el día de hoy para ver si conseguimos arreglar un CTD y rematar el muestreo antes de que mañana regresemos a puerto.
    El estado de la mar es bueno y las previsiones meteorológicas nos indican que vamos a tener viento de levante con fuerza 3 a 4, con marejadilla a marejada por la tarde. No pintan mal las cosas porque, si es como en días anteriores, en ambas situaciones podremos trabajar con los equipos de muestreo, siempre y cuando el viento no vaya a más y se levante más mar, que todo es posible. Así nos lo advierte Luismi de la manera acostumbrada: “Febrerillo loco, ningún día se parece a otro”.
El Contramaestre supervisando la operación de virado de la draga de arrastre bentónico
    A las 08:02 ya está el Contramaestre José Manuel Alonso CampeloTxapela”, o también Chapela -en realidad es vasco, a pesar del marcado acento gallego que ha adquirido después de tantos años viviendo en Galicia y trabajar rodeado de gallegos-, dando instrucciones para que la maniobra con testigo de gravedad se inicie. Txapela, “Chapi” para los más antiguos y de mayor confianza, tiene antigüedad en el buque. No hay detalle que se le escape ni maniobra en cubierta que no sepa dirigir con acierto. Hay veces que no dice nada y con un solo gesto los marineros saben como tienen que actuar. No es cosa de señales con la mano, un código que todos los de maniobra conocen y saben utilizar, esto es un gesto con la cara o con la cabeza, otras veces gesticulando con el cuerpo, echando el cuerpo para un lado o cosas así. Es un auténtico Director de Escena. Amable y atento, siempre servicial y con una paciencia infinita con los científicos. Sabe bien que sistema utiliza cada cual y en que condiciones se emplea, y para que. Su antigüedad a bordo le ha permitido ver como han evolucionado los sistemas de prospección oceanográfica.
    Hoy nos vamos a concentrar en el complejo de relieves pareados denominados Chica 1 y Chica 2. Estos dos montículos están situados en la orilla de levante del mismo canal en el que se ubica Pipoca. Este canal está excavado por la corriente profunda mediterránea y transporta agua cálida que desestabiliza el gas hidrato enterrado cerca de la superficie del fondo, permitiendo así que el metano se expulse al exterior de los sedimentos. Los geólogos mantienen posturas diferentes en cuanto a la génesis de estos dos relieves. Unos creen que son volcanes de fango, o montículos producidos por la expulsión de fluidos, mientras que otros creen que no son más que relieves residuales de carácter erosivo. También hay quién ha postulado una posible génesis como montículos carbonatados, pero esto, a decir del IP, no es una idea muy fundamentada. Pero, tal y como hemos comprobado, en el Golfo de Cádiz todo es posible. Dice el IP que en Cádiz los cuartetos pueden ser de tres, cuatro o, incluso, cinco componentes, así que ¿porqué no va a tener una naturaleza aún más rara de lo que somos capaces de imaginar?
Teresa García (izquierda) junto a Desi Palomino en un descanso de la faena
     Pues, ¡hala!, pirulo al agua y a ver que es lo que sale. Tenemos el fondo en Chica 1, a 652 metros de profundidad. Una vez que lo recuperamos se extiende un fuerte olor a sulfídrico que tira de espaldas. Se abre el testigo para analizar su contenido y se comprueba que tiene un fango arenoso muy compacto a muro y con fuerte olor a gas. Longitud total: 2.14 m. Fantástico.
    Pasamos a Chica 2 -situado más al sur que el anterior-, donde el fondo está a 648 metros de profundidad. Son la nueve y media y hace un sol radiante, aunque algo de fresco en cubierta. El traje de aguas recalienta el interior del cuerpo pero los pies se quedan helados cuando hay que lavar sedimento. Me dicen que casi todos llevan doble par de calcetines de montaña, pues ya se conocen bien este asunto. De esta manera evitan sufrir más con los pies. Al recuperarlo vemos que la boca está toda mellada. Ha colisionado contra una roca, probablemente un enlosado o, ¿Quién sabe, quizás una macro chimenea como la que hemos recuperado hace unos días. Se ve que este relieve tiene unas ganas tremendas de que lo cataloguemos como volcán de fango, que no hace dar más que muestras de  que, en realidad, lo es. Tenemos unos 15 cm de sedimento, que es el grosor de la capa que recubre las rocas subaflorantes. Trae una Gorgona consigo, así que los bentólogos ya están más felices.
    Nueva maniobra para terminar de arrancar todos sus secretos a Chica y arrastramos con la draga a 756 metros. A estas profundidades no es fácil arrastrar la draga pues la corrientes de fondo son muy fuertes y nunca terminas de saber si la draga ha caído exactamente en el punto que deseabas. Por ello, los arrastres tienen un nivel de fiabilidad un poco relativo. Es necesario comprobar con imágenes de fondo la distribución de las especies que vamos muestreando, de aquí la importancia de los perfiles con cámara digital. Obtenemos costras arenosas de grano medio, corales, gorgonias, esponjas, escoria. Los bentólogos recomiendan desplazarse a la depresión que forman los montículos y arrastramos de nuevo a 727 metros de profundidad: abundante cantidad de  escorias, erizos Cidaris, esponjas, que nos indican la existencia de un sustrato duro.
    Por fin nos llega el turno del almuerzo. La intensidad del muestreo matutino nos está dejando liquidados y las manos más arrugadas que el pellejo de Nefertitis. El menú de “Los Antonios” -ya sabéis que en este barco, como no te llames Antonio no entras de cocinero y el aserto se demuestra mencionando los nombres de los cocineros, Antonio Fernández Iglesias, el Primero y Antonio Peixoto Regueiro, el Segundo-, …… ¡dará que hablar! Por si éramos parcos en palabras, resulta que hoy nos atiza unos filetes de lengua de vaca con patatas asadas que nos van a animar mucho la conversación, a decir de Víctor nuestro atento y simpático Mayordomo. Pero antes de atacar el filete del músculo sin hueso, nos metemos entre pecho y espalda unos guisantes muy sabrosos con sus tropezones de jamón y, a continuación, un rape a la plancha con ensalada jugosísimo. No podía faltar el helado de chocolate de postre para endulzar el paladar y salir, de nuevo, a cubierta para seguir trabajando.
    Pasamos a muestrear con box corer a 672 metros de profundidad. Todos inquietos para ver si la draga se cierra correctamente. Algunas veces falla y esto es un disgusto y una pérdida de tiempo. Hay que ponerse a pensar la razón por la que no ha cerrado. Menos mal que contamos con el apoyo de máquinas que siempre están dispuestos a enderezar alguna pieza metálica o a soldar algún roto o lo que se tercie. Cuando la recuperamos parece que ha funcionado bien pero ha recogido poca muestra, una fona capa de fango muy licuado. Luismi, en consonancia con los bentólogos, interpreta que hay substrato duro con un pequeño recubrimiento de fango. Es, en teoría, un mal punto para muestrear con box corer. Nos desplazaremos un poco para seguir intentándolo.
        Una de las personas que más sorprende es la sedimentóloga Nieves López. Su trayectoria profesional está forjada a modo de rosario de esfuerzos que acaban de culminar con la consecución de una plaza de Investigadora Titular en el IEO. Estudió los primeros cursos de Ciencias del Mar en Cádiz y a continuación se trasladó a Huelva para continuar con la carrera de Geología, facultad en la que se doctoró con una Tesis basada en el estudio de las Tierras Raras. Ella ironiza sobre la rareza de su Tesis pero, a decir de sus colegas, es un trabajo de referencia obligada con el que obtuvo un sobresaliente Cum Laude. Es persona menuda pero dura y resistente, infatigable y muy rigurosa en la metodología de trabajo. Sensible con toda la fauna que sube a bordo, pero a la que en el plato no le hace ascos. Así que un tiburoncillo le parece pocholo pero un cazón en adobo también le parece muy rico. Ella vive con su propia contradicción y todos disfrutamos de su forma de ser. Nieves no para un segundo. Es una máquina de trabajar. Siempre está mirando por la borda cuando sube un arte para ver lo que trae. Es siempre la primera en tocar el sedimento, como especialista en sedimentología que es. Establece el carácter de la muestra y lo que ella dice se anota, sin posibilidad de discusión, en el cuaderno digital de campaña. Junto a ella están siempre Tomás y Desi que cooperan en el procesado de la muestra. Fraccionan el paralepípedo de sedimento que se extrae de la caja de la box corer -el tocho, en lenguaje coloquial geológico-, y la preparan en submuestras de 0 a 5 cm, de 10 a 15 y luego, más de 15. Cada capa de sedimento se introduce en una bandeja que hay que tamizar y limpiar, y así poder analizar las rocas y la fauna. Por otro lado, cogen una fracción de sedimento y se lo llevan al laboratorio, para medir algunas características de la muestra (potencial redox, pH, etc.). Una parte muy importante, que tratan con especial cariño, es la cada capa de sustrato sin alterar, que guardan en un bote para su posterior análisis en el laboratorio. Esto me recuerda algunas veces a los laboratorios que se ven en las películas de CSI. Todos con sus trajes especiales, cascos, gafas, guantes de latex, …etc, tratando sedimentos, una cosa que parece inerte y que sin embargo guarda una inmensa cantidad de vida en su interior. Nieves me insiste en que tenemos que ver estos sedimentos como un contenedor de sustancias y vida. Escondidos entre sus poros están habitando las bacterias que descomponen el metano y facilitan la precipitación de las rocas carbonatadas que forman las chimeneas y los enlosados. Por eso manipulan con tanta delicadeza y cariño estas muestras que extraen del fondo del mar. Cuanto más pestosa es, con más cariño la tratan. Increíble.
         Nuevos muestreos con box corer y sacamos, a 687 metros de profundidad, mucha escoria de carbón y coral bambú, bioclastos, anémonas características de fondos blandos. Es evidente que estamos sobre una antigua ruta de tráfico marítimo. Algunos piensan que estas escorias, por la inmensa cantidad que hay, no pueden proceder únicamente del tráfico marítimo si no que son desechos industriales de los polos que se han construido en Algeciras, Cádiz, Sevilla y Huelva. En el pasado reciente no ha habido ninguna política de control de calidad del medio marino y se ha utilizado como un vertedero. De aquí el tremendo deterioro ambiental que ha causado esta actividad industrial. Ahora tenemos que buscarle remedio urgentemente y procurar salvar lo que haya podido sobrevivir a esta destrucción.
           Nueva draga y más escorias. No es fácil alegrar las caras de los científicos después de ver el resultado de estos muestreos. Hay que considerar que estamos sobre uno de los habitats en riesgo contemplados en la Red Natura 2000. No es que estemos en cualquier lugar del océano. No. Estamos en un HOT SPOT, un punto de alto interés ambiental. Un hábitat 1180 (código establecido para los fondos relacionados con la expulsión de gases, que generan ecosistemas extremófilos de altísimo interés biológico). Pensemos que en estos lugares pueden encontrarse especies susceptibles de utilizarse como recursos biogenéticos, muy útiles en biomedicina para sustraer componentes con los que producir fármacos contra enfermedades como el cáncer.
           En el laboratorio de científicos, entre paseo y paseo en el ir y venir de la cubierta a las neveras o a los ordenadores, hemos estado picando toda la tarde, primero chocolate y galletas, y después un queso semi curado muy rico que había traído Luismi. Es incomprensible, pero llegaremos con apetito a la cena. Lo que no se es como vamos a salir del barco cuando termine la campaña. Creo que nos van a desembarcar con grúa como si fuéramos una draga de arrastre. Cada día miro mis pantalones y me pregunto porqué no los habré comprado algo más holgados.
    Con nuevos muestreos con beam trawl sacamos algunas especies muy interesantes pero ya conocidas. Alguna cigala que vuelve a hacer las delicias de alguno. Con tres box corer más completamos la tarde. Todos ellos muy interesantes y, lo que es aún más fatigoso, con una gran cantidad de horas con las manos metidas en el agua separando la fauna.
    Continuamos con problemas irresolubles con el CTD y se mantienen algunas conversaciones con tierra, via satélite, para tratar de detectar la avería que impide el bombeo del agua en el interior del CTD. Ricardo Sánchez Leal desde tierra da instrucciones que sigue a pies juntillas Curro, que es un manitas, y Laura.
      Por fin llegó la hora de la cena…… y eso que nos habíamos puestos bien de queso por la tarde. La clásica sopa atemperadora que nos tonifica el cuerpo y nos prepara para la degustación de unos suculentos macarrones gratinados con queso parmesano. Para terminar, que aún parece que queda algo de hueco en el estómago, con un rodillo de lomo relleno de jamón con patatas fritas. De postre una manzana.
          Cuando todo el mundo termina de cenar, a las 9, no reunimos en el laboratorio y por fin le hacemos la encerrona al madrileño Juan Gil. Él había intentado evitar que nos molestásemos en prepararle algo, incluso había ido a cocina para pedir que no le hiciesen una tarta. También había conseguido que su cumpleaños pasase desapercibido antes de embarcarnos, por lo que nadie tiene regalos preparados. Los últimos días, todos ideaban qué regalarle. Preparamos embalajes y reunimos todos los regalos en bolsas, había mandarinas, ron, un libro, calcetines, una pulsera, un mechero, un llavero linterna, al final a Juan le hizo mucha ilusión las sorpresas, y dice que son mucho mejores este tipo de regalos más personales.
          A las 9:30, con la cena, la tarta y un poco de ron en el estómago vamos a la biblioteca. Es el turno de Nieves en el ciclo de charlas a bordo y nos habla sobre sedimentos. El título de su conferencia es “5Y 4/3 -GLEY 1 4/10 GY ¿Qué nos dicen los sedimentos?”, como ella dice, un título exótico. Está inspirado en el Munsell color chart, la tabla con una escala de colores que utilizamos para clasificar los fangos por colores. Nos habla del marco jurídico para la conservación del medio marino y su biodiversidad. Nos comenta las diferentes formas de tratamiento de los sedimentos en laboratorio y de las metodologías utilizadas para la separación y análisis de las muestras. Hubo una serie de preguntas al terminar la charla.
         A las 11 y pico muchos científicos volvieron al laboratorio, no hay quien los saque de ahí. Es la última noche a bordo así que hay excusa para tomar algo y reír juntos un rato. Aunque realmente, nunca necesitaron una excusa. En general, hay muchas ganas de volver a tierra, sobre todo para comunicarnos con nuestros seres queridos y también un poco para volver a conectar con el mundo real: noticias, tierra, bares, tiendas...
       

Miércoles 23 de febrero de 2011
Las previsiones que tenemos para hoy son bastante buenas como para poder trabajar sin problemas en las estaciones planificadas.
La imagen de la izquierda corresponde al rango de infrarojos
Soplarán vientos del noroeste con fuerza 4, amainando por la tarde a fuerza 3. Marejada a marejadilla, por la tarde.
          El día de hoy se lo hemos dedicado al volcán de fango Pipoca. Este relieve metanogénico (formado por la expulsión de gases hidrocarburos, principalmente metano) lo hemos descubierto en el año 2000 durante una campaña que realizamos a bordo de este mismo buque oceanográfico, Cornide de Saavedra, en el marco de un proyecto de investigación, llamado TASYO, que había financiado la CICYT (Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología), con una reducida cantidad de dinero. En aquella campaña, ANASTASYA 20/09, participaban junto a nosotros varios investigadores del IGME (Instituto Geológico y Minero de España), de la Universidad de Cádiz y de algunas instituciones portuguesas. Visitábamos todos los relieves que  nos parecía que podrían tener génesis metanífera y los muestreábamos con dragas y sacatestigos, de forma muy similar a como lo estamos haciendo ahora, pero con objetivos exclusivamente geológicos. No teníamos bentólogos a bordo y desaprovechamos la oportunidad de iniciar entonces el estudio de los hábitats. 
Reflectividad del fondo y bloque 3D de Pipoca
          Cada vez que un relieve era confirmado como volcán de fango tras la pertinente testificación sedimentaria, se generaba en el laboratorio una polémica con el fin de seleccionar un nombre que nos gustara a todos y que encajara con el relieve. Se encontraba a la sazón a bordo un buen colega, y mejor amigo, portugués llamado Pedro Terrinha quién propuso un nombre para el volcán en el que ahora estamos, al ver su morfología. Pedro argumentaba que aquel relieve se le antojaba como una pompa que salía del fondo marino como si fuera una palomita de maíz saliendo de la palomitera. Acompañaba sus explicaciones con movimientos de sus manos, y con sonidos guturales y bucales que a todos nos hacían reír, así que la explicación resultaba un tanto surrealista pero muy eficaz. Parecía convencernos a todos. “Gggjuá, pluf, pluf, plof, pfffffflop”, y espaciaba unos segundos la siguiente secuencia de sonidos, “ffffflooop, ffffflop,…., es como una pipoca, ¿lo veis?,….., mirad como parece una pipoca”, y con esas andábamos cuando Luis Somoza y Víctor Díaz del Río decidieron aceptar el nombre como definitivo. “Pipoca ha de llamarse la critura a partir de hoy”, dijo el Jefe de Campaña. Y con Pipoca se quedó, que en realidad significa palomita de maíz en portugués. Así que ya lo sabéis. Pipoca debe su nombre a  Pedro Terrinha, renombrado geólogo portugués y profesor de la Universidad de Aveiro.
           Cuando Luismi llegó a desayunar, ya tenía sobre la mesa una nota que le había dejado Curro López en la que le informaba que había realizado durante la noche, junto con Laura, 13 CTDs, aunque continuaban teniendo problemas con el fluorímetro y una conexión de la bomba de impulsión del circuito de agua. Las noticias son buenas, a pesar de que a Curro le cabe la sospecha de que algunas veces no toma bien las medidas pues el perfil resultante de muy extraño y no parece corresponderse con ninguna pauta hidrológica. Como quedan un par de noches para regresar a Cádiz, deciden seguir trabajando con él y anotar los perfiles que consideran dudosos, a la espera de que Ricardo Sánchez Leal venga a bordo con el técnico y lo revisen para la segunda parte. 
José Luís Villaverde, 1º Oficial de Máquinas, trabajando en una soldadura de box corer en la cubierta del barco
          A las 08:00 en punto de la mañana, ya estamos largando 1300 m de cable para realizar una draga de arrastre al sureste de Pipoca. La draga regresa repleta de material que hay que empezar a lavar. El equipo de bentos y todos los geólogos ya estaban esperando esto. Todos sabíamos que Pipoca era muy fangoso. Así que manos a la obra. Recuperamos varias cajas de fango arenoso, con ejemplares de Flabellum, escafópodos muertos. A decir de José Luís Rueda, hemos empezado bien la mañana, con resultados muy interesantes. A continuación nos desplazamos a la cumbre. A las 08:54 arriamos 1150 m de cable para arrastrar a 604 metros de profundidad. Esta vez recuperamos Madrepora oculata, Neptunea fósiles, pectínidos y muchos bioclastos. Brecha, cantos blandos, alguna roca carbonatada, sedimento hemipelágico mezclado con el resto del material.
           A las 10:00 comenzamos la maniobra para realizar un beam crawl en la cima de Pipoca. Largamos 1000 m de cable y hacemos firme a 574 metros de profundidad. Recuperamos todo el aparejo roto, prácticamente destrozado pues se ve que hemos dado con fondos duros (enlosados y encostrados), aunque trae bastante muestra: esponjas en gran cantidad, costras carbonatadas, alguna piedra de gran tamaño, corales negros. Este percance nos hace cambiar los planes, así que arrinconamos el beam trawl hasta que decidamos como lo arreglamos y pasamos a las dragas de caja. A las 11:05, cuando ya se había marchado el primer turno de almuerzo, comenzamos la maniobra con box corer en la cumbre de Pipoca. Recuperamos una magnífica muestra con brecha y fango hemipelágico. Trae mucha  fauna característica de fondos fangosos, con numerosas galerías de decápodos Callianasea. Entre tanto, el Contramaestre, Txapela, ya había organizado a su personal para que se dispusiera a reparar el arte. Es sorprendente ver las habilidades que desarrollan estos hombres a bordo. Cosen la red con unas agujas inmensas y a una velocidad que da vértigo. Cuelan la aguja entre el enmallado, siguiendo la trama de la red, haciendo un nudo en cada esquina rota y continúan tejiendo como si no hubieran hecho otra cosa en su vida. Ellos mismos dicen que de tantos años en la mar, se van aprendiendo esas cosas sin necesidad de recibir clases en ningún sitio. ¡Hay que espabilar, carallo!  La verdad es que el resultado final es pasmoso. La red ha quedado nueva. Ya podemos volver a utilizarla. Txapela nos dice que no siempre se pueden arreglar, pues si la rotura es grande y no se puede seguir el entramado, entonces lo mejor es cambiar los paños que hayan quedado maltrechos. Esta reparación que os cuento, verdaderamente tiene mérito. Hay que reconocer que a bordo hay verdaderos profesionales que saben sacarte de un aprieto sin magnificar lo que hacen, ni tan siquiera darle importancia.
Es casi el mediodía y el primer turno ya se incorpora a la cubierta después de haber almorzado. Barrigas llenas y caras de satisfacción. “Agarraos que hoy hay purrusalda”, informa el Jefe de Campaña cuando sale a hacer unas respiraciones a cubierta. “¡Ohú con la tarea de hoy, quillo!” Tomad nota, que esto no lo encontrareis ni en el Bulli ni en ningún lugar que no sea este barco: purrusalda -una de las especialidades del Cornide de Sa
avedra que llevan gala cocinar de forma insuperable-, de segundo plato fideos con rosada, al modo de una fideguá, y de tercero ternera con pimientos. De postre, algo digestivo y diurético para compensar, piña con nata……. ¡mecagoenlá …….!, ¡a ver ahora quién se agacha para recoger el fango de la draga!, me dice uno los bentólogos.

Científicos alrededor de la box corer en el momento de extraer la caja con la muestra.
          Bueno, pues os adelantaré que a la hora de cenar ya teníamos, de nuevo, mucho apetito. Tal es el consumo energético que realizamos en cubierta. A partir de la 12:45 realizamos otra box corer a 568 metros al norte de la cumbre. El resultado  es una arena gruesa a techo y fango arenoso a muro. Salen abundantes bivalvos característicos de fondos de arena gruesa, Limosis auriga. Nuevo muestreo cerca de la anterior las 13:13, a 615 m de profundidad que, tras dos intentos, tenemos que dar por nula. No ha salido suficiente muestra. Creemos que debe de tratarse de fondos duros y entonces la caja no se hinca en el fondo.
          Mientras continúa el trabajo en cubierta, donde parece que se concentra la única actividad del buque, Blanca ha concertado, con el Primer Oficial, Germán Camaño, una visita a la sala de máquinas de la que nos cuenta  sus impresiones. Antes de llegar a la máquina observa la activa vida que tiene el interior del buque. Bajando una planta con respecto a la cubierta principal, se encuentran las despensas, la carpintería, la desalinizadora -para dar agua a todo el barco, usada para higiene y cocina-. El agua que bebemos está embotellada para evitar problemas de estómago, aunque la del grifo también se puede beber, pero carece de minerales. En este nivel hay varios laboratorios, entre los que se encuentra el de acústica, donde trabajan por las noches Curro y Laura controlando el ADCP. Una planta más abajo está la sala de máquinas. Las plantas que están por debajo del nivel del mar (línea  de flotación llaman  los marinos a este nivel) son los que menos se mueven, y son las que más importancia tienen para la operatividad del buque, sobre todo porque ahí están las máquinas. Es, como los propios maquinistas dicen, el alma del barco, si las máquinas fallan, en el puente no se puede hacer nada, no tienen palas para navegar. En las máquinas hace mucho ruido, unos 90 decibelios, razón por la que los maquinistas siempre que van a entrar en la sala de máquinas se ponen unos cascos de orejera insonorizadores. Por eso, dentro de la sala  de  máquinas, muchas veces se comunican por señas, que suelen ser muy parecidas en todos los barcos. Hay una sala de control desde la cual se ve la sala de máquinas, y allí sí que se puede hablar. A pesar de la protección, los marineros que llevan muco tiempo trabajando en máquinas pierden algo de oído. Germán Camaño Giraldez, el primer oficial de máquinas, le ve una ventaja a todo esto, pues siempre que oye sandeces hace como que no escucha, y lo achaca a los años en las máquinas. Dentro de la sala de máquinas no solamente hay un ruido infernal si no  que, además, hace muchísimo calor. En el momento  que hago la visita, el termómetro marca unos 34º C, pero en verano, muchos días la temperatura sobrepasa los 40 grados. Las máquinas están en constante funcionamiento, por lo que tiene que haber guardia en todo momento. El mundo de las máquinas es desconocido para la mayor parte de la gente que embarca, pues la vida se hace en las cubiertas superiores. Siempre son ellos los que suben a cubierta a charlar con los demás y a tomar un poco  el fresco, pero en los “infiernos” no suelen tener muchas visitas. Eduardo Rodríguez Rama es engrasador y se conoce el barco, y sobre todo las máquinas, como la palma de su mano.
Gerardo Bruque muestra con gran alegría el aperitivo de hoy
           Desde la cubierta inferior se escuchan los golpes de la draga en cubierta y se reconoce fácilmente el ruido  de la caja y hierro arrastrando por la superficie metálica sobre la que se  concentra toda la  actividad prospectiva. Son ya las 14:31 cuando estamos recogiendo la muestra de  un nuevo  box corer en la que  subimos brecha fangosa y fragmentos de enlosados carbonatados.
          Una vez reparado el beam trawl realizamos un arrastre a las 16:23 a 563 metros de  profundidad. Sube trincado por uno de los cabos del pie de gallo, el otro estaba roto y las redes destrozadas. Traíamos dos enlosados de medio metro de longitud y al menos 20 cm de espesor, 3 tiburones pequeños, esponjas, cangrejo y gorgonias. Se ve que Pipoca no quiere que lo muestreemos con beam trawl. Cada vez que lo utilizamos nos lo devuelve destrozado. 
Finalizadas las actividades en cubierta son muchos los que se dejan llevar  por los olores que salen de la cocina. A las siete ya estaban todos sentados a la mesa. Casi no hizo falta que Víctor tocara la campanilla. Alegrías al ver el menú y comentarios sobre las dos roturas de la red de arrastre. Entre plato y plato se nos va pasando el disgusto pues ya lo que no queríamos que pasar ha sucedido. La red es irrecuperable. Tendremos que repararla en tierra pues hay que cambiar varios paños de malla. Los Antonios, Primer y Segundo Cocinero, nos han preparado una sopita calentita de  primero que nos tonifica estupendamente. De segundo nos ofrecen pez espada con ensalada, “pehpá” como dicen en Cái, acompañado de ali-oli, suave y muy rico. De tercero hay zorza con patatas asadas. Un helado de postre nos hace endulzar el gusto y con él nos vamos al laboratorio para que pase el segundo turno a cenar. En este segundo turno se permiten el lujo de retrasar el final de la cena y hacen una sobremesa muy entretenida, debido a que no tienen que dejar el sitio a ningún otro turno.
La Dra. Nieves López prefiere despedirse de este pequeño "cazoncillo" y devolverlo al mar, antes que pensar en comérselo. En realidad confío poder pescar a sus parientes más grandecillos para componer su segundo plato del día.
          La llegada de la noche trae consigo a Laura y Curro junto a un nuevo acompañante: avería en el CTD.  La sustitución por  otro de respeto y los problemas de configuración han impedido que pudiéramos trabajar con el equipo. Carlos Farias, Curro y Laura se quedan estudiando la forma de resolver la avería mientras que los bentólogos continúan procesando las infinitas muestras de fauna que han recuperado del fondo del mar. A esta hora de la noche ya no es fácil permanecer lavando muestras en cubierta con la columna de tamizado. Las manos se quedan heladas y llegamos a sentir que casi se atrofian los dedos. Con la alegría del trabajo realizado nos volvemos a encontrar muchos de nosotros con algunos tripulantes en el laboratorio, donde la charla nunca falta.

Martes 22 de febrero de 2011 
Aunque estamos bajo los efectos de un anticiclón, podremos tener algo de nubosidad y viento del este, lo que podría limitarnos la operatividad en cubierta. En cualquier caso, no parece que tengamos que suspender los muestreos que estaban resultando tan soprendentes en los dos últimos días.

Las cosas no han podido ir mejor en el muestreo nocturno con CTD. Han realizado 17 muestreos, todos con éxito y esto, en gran medida, se debe a que el estado de la mar ha sido muy bueno. La noche, espectacular, con luna y cuajadita de estrellas. Una noche en la que se ha trabajado a gusto, aunque con un poco de fresco. Laura y Curro se han retirado cerca de las siete de la mañana y se han cruzado en el comedor con Luismi, siempre operativo, y han aprovechado para charlar sobre los resultados del muestreo de agua.
    Desayuno de trabajo. Se presenta el Capitán con la novedad meteorológica del día. “Buenos días, Manolo”, le saluda Luismi con cara jovial al comprobar que hoy se ha presentado antes que él en el desayuno. Para entonces ya se habían retirado Laura y Curro y quedaban ellos dos solos desayunando.  Manuel Riobó analiza la plaza y espera a que de inicio la faena. Luismi se aplica en las diez docenas de tostadas que tiene delante de sí, aprovechando que su mujer, Katy, no le ve desayunar, y despliega todas las herramientas necesarias para untar y cargar los planos de las tostadas con mermelada. Cuchillos, cucharas, platos, tenedores, azúcar, etc., todo perfectamente arranchado. “Y entonces, ¿qué?, ¿cómo está la cosa hoy, Manolo?”. Después de suspender la pregunta en el aire, maniobra por la proa para iniciar el muestreo de las tostadas. El Capitán no se hace esperar en la respuesta y comienza a realizar un ejercicio de erudición meteorológica que deja pasmado al Jefe de Campaña. “Pues hoy, si las cosas no cambian, y no creo que vayan a cambiar, el asunto no va a estar demasiado mal”, responde con la autoridad del que sabe lo que dice. “Entonces, crees que no tendremos que modificar el plan previsto, ¿o sí?”, contesta presto Luismi para que no se le derrame la mermelada de la tostada sobre la taza de café. “Pues, hombre, por un lado ya ves y por el otro, ¿qué quieres que te diga?”, responde Manolo cubriéndose las espaldas.
    Y en esas cuitas andaban hasta que acabaron de desayunar y subieron al puente. Replanteo de las operaciones a la luz del pronóstico: Marejada del noroeste, viento fuerza 5 por la mañana, por la tarde fuerza 3-4, marejadilla.
    ¡A trabajar tocan! Escaleras abajo se dirige el Jefe de Campaña ilusionado con la meteorología y con los buenos resultados nocturnos, pero sobre todo, con la barriga llena de tostadas con mermelada que le daban una fuerza titánica necesaria para bregar con la tarea que el IP le había endilgado. A las 08:30 ya estamos con el primer beam trawl en cubierta, esperando a ser analizado. Tenemos una mañana movida y fructífera, tres beam trawls y dos box corer en Anastasya, hay mucho trabajo y sale fauna interesante, indicativa de que la zona es de alta biodiversidad.
Corrillos de científicos alrededor de la box corer, bajo el solecillo agradable de cubierta
          El primer beam trawl a 540 metros. Obtenemos un lance no muy abundante pero muy interesante: pulpo, gambas, cangrejos, corales muertos, braquiopodos, y una actinia. Para el segundo lance nos desplazamos a una vertiente del volcán, a profundidad de 568 metros. El resultado son: gambas, pintarroja, escoria de carbón, y restos de esqueletos de corales, caracolas y almejas. Aparece un Cnidario del género Ceriantus.
    Atacamos a continuación la depresión norte del volcán. El resultado no nos indica que se incremente la biodiversidad. Arrastramos a 540 metros: pennatulaceos, cigalas, gambas, pulpo, restos de braquiopodos, corales, madera, escorias.
    De manera inesperada comienza a arreciar el viento y a refrescar, cosa que no estaba prevista, y que muy probablemente el Capitán sospechaba, de aquí su prudente reserva en el desayuno.  Luismi, con su profundo saber popular comenta: “Febrerillo el loco, u día peor que otro”. Dicho esto, se dispuso a animar al personal para que se abrigara y de esa manera evitar más resfriados. Se arria una draga de caja a 537 metros de profundidad y sacamos fango hemipelágico y varias ofiuras. Volvemos a lanzar la box corer en la depresión del volcán Anastasya, ahora a 566 metros de profundidad, y obtenemos: fango hemipelágico , Goneplax, Spiochaetopterus, que son indicadores de zonas con altas concentraciones de materia orgánica.
    El primer turno del almuerzo nos abandona y el trabajo se intensifica durante esa hora. Nos anima el hecho de que, a continuación, seremos los siguientes en el orden manducatorio. Alubias y pulpo son la base del almuerzo de hoy. El noble cefalópodo es un clásico en esta mesa y cada vez que hace acto de presencia en nuestros platos, lo celebramos aplaudiendo como si tuviéramos ocho brazos, y sus correspondientes manos, como el octópodo. La alegría es indescriptible y la parsimonia de su ingesta tampoco se queda atrás. Es bien sabido que el octopus vulgaris, que no tiene nada de vulgar, ha de ingerirse lentamente realizando 40 masticaciones de cada bocado y acompañarlo con tajadas de pan para realizar mejor la digestión. Es muy conveniente y aconsejable, acompañarlo de una copa de vino blanco, aunque también puede ser tinto, afrutado y joven, preferentemente de uva de Alvariño, aunque tampoco le hace feos a un generoso Riveiro.
Ampulla criamus una especie endémica en el Golfo de Cádiz
    Con el helado de postre se han espabilado todas las glándulas gustativas y se ha endulzado la cubierta de trabajo. Salimos todos a una a trincar la caja de la siguiente draga. Se clava a 534 metros de profundidad y nos ilustra que la biodiversidad no es muy elevada en este punto. Resulta curiosa la distribución de la biodiversidad en tan cortos espacios. Hay puntos de una riqueza exuberante y, sin embargo, hay otros de una curiosa pobreza faunística. La siguiente draga nos iba a deparar la gran sorpresa del día. Estamos a 457 metros de profundidad en la mismísima cumbre del volcán. Son las 14:39 cuando la draga toca la superficie de la cubierta del barco. Viene repleta de sedimento. Un horroroso olor fétido ya nos pone en antecedentes de lo que vamos a encontrar allí dentro. Algunos no habían visto jamás una cosa así. Los geólogos, expertos en la zona, ya esperaban que esto sucediera y se extrañaban que el asunto se hiciera esperar tanto. Una vez desarmada la caja y presentada en la mesa de trabajo, pudimos comprobar el inmenso universo que allí había. Un auténtico ecosistema extremófilio conformado por especies muy singulares que habría que empezar a separar. El fuerte olor a sulfídrico provocó más de un comentario relativo al efecto aerofágico súbito que provocan las alubias que nos habíamos zampado en el almuerzo. Sin embargo los geólogos sabían la procedencia y la naturaleza de aquellos olores innobles que inundaban la cubierta del barco. Hubo quien se aprovechó del ambiente turbio para liberarse ligeramente de la presión peristáltica provocada por las blanquecinas legumbres.
Miguel García Muñoz en plena tarea de fotografo científico
     Después de cada draga, box corer o beam trawl, el jefe de campaña se dirige a José Luís Rueda Ruíz, que entre tarea y tarea le explica a grandes rasgos las particularidades y características de lo que acaba de salir. Jose está ocupado, pero le explica pacientemente a Luismi como se describe la especie, en caso de ser fácilmente identificable, y lo que significa haberla hallado en ese punto en particular. Le explica que esta vez hemos obtenido un bivalvo con bacterias simbiontes asociado a ambientes reductores propios de sedimentos con gas. Queda a la espera de que Sergio Gofas, Profesor de la UMA y especialista en bivalvos, se embarque para determinar su especie. Luego hemos capturado unos decápodos blancos de menos de 2 cm, que viven en galerías en el sedimento de hasta 15 cm. Son Talasinidos, Callanassidae y que no habían salido hasta ahora. Y también hemos obtenidos un ejemplar del Orden Tanaidaceos.
En esta draga se han fotografiado galerías de hasta 20 cm de profundidad. Además, hemos encontrado un nódulo de pirita de 7 gr de peso. La pirita es sulfuro de hierro. Jose es bentólogo, de hecho es el único especialista en ecología bentónica que tiene en estos momentos en el Centro Oceanográfico de Málaga. Jose es de Málaga, y a menudo le entran ataques de risa, incluso a veces se ríe tanto que no le da tiempo ni de decir en voz alta el chiste en el que piensa, y acaba riéndose solo. Es muy educado y divertido. Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Málaga. A la vez que estudiaba, y dado que le interesaba muchisimo la investigación y divulgación de la ecología marina, trabajó en Aula del Mar, una Cooperativa para la educación ambiental, relacionada con el medio marino. Al terminar la carrera, hizo la Tesis de Licenciatura sobre asociaciones de moluscos de la bahía de Barbate; por entonces ya quería especializarse en bentos.
José Luís Rueda Ruíz impartiendo su conferencia a bordo
    Decidió irse a Holanda donde estudió la fisiología de moluscos y crecimiento de especies comerciales. Volvió a Málaga unos meses y, ante la falta de trabajo y de oportunidades para seguir investigando, decidió irse de nuevo, esta vez a Australia, a la universidad de Queensland. Esta  experiencia que considera muy satisfactoria le permitió conocer un mundo que le ha fascinado. El trabajo que realizaba era a menudo difícil. Tuvo que hacer mucho trabajo de campo en condiciones verdaderamente duras, tanto por el aislamiento como por las condiciones climáticas de la zona en la que trabajaba. Jose tiene un gran interés por estudio del funcionamiento de las comunidades bentónicas, por la ecología, por los patrones de distribución y por el impacto antropogénico, por eso no es de extrañar que guarde un recuerdo especial de sus estudios en manglares o arrecifes coralinos, pues ahí la fauna y flora conviven de una manera muy particular. Tras un año y medio, volvió a Málaga donde empezó el doctorado, centrada en el estudio de praderas de fanerógamas marinas, investigando sobre la interacción entre la fauna y la flora. Mientras tanto, trabajó para diferentes grupos de investigación, colaborando en diversos proyectos. Hizo un doctorado europeo, lo que implica que la tesis sea bilingüe, unos meses en una universidad extranjera, que él hizo en la Universidad de Sapienza, en Roma, bastante papeleo y correctores externos extranjeros. Después de terminar la Tesis, consiguió un contrato post doc en la Universidad de Queensland, en Australia, en la que ya había trabajado, y allí se quedó dos años y medio. Allí trabajó en los efectos del cambio climático sobre especies dominantes en el intermareal rocoso, etc., muy buenos recuerdos guarda. Después pidió una estancia en el IEO y entró en contacto con el Investigador Principal del Proyecto de INDEMARES/CHICA, el Dr. Víctor Díaz-del-Río Español. Lo cierto es que el papeleo desde Australia para presentarse a la plaza de bentólogo que publicitó el IEO, fue muy complicado, pero finalmente consiguió la plaza, y se vino a España. Cuando se termine su contrato con el IEO, no descarta volver a Australia, siempre y cuando no se presente la oportunidad de incorporarse a la plantilla del IEO.
    Por la tarde, y después del espectacular muestreo de Anastasya, nos desplazamos al volcán de fango Pipoca. Iniciamos el reconocimiento de su cumbre, a 538 metros de profundidad,  con un box corer que recupera gran cantidad de fango hemipelágico. Nos desplazamos hacia la depresión norte de Pipoca, para realizar un beam trawl a 674 m de profundidad. Pescamos tres tiburones pequeños, algunos decápodos, y sobre todo pennatulaceos. Muy interesante. Iniciamos a continuación otro beam trawl en la depresión noroeste de Pipoca, a 629 m de profundidad. Obtenemos gasterópodos endémicos en el Golfo de Cádiz, Ampulla priamus, corales bambú, varias especies de gorgonias, esponjas Thenea muricata, que forma un tipo de biocenosis.
Momento de la recuperación de la draga de arrastre bentónico
    Cae la noche y la actividad en cubierta cesa, de manera que los científicos se disponen a procesar el acumulo de material que ha ido quedando arrinconado por falta de espacio. Esta tarea se prolongará hasta bien avanzada la noche. Hoy la cantidad de material ha sido verdaderamente ingente y se nota la cara de cansados que tienen todos. Tomás dice que unos mojitos van a levantar el ánimo.
    La cena, evidentemente nos recompone, particularmente la sopita caliente que Antonio Fernández Iglesias, el Primer Cocinero,  nos ofrece para atemperar el cuerpo cuando abandonamos la cubierta. A las nueve y media tenemos nuestra tercera conferencia a bordo. Es el turno de Jose Luis Rueda, que nos deleita con una charla amena, divulgativa y muy interesante. En la charla nos habla de la confluencia de hábitats y especies entre el mar Mediterráneo y el mar Atlántico, sobre todo en la zona del Golfo de Gibraltar y del Golfo de Cádiz, y de las características de las comunidades de Cnidarios (corales, anémonas), moluscos y crustáceos. La confluencia en las comunidades bentónicas, implica una mayor biodiversidad, una aumento de las interacciones tróficas, poblaciones únicas y endémicas para algunas especies de ámbito europeo, y una zona con una fuerte singularidad frente a otras zonas de Europa, al tener un número mucho mayor de especies. Se estima que hay unas 1.100 especies de moluscos en la zona del Golfo de Cádiz y Mar de Alborán, lo que lógicamente dificulta su identificación. Nos comenta que el impacto antropogénico es muy fuerte en la zona, debido a la construcción, pesca de arrastre y a los flujos marítimos (cada año pasan por el Golfo de Gibraltar de 4.000 a 5.000 petroleros).
La Dra. Nieves López y la investigadora Desirée Palomino analizan la textura del fango
    Participa José Luís en un proyecto muy interesante, llamado el libro rojo de los invertebrados de Andalucía, que tiene como objeto listar y proponer la protección de las especies más singulares y más amenazadas de la zona. Comenta también que el proyecto INDEMARES tiene tres zonas de interés en la zona de confluencia Atlántico/Mediterráneo: la que nos ocupa (Chimeneas de Cádiz), Seco de los Olivos y la isla de Alborán y sus conos volcánicos. La zona de Chimeneas de Cádiz, frente a otras zonas de INDEMARES, tiene ciertas ventajas e inconvenientes. Como inconvenientes, es una zona muy amplia y dinámica, tiene un alto rango de  profundidad (300 a 1000 metros) y hay mucho fango, lo que dificulta la tarea del tamizado. La identificación de las especies encontradas es complicada, debido al amplio espectro de posibilidades. Como ventajas, hay poca información sobre hábitats bentónico demersales asociados a volcanes de fango y hay muy poco información, por lo cual nuestro trabajo es útil y necesario. Además, tenemos posibilidades de contrastar patrones de distribución de especies de profundidad. En resumidas cuentas, queda aún mucho trabajo por hacer pero todos tenemos mucho interés en cubrir la investigación.


Lunes 21 de febrero de 2011
Por ahora sabemos que anoche pudieron acercercarse a la costa, hasta tener cobertura de móviles privados y contactar con las familias. De esta manera se suplen las deficiencias en comunicaciones que tiene el buque. Por lo que sabemos en tierra, el optimismo cunde entre los científicos y los resultados de las prospecciones son muy prometedores.
Inspección ocular del Jefe de Campaña
Hoy es el cumpleaños de Alejandra Fernández Zambrano, una de las más eficaces y operativas científicas que tenemos a bordo. Alejandra está trabajando como colaboradora de José Luis Rueda Ruíz desde el verano de 2010, momento en el qu se incorporó al Grupo GEMAR para realizar una Tesis de Master en Oceanografía auspiciado por la Universidad de Barcelona. Ahí os dejamos una foto de la celebración mientras terminamos de redactar las actividades durante este día de inicio de semana.
Alejandra soplando las velas de cumpleaños sobre la tarta que sostiene Luismi, el Jefe de Campaña. Como verésis, no falta de nada a bordo.
Cuando Alejandra abrió la puerta del laboratorio húmedo, ya sabía que había cumplido un año más. Su mente se estremeció a esa temprana hora de la madrugada, al pensar que la celebración que tanto le hubiera gustado realizar, quedaba truncada por la imposibilidad de poder encontrar un hueco en el sin fin de actividades que estaban programadas a bordo. El trabajo que tenía que hacer era mucho y esto le sustraería el tiempo suficiente como para proponer hacer una celebración, con motivo de ésta efemérides, al Jefe de Campaña, por muy pequeña y discreta que esta fuera. Esa congoja fue aumentando a medida que giraba el pomo de la puerta y las bisagras comenzaban a dejar que la puerta se fuera abriendo lentamente. Los pernos chirriaban por causa de la herrumbre salina que se había colado entre las ranuras, y su crujido metálico sonaba como un lamento que acompañaba los pesares de nuestra amiga Alejandra.  “Ay pena, penita, pena, la que yo siento, que no puedo celebrar mi cumpleaños porque tengo tanto que trabajar”, para sí decía Alejandra. “Y nadie sabrá que soy un año más mayor, con lo que a mi me gusta una celebración en condiciones”, continuaba quejándose en su interior. 
Mirar que hermosa Leptometra
    En esas cuitas andaba cuando terminó de abrir la puerta y se encontró con un inmenso letrero pintado en la pizarra de tareas que decía “FELIZ CUMPLEAÑOS, ALEJANDRA”. Atónita ante el graffiti y sin salir de su perplejidad pensó, ¿Cómo puede ser que se hayan enterado de que es mi cumpleaños? Pero la respuesta la tenía en su poder el Gran Curro López, al que no se le escapa nada. Mientras cavilaba sobre la autoría del letrero se oyó un estruendo desde la cubierta entonando al unísono “cumpleaños feliz”.   
         Pues, como os decimos, hoy es el cumpleaños de Alejandra. Alejandra Fernández Zambrano estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Granada. Completó sus estudios en Coimbra donde cursó los dos últimos años de su carrera. Trabajó durante seis meses en Portugal, adscrita a  un proyecto de estudio del lobo ibérico. Más tarde regresó a Granada donde trabajó en un proyecto de la Universidad, sobre entomología con formicidos y macroinbertebrados acuáticos (Tricopteros) Hizo un Master de Oceanografía en la Universidad de Barcelona, en el curso académico 2009/2010. Completó este curso de especialización con una Tesis de Master en el Centro Oceanográfico de Cádiz, bajo la dirección del Dr. José Luís Rueda Ruíz y el Dr. Víctor Díaz-del-Río Español. El tema de estudio fue la caracterización de las comunidades bentónico demersales de un volcán de fango del golfo de Cádiz. Este trabajo le capacitó para integrase de manera más intensiva a lñas investigaciones que ahora se hacen en el contexto del Proyecto LIFE+ INDEMARES. Esta es la razón por la que ahora está a bordo integrada en el equipo de trabajo que ejecuta la campaña.
Alejandra celebra su cumpleaños escudriñando las muestras que se le presentan sobre la mesa
           Alejandra es una chica que derrocha simpatía y tiene un marcado acento granadino que resulta muy gracioso y muy salado, sobre todo cuando está trabajando sometida a gran presión. En el barco está trabajando con el bentos, junto con José Luís Rueda, que  es su mentor en esta materia. Ambos forman un equipo muy bien conjuntado.
Pues bien, nuestras alegrías matinales las hemos de moderar rápidamente porque en nada que nos damos cuenta ya tenemos el primer muestreo y las cajas con las especies encima de la mesa. Mientras preparamos el material, Curro informa al Jefe de Campaña que han realizado 12 muestreos con CTD, todos ellos correctamente, sin averías ni percances. Además, informa que ha ajustado la ecosonda del buque de forma que se pueda visualizar el cambio de las masas de agua, atlántica y mediterránea, e incluso la capa de agua intermedia. Un logro que únicamente Curro, con las habilidades naturales que posee, puede conseguir. Resulta un hombre tremendamente eficaz y operativo.
            A las 08:30 ya tenemos la draga de arrastre bentónico trabajando sobre el volcán de fango Tarsis. Largamos 1200 metros de cable para arrastrar a una profundidad de 591 metros. Fondos fangosos, y un poco farragosos para arrastrar con tranquilidad. Cualquier tropiezo nos puede hacer perder la draga, como ya ha sucedido en otras campañas. Esto sería un desastre, a decir de Luismi, no solamente por la `perdida de la draga y el alto precio que tiene, si no además por los cueros con los que se protejen pues no son fáciles de conseguir, y menos aún barato. Pero lo grave es la pérdida de tiempo que esto supone y la pérdida del material que pudiera haber enganchado la propia draga. Una vez que, después de dos intentos, recuperamos la draga observamos que ha recogido poca muestra en la que dominan los braquiópodos y los pennatuláceos. Un nuevo intento de arrastre en las inmediaciones de la línea anterior, no nos arroja mucha más información.
Muestra de box corer
             Cambiamos de estrategia y pasamos a prospectar con bou de varas. Largamos a 578 metros de profundidad un total de 1100 metros de cable. Recuperamos especies que nos resultan conocidas: estrellas capitán, erizos de dos especies, pennatuláceos y otras más. No estamos teniendo una mañana muy gloriosa. Todos comenzamos a pensar que lo mejor que podemos hacer es ir a comer y esperar a cambiar de estación, o de volcán, porque esta zona es muy homogénea y no parece contener demasiada biodiversidad.
            Así que mientras se arria un nuevo beam trawl se marcha el primer turno del almuerzo. Magníficas lentejas estofadas, con bacon y chorizo, muy ricas y bien presentadas para comenzar el jolgorio alimenticio. De segundo plato un lomo de bacalao espectacular, acompañado de una fresca y sabrosa ensalada, y de tercer plato, un cordero recental con patatas asadas. De postre fruta. Unas redonditas mandarinas, brillantes y achatadas por los polos. Un lunes glorioso.
Box corer al agua
           Con el optimismo que propicia la ingesta de buenos alimentos, además de la alegría que induce la deglución de las legumbres bañadas por un buen tinto con Casera, salimos acubierta con energías renovadas dispuestos a continuar con el trabajo mientras nos relevan en la mesa los comensales del segundo turno. A 639 metros de profundidad la cosa cambia, casi del mismo modo que cambia el optimismo con el que miramos la muestra después de tan sabroso almuerzo. La muestra es muy interesante, con mayor biodiversidad y abundancia que las anteriores: corales solitarios vivos, pennatulaceos muy abundantes, gambas y cigarras de tamaño mediano, estrellas de mar, etc. José Luis Rueda y Enrique García Raso se ponen la mar de contentos, …. ¡casi se vuelven a comer otra vez de la alegría tan grande que les dio!
Iniciamos el muestreo con box corer con la ilusión de conocer más sobre la biodiversidad de este curioso volcán de fango Tarsis. Hemos de realizar varios intentos, pues los mecanismos no acaban de funcionar correctamente y la draga no cierra por diversas razones. Aquí el experto es Carlos Farias que a base de revisiones y observaciones va identificando las piezas que fallan, unas veces son tornillos flojos, pasadores otras veces, muelles agarrotados, ..etc, un sin fin de piezas móviles que indican la gran complejidad de este instrumento. Logramos que trabaje correctamente y obtenemos muestra abundante en distintos lugares.
            A las 13:40 cambiamos de nuevo de metodología y retomamos el beam trawl. Esta vez al sureste de Tarsis. Profundidad del muestreo 590 metros. Largamos 110 metros.  Obtenemos una buena muestra que indica alta biodiversidad, con comunidades en buen estado ambiental, corales bambú, pennatulaceos, especies asociadas a éstas dos. También había coral Flabelum.
           A las 15:45 iniciamos el muestreo con sacatestigos de gravedad en la cumbre de Tarsis. Una prueba de fuego para el puente pues cada oficial pugna por situar el pirulo, como se llama en el argot geológico a bordo, en el punto más próximo al seleccionado. Cada oficial lleva a gala su record de aproximación. Todos buenos, pero alguno mejor que los demás. Fondo a 550 metros de profundidad. El testigo es un éxito. Sacamos 72 centímetros con mud brecha, con fuerte olor a sulfhídrico. Fango hemipelágico a techo y mud brecha a muro. Nieves está muy contenta porque nunca había olido un fango con un marcado olor a metano Ella dice que siempre le había cabido la duda de que este olor se pudiera percibir en los muestreos, pues el olor no había sido nunca tan fuerte como el de ahora. Hoy, en cambio, no cabe duda, cuando se hurga en el fango, se desprende un olor muy fuerte a... bueno, pues como si el volcán tuviera aerofagia. Vamos, ¡una guarrería!
Desmontar la caja de la draga y trasladarla a la mesa de operaciones requiere de la participación de varios miembros de la tripulación
    Ilusionados por el éxito del testigo atacamos la cumbre con box corer. Son las 17:20 y aquí no se para. La cubierta es un ir y venir de instrumental y de investigadores con sus muestras de especies, de sedimentos, de rocas. Cada cual con lo suyo. El éxito de esta muestreo nos excita aún más. Obtenemos ejemplares de Leptometra, una especie protegida de gran fragilidad y que tiene una morfología hermosísima. Los bentólogos no caben más de gozo. Su emoción es tan grande que solo esperan la hora de cenar para celebrarlo con buenos alimentos.
           Tanta alegría rebosa en la cubierta que, Antonio, el Maestro Cocinero, afamado repostero, ha preparado una tarta para festejar el cumpleaños de Alejandra. A las cinco y pico la sorprendemos en plena faena cuando se disponía a depositar unos tarros con fauna en una de las cajas en el interior del laboratorio. En ese momento hace irrupción una magnífica tarta, con velas y regalos. Alejandra no se lo esperaba y está muy contenta. Cantamos cumpleaños feliz, sopla las velas y se dispone a abrir los regalos: una camiseta preciosa de colorines (que por supuesto se pondrá esta noche), el polo del barco (en el barco venden un polo con un logo muy bonito), un invento que sirve para enrollar los cables y que no estorben, también hay un CD, un cuaderno y unos pendientes. Los pendientes son artesanales, los hace Joaquín, un miembro de tripulación que se jubila este año y es un verdadero manitas. También hizo él mismo la caja y las decoraciones. Los pendientes son blancos, de otolitos. Estamos impresionados con las habilidades y el arte de este señor. Curro no se quedó atrás y le regaló una pulsera hecha por él mismo a base de cuerda. La verdad es que había que ver a Alejandra la cara de asombro que tenía y que indicaba, bien a las claras, que no podía salir de su asombro.
Operaciones con la draga de arrstre bentónico sobre la cubierta
           Últimos lanzamientos de draga a las 18:22, a 642 metros de profundidad, y nos preparamos para procesar lo que será el ultimo muestreo del día. Todavía nos quedan muestras acumuladas que procesar sobre la cubierta y que han de hacerse con calma cuando terminemos las maniobras con los equipos. Tenemos aún trabajo hasta bien entrada la noche.
La cena nos reconstituye y nos atempera el cuerpo, pues ya estaba haciendo un poco de frio, sensación que se incrementa por el efecto del agua con la que estamos mojados todo el día. Una crema de de zanahoria, de segundo judías verdes con jamón y de tercero pollo asado con patatas. De postre, más tarta, que está riquísima y todos comemos.
           Después de cenar, y como ya es habitual, lo dedicamos a los muestreos con CDT y perfiles de ADCP. Tarea en la que Curro y Laura ya se han hecho unos expertos. Los que aún resisten el sueño y quieren relajarse junto a un buen mojito con hielo, nos apuntamos a ver la tele, en portugués. Acabamos viendo Snoopy, un episodio en el que Charlie Brown se hace invisible. Es una buena forma de aprender portugués. Tomás bautizó como “mojicos”, pues no eran realmente mojitos, ya que no tenían menta y la mezcla con el limón estaba “suavecica”. Nos pusimos música, a volumen moderado en el interior del laboratorio, para no molestar a los miembros de tripulación que estaban durmiendo. Una pena no haber tenido la canción de  Lady Gaga “Alejandro”, pero al comentario del asunto, José Luis Rueda se lanzó a interpretarla acomodándola al nombre de ALEJANDRA.  “Ale, Alejandrrraaaa, Alejandrraaaaa”. Sacamos frutos secos y patatas para picar, vinieron algunos del equipo de fonda a probar el mojico, que hicimos en una marmita de la cocina, y que al final, aunque no supiese a mojito, sino más bien a ron con limón, tuvo mucho éxito. Entre tanto Curro y Laura seguían trabajando, CTD arriba en cubierta y ADCP abajo en la discoteca.

Domingo 20 de febrero de 2011

El Diario de Cádiz inserta hoy en sus páginas un artículo sobre las actividades de la campaña que estamos ralizando en el Golfo de Cádiz. A pesar de que han transmutado la Fundación Biodiversidad en Universidad, no por ello resulta menos agradable leer en la prensa noticia sobre lo que hacemos en aquella parte del mundo. Os recomiendo que lo leais y contempleis las fotos de nuestros colegas a bordo.
……. ¡Cruasanes calentitos!..... ¡recién salidos del horno¡ … ¡venga, venga que se acaban!...., nos anuncia nuestro Mayordomo Víctor, a medida que vamos entrando en el comedor,  para alegrarnos el inicio de la mañana. Algunos han bajado rápidamente a desayunar al reclamo del olor del cruasán, pero, como de costumbre, el Capitán y el Jefe de Campaña ya se les habían adelantado a todos. Para cuando se servían los primeros cafés, los jefes ya estaban discutiendo en el puente la tarea de hoy y el orden en el que se podrían ejecutar los muestreos. Eso sí, después de haberse atizado una buena ristra de cruasanes entre pecho y espalda.
    A decir verdad, hubo quién se adelantó a los jefes en la prueba de la  aromática y recién hecha bollería del desayuno. Lo cierto es que Laura y Curro permanecían concentrados en el muestreo nocturno con el CTD cuando ya alumbraba la madrugada. El púlpito desde el que se trabaja con este sistema está situado justamente al lado de la cocina, de forma que los aromas se cuelan por el portillo que da a la cubierta de trabajo. Tal era el aroma que  emanaba de las cocinas que Laura comenzó a sentir repentinos deseos de degustar la repostería que allí se preparaba. El Maestro Cocinero no pudo resistirse a la tentación de saltarse el protocolo y, ante la carita de víctima de su interlocutora, cedió a la tentación humana y ofreció el fruto de su trabajo madrugador a la apetente investigadora que se afanaba por desvelar los secretos más íntimos de la mar océana a tan temprana hora de la mañana. Las crónicas no cuentan nada de la reacción de su compañero de púlpito Curro López, pero conociendo al muchacho damos por hecho que no se quedó atrás y también presionó con furia al humilde Maestro Cocinero y pudo hacerse, al final, con el preciado objeto de sus deseos: un cruasán calentito.
El Jefe de Campaña se ejercita con la pala para ganar en experiencia y velocidad a la hora de comer pulpo a feira
    La mar de fondo del noroeste que nos afecta, provoca un cierto movimiento anárquico en las tazas del desayuno, y algunos tienen que hacer esfuerzos para que no se les derrame el café por encima de los pantalones. Los más experimentados saben sujetar los platos y acompasan el movimiento de las olas con el de los platos, dominando, incluso, el baño por inmersión del crujiente cruasán en el perfumado, balsámico y espiritoso café. Tenemos alturas de olas de 3 metros, así que ya os podréis imaginar que el barco bambolea un poquitín.
    Los salientes de guardia nocturna que han permanecido a cargo de los muestreos con CTD informan al Jefe de Campaña que han realizado 11 estaciones, todas ellas con resultados muy interesantes. Han volcado los datos en el ordenador y podemos analizar la geometría del plano alabeado que forma el techo de la capa de agua mediterránea profunda en su contacto con el agua superficial atlántica. Esto es lo que más nos interesa por ahora, pues nos ayudará a comprender el porque de la actividad de unos puntos y la pasividad de otros en lo que respecta a la expulsión de gases.
Hermoso ejemplar de cigala antes de ser sometido al escrutinio de los científicos
    Comenzamos la faena en una interesante zona que se sitúa en la parte más cercana a la plataforma continental del Caladero del Laberinto. Estamos a 528 metros de profundidad y nos disponemos a realizar el primer lance. A las 08:00, con la puntualidad acostumbrada a pesar de ser domingo, largamos cable por la popa unido al arte de arrastre. Los científicos no esperan encontrar gran cosa en este sector del caladero, donde no hay muchas evidencias de expulsión de fluidos per, como asegura Luismi, todo hay que confirmarlo y más particularmente después de haber visto el caso del voraz. “Nada hemos de darlo por supuesto sin antes comprobarlo”, asegura el Jefe de Campaña. A las 09:36 estamos procesando la captura. Tal y como suponían no hay nuevos especimenes que nos indiquen algún cambio en la biodiversidad de la zona. En gran medida se debe al rango de profundidad que estamos muestreando ahora. La cosa cambia cuando nos movemos a más fondo.
    A las 09:50 estamos largando de nuevo cable para realizar otro arrastre más próximo a la Dorsal de Guadalquivir, donde hemos localizado un interesante canal, muy próximo al Triángulo de Ver Mudas (formado por los volcanes de fango Anastasya, Tarsis y Pipoca), en el que parece haber expulsión dispersa de fluidos o bien altas concentraciones de gas muy cerca de la superficie del fondo. La zona es, aparentemente, interesante.
Un breve respiro entre lance y lance permite a los científicos disfrutar de un aperitivo a la francesa. El Dr. Gil Herrera buen conocedor del arte del aperitivo, invita a sus colegas a preparar el estómago con un sorbo de  Martín Rosso al que es tan aficionado. Este refinado científico sabe bien que el vino es  el mejor amigo del hombre cuando se toma con moderación, y su mayor enemigo cuando se abusa de él. Por ello, como un auténtico Maestro sommelier, sirve el vino viejo, bueno y natural, con una parsimonia digna del más noble de los refinados degustadores del fruto de Vaco. “Es domingo”, recuerda el madrileño Dr. Gil Herrera.
    A las 11:28 ya tenemos el arte a bordo y se inicia la febril actividad para de procesado con el fin de liquidar el asunto antes de que se nos presente el siguiente. Confirmamos algunas variaciones de la biodiversidad pero siempre dentro de los rangos que ya vamos conociendo bien.
Este flambeado es capaz de olerse a través de internet. No se come mal en el Cornide de Saavedra.
    El primer turno de almuerzo ya está metido en faena. He de decir que la cocina de hoy comporta grandes riesgos, particularmente cuando el Maestro Cocinero ha de enfrentarse a comensales tan entendidos y eruditos como los científicos que han embarcado en esta campaña. No es como en otras campañas que muchos hemos visto, en las que más que refinados comensales sientan a la mesa a famélicos glotones. Esta compostura y respeto por el arte de la cocina no se verá nunca, vive Dios, ni en buques españoles ni en franceses, donde se hace de las comidas verdaderos monumentos al refinamiento. Voy a demostrar con pocas palabras la afirmación que acabo de realizar, y sirva como sencillo ejemplo el caso del Jefe de Campaña. Este reputado científico y aún más acreditado goloso, si cabe, es un Maestro en el arte de reconocer e identificar, a ojos cubiertos, los embutidos ibéricos sencillamente por su aroma característico. Este prodigioso don del que la madre Naturaleza le ha dotado, convierte en virtud sus sentencias más agudas y ponderadas. “Este es lomo embuchado de la castellana localidad de Gijuelo y este otro es del Valle de los Pedroches en Córdoba”, dogmatiza con la humildad del noble gaditano que es, para luego añadir, “y este es un salchichón cular de los que hace mi madre con la matanza en Arcos de la Frontera, uno, si no el mejor, de los que existen en el mundo”. ¿Cómo no se va a esmerar el Maestro Cocinero del Cornide de Saavedra teniendo a su mesa comensales de tal categoría?


Mayordomos de lujo: Antonio (a la izquierda) y Víctor son los camareros que nos atienden en el comedor. No hay detalle que se les escape ni atención que no nos ofrezcan. Son nuestro enlace con la cocina. Un buen fichaje.
    Es momento pues de saber los manjares que hoy han de degustar nuestros colegas a bordo. El primer servicio consiste en entremeses variados que estimulan el apetito y que, como el amor, son una ayudita que no hace daño y da vivacidad a los órganos sensoriales: jamón serrano turolense, queso manchego curado y semicurado, mejillones de gran talla conservados en aceite puro de oliva virgen, y aceitunas Gordal y hojiblanca aderezdas con especies aromáticas. El segundo servio consiste en un excelente pulpo a la gallega, presentado en alargadas bandejas ovaladas de las que sobresale el acreditado octópodo descansado sobre una cama bien dispuesta de patatas hervidas en su salsa. Adorna la degustación del cefalópodo unas bien aderezadas salsas con pimentón picante que ayudan a digerir este sabroso fruto de la mar. El tercer y postrero servicio, y no menos apetitoso que los dos anteriores, consiste en un chuletón de ternera gallega, criada en los prados de Cambados y amamantada con leche de vaca que se ha alimentado, exclusivamente, con hiervas ecológicas de la tierra, de las que ha sabido entresacar algunos racimos de uva de Alvariño, de las viñas anejas al prado, en los momentos en los que el buen pastor se quedaba dormido. Este toque de Alvariño le imprime a los filetes un aroma y gusto muy especial que solamente las vacas puchas saben darle a sus terneros. Acompañando a este menú se sirvió un excelente vino Rioja que se mostró generoso y supo acompañar bien a los servicios que con tanto acierto nos sirvió, a la francesa, nuestro Real Mayordomo Víctor. Es bien cierto que, de haber existido en la bodega del barco, hubiera estado mejor acompañado por un vino del Rosal, un Vionta, Condes de Albarei o incluso un Señorío de Sobral.
La mesa de trabajo de estribor es un hervidero de cientificos. Cada cual se afana en su tarea sin importarle las apreturas
    Permitidnos que dediquemos unas palabras a la esmerada y sacrificada vida del personal de cocina y mayordomos a bordo. A las cuatro y media de la madrugada sale de la cama el marmitón, Quique. Es el primero del equipo de fonda en levantarse, sus compañeros dicen que es el que menos cobra y el que más cosas hace, pero él no se queja. Quique trabajó muchos años en barcos de pesca y dice que, comparado con ese mundo, la vida y trabajo en este barco, es un juguete. En la cocina hay un ambiente jovial. El equipo de fonda, que comprende dos camareros, dos cocineros y un marmitón, intentan tomarse la rutina con buena cara. Los cinco son gallegos, de las Rías Baixas, hablan en gallego y se meten unos con otros y así se hacen reír y piensan menos en la lejanía del hogar. Con las bromas, se les pasa el día más rápido y amenizan la tarea, aunque como dice el primer cocinero “discusiones hay en todos los matrimonios”. Valoran mucho la actividad científica, particularmente del personal que embarca en las campañas del Golfo de Cádiz, a quienes conceden un Oscar.
    A las cinco en punto, Quique trae el material que se necesita en cocina para el día, que está distribuido por el barco en diferentes despensas, habitáculos y frigoríficos, lo que significa que está de arriba a abajo cargando bultos un buen rato. Es el ayudante para todo en la cocina, así que va preparando los alimentos a medida que el Maestro los va necesitando, pela y corta patatas y otras verduras, etc. A las 7 llega Antonio, el segundo cocinero, que también adelanta trabajo y ayuda a cortar verduras y otros alimentos. En cocina preparan todos los días tres platos para comer y tres para cenar, para más de 40 personas. A las 8 llega Antonio, el primer cocinero, que planea y decide como va resolver los servicios que va a cocinar. Esta tarea es más complicada de lo que parece, hay que tener en cuanta las dietas especiales de algunos comensales, las alergias, los regímenes, las intolerancias y a la vez, mantener una dieta equilibrada. Ya no hay muchos barcos en los que se mantengan tres platos en cada comida, con carne, pescado, verduras, fruta, yogures. Antonio administra la comida, prepara los menús que supervisa el Capitán, como todo a bordo. Además, como es un magnífico profesional de cocina, enamorado de su trabajo, se ha convertido en un verdadero científico culinario pues se preocupa de investigar nuevos platos, diferentes formas de hacer una comida e idear formas diferentes de cocinar la variedad limitada de alimentos que tiene a su disposición, para conseguir una dieta equilibrada. Como os podréis imaginar, todos agradecemos a bordo la labor que realizan en las cocinas y en la camareta. Somos conscientes, tal y como dejó escrito Napoleón, que “un ejército camina sobre sus estómagos”, pero también valoramos la máxima de Grimod de La Reynière relativa a la buena mesa y al mejor comensal “al goloso le gusta comer bien, cocinar buena comida y seleccionarla mejor”. Todo esto figura en la mente de los responsables de la cocina del barco y los científicos saben de su buen hacer.
La caja repleta de sedimentos que trae consigo la box corer, ha de ser manipulada con una carretilla debido al enorme peso que tiene, lo que hace la maniobra bastante más cómoda.
    Irremediablemente hay que regresar a la realidad, y la realidad nos espera ahí fuera. Una mesa alargada dispuesta en la cubierta de estribor, sin mantel ni sillas nos contempla con su superficie cargada de cajas repletas de especimenes que hay que procesar, clasificar y envasar con suma delicadeza.
    Una vez resuelta la mesa, con la fuerza que nos ha dado el almuerzo, nos preparamos para recibir las cajas del box corer que hemos empezado a tirar en el volcán de fango Anastasya: 542 metros de profundidad y una cantidad de especies bentónicas que hemos de identificar. Dos muestreos con box corer y a continuación tres con beam trawl. No se para en cubierta. Afortunadamente hace buen tiempo y podemos trabajar con comodidad. Registramos la presencia de cigalas medianas, braquiópodos y corales muertos, un cangrejo Goneplax, alguna gorgonia y pennatulaceos. También recogemos bastante fangosa, característica de las zonas de expulsión de metano, brecha con cantos heterométricos de hasta 20 cm de costras, cantos blandos, calizas y yesos. En el segundo arrastre con bou de varas encontramos gorgonias y pennatulaceos más grandes que los que hemos visto hasta ahora, algunas espículas del erizo Cidaris, corales muertos (Flabellum chuni, Caryophilia) y braquiopodos.
    Para terminar el día, una vez que la actividad en cubierta la hemos dado por finalizada, procedemos a desplazarnos hasta el punto en el que comenzarán los muestreos con CTD. Curro y Laura se preparan para la tarea.
         Es el momento de cenar y no lo dejamos pasar. Sabemos que habrá cosa buena. Mirad: de primero una sopa calentita para atemperar el estómago. De segundo un gallo a la plancha con ensalada verde. De tercero lomo de cerdo flambeado con brandy acompañado con patatas fritas. De postre unas uvas muy ricas y gorditas. Las uvas dan pié para que Curro y Nieves entablen una conversación que no tiene desperdicio. Se extraña Nieves de que a Curro no le gusten las uvas, así que ingenuamente le pregunta al operativo y viril muchacho: “entonces, ¿Qué haces en Nochevieja?”, a lo que Curro, con gesto sutilmente procaz, presto y veloz responde “de todo menos comer uvas”.
Este es uno de los regalos que nos hace la nevegación por el Golfo de Cádiz. El sol poniente es un regero de colores que no tiene limite.
    La noche se nos echó encima mientras compartimos una entretenida tertulia en el laboratorio. Algunos se quedaron viendo el telediario y otros, a pesar del cansancio, continuaron empecinados en descubrir, con las guías en la mano, cual era el nombre científico de aquella especie que había quedado sin identificar. Siguen las discusiones y los cruces de pareceres, por la identificación de tal o cual rasgo, cuando la fatiga se apodera de ellos y van desertando de la discusión para subir a sus camarotes y caer a plomo sobre la cama. Mañana será otro día.
         

Sabado 19 de febrero de 2011 
Amanece para todos cuando el Capitán y el Jefe de Campaña regresan de desayunar y suben al puente para analizar la situación meteorológica. Algunos se cruzan con ellos en el mismo comedor o por las escaleras interiores. Suben con energías renovadas mientras nosotros descendemos en busca de una buena carga energética que nos ponga tan activos como a ellos dos.
    Las previsiones de tiempo son buenas. Tenemos una marejadilla con viento de suroeste, fuerza 4, tendiendo a aminorar por la tarde. Tenemos por delante un montón de tarea que hemos de ejecutar. El Jefe de Campaña intenta que recuperemos el tiempo que perdimos mientras estuvimos atracados en puerto. En consecuencia, hemos de recuperar día y medio de trabajo. El estado de la mar favorece la situación y todos estamos dispuestos a cooperar en la búsqueda de esta meta. Confiamos en que la mar nos deje avanzar y realizar lo que ella misma nos impidió hacer días atrás.
Las previsiones de la AEMET para hoy son bastante buenas. Nos abre el apetito y nos anima a trabajar
    Los primeros que pasan por el desayuno no son, sin embargo, el Capitán y el Jefe, si no que lo hacen en primer lugar Curro y Laura que regresan de su turno de trabajo durante toda la noche. En total han realizado 13 muestreos con CTD. El responsable de esta prospección hidrológica es Ricardo Sánchez, Investigador Titular destinado en el Centro Oceanográfico de Cádiz, quién ha tenido que quedarse en tierra porque va a ser padre por vez primera. Él fue quién diseñó una malla de muestreos con gran cantidad de estaciones que estamos a punto de completar. Una vez que se finalice tendremos que volver a muestrearla, pero esta vez en sentido contrario al que lo hemos hecho hasta hoy. Esto se debe a que la corriente mediterránea profunda se desplaza de sur a norte, por lo tanto, el muestreo con la sonda CTD se realiza de norte a sur, para evitar muestrear la misma corriente dos veces.
    Comenzamos a las 07:58 largando 1525 m de cable por la popa, para inaugurar la jornada con un lance de arrastre demersal. Nos encontramos sobre los montes pareados denominados, de manera genérica, Chica. Estos relieves están reclamando un nombre un poco más atractivo, pero, según dice el Jefe de Campaña hemos de esperar a confirmar si se trata de volcanes de fango o relieves residuales formados por algún proceso submarino. A las 09:44 recuperamos el arte y nos lanzamos a procesar las especies que se nos acumulan en las 4 enormes cajas en las que los marineros depositan el producto de la pesca. Entre las especies que ya vamos conociendo de anteriores arrastres en el caladero, destaca el erizo Cidaris cidaris, esponjas de diferentes especies y un voraz.
Maniobra de arriado e izado de Box Corer
    La aparición del voraz en el arrastre ha levantado una polémica que nos ha hecho disfrutar de un rato verdaderamente gracioso. Ocurría que en los momentos previos al lance discutían en el puente el Capitán, el 3º Oficial, el Jefe de Campaña y Juan Gil. El tema de la polémica era la posible captura de voraces a esta distancia del Estrecho de Gibraltar. Juan Gil defendía con vehemencia la imposibilidad de encontrar voraces a esta altura del Golfo de Cádiz. Basaba su razonamiento en el empirismo que ofrece los casi 30 años de seguimiento de la pesquería del golfo con dos campañas anuales. Luismi enconaba aún más la discusión asegurando que no podía descartarse ninguna hipótesis a pesar de los decenios de muestreo, invocando al fuerte dinamismo que tiene el agua profunda mediterránea en la que parece vivir esta especie de besugo. Las posiciones de los contertulios eran muy rígidas, unos para negar que todo estaba escrito y el otro para aseverar que los muestreos científicos sistemáticos no podía errar.
    ¿Cuál no sería la sorpresa cuando Teresa García descubre entre las especies un hermoso ejemplar de voraz? La cara de perplejidad de Juan Gil era de antología. No salía de su asombro. Reconociendo su error aseguró que este hallazgo era “un pelotazo” y que daría que hablar, y mucho, entre los especialistas de recursos vivos. Luismi y todos los investigadores ambientalistas se alegraron enormemente de la presencia del ejemplar de voraz, puesto que les daba la razón en su planteamiento científico sobre los ecosistemas demersales del Golfo de Cádiz. Ni que decir tiene que las copas nocturnas a base de ron corrieron a cargo de Juan Gil que, en honor a la verdad, pagó con sumo gusto. Menor fue la alegría de algunos que ya veían al hermoso ejemplar en una fuente de horno, pero Juan Gil más amante de la Ciencia que de la buena mesa, decidió marcar al espécimen y, después de una reanimación del voraz, lo devolvió al mar de donde había salido. Ya os digo que más de uno se quedó con cara de pocker al ver bucear a aquel pescado convertido de nuevo en pez.
Caleli Burgos en acción sobre la mesa de trabajo de estribor
    Una de las más estrechas colaboradoras que el Dr. Gil Herrera tiene en el Centro Oceanográfico de Cádiz, es Candelaria Burgos, Caleli para todos los amigos.  Estudió ingeniería técnica de informática por la UNED. Comenzó su actividad cientifico-técnica en el IEO, integrada en el Equipo de Pesquerías Demersales ubicado en Cádiz. Obtuvo un puesto de Ayudante Técnico por oposición y desde entonces se encargó de la base de datos de pesquerías del Golfo de Cádiz, dentro del proyecto SAP (Seguimiento de la Actividad Pesquera). En esta campaña trabaja como un componente más de grupo bentónico-demersal, que integra a los bentólogos y a los especialistas en recursos vivos. Participa en el triado de especies y también y en su identificación. Es la responsable de la base de datos de las pescas (el programa informático que utilizan para apuntar y procesar los datos, lo diseñó ella misma), y participará en la elaboración de los resultados, principalmente, en la obtención de rendimientos -es un índice que indica la abundancia-. Siempre está ocupada entre el laboratorio y la cubierta, midiendo, pesando, identificando, desarrollando una gran actividad que es muy valorada por sus compañeros.
Las hábiles y ágiles manos de Juan Gil Herrera, insertando la marca en el voraz que nos ha regalado la anécdota de hoy

    Caleli tiene una gran experiencia en campañas oceanográficas. Ha participado en la serie del Proyecto ARSA en el Golfo de Cádiz, realizadas anualmente a bordo del Cornide de Saavedra, así que este buque es para ella como su segunda casa. Cuando finalice este embarque ha de continuar a bordo para participar en una nueva ARSA, que tendrá lugar poco después de finalizar INDEMARES CHICA 0211. Las prospecciones de ARSA están orientadas a la evaluación de los recursos demersales y la estima de la biomasa de las comunidades, a partir de arrastres que siguen una estrategia de muestreo aleatorio. En cambio, en INDEMARES/CHICA 0211, el objetivo es la caracterización de las comunidades que viven en el área de estudio (volcanes de fango, depresiones de colapso, estructuras relacionadas con la expulsión de fluidos cargados en metano). Una curiosidad que sorprende a los que no conocen su trayectoria, es su profundo conocimiento de las especies que van saliendo en los arrastres, descubriendo al tiempo que su formación es informática.
    Caleli participa un proyecto muy interesante en Namibia, lo que le permite conocer mundo y visitar paises tan lejanos como éste. Es un proyecto de la AECID (Agencia Española de Cooperación al Desarrollo, del Ministerio de Asuntes Exteriores y Cooperación). Ella se encarga del análisis de la base de datos, para la detección de los errores y hacer recomendaciones encaminadas a mejorar los sistemas de tratamiento de la información del Instituto de Investigación Oceanográfico de Namibia, uno de cuyos principales recursos es la merluza, objetivo de gran parte de la flota pesquera española.
Todos los científicos curiosean la chimenea carbonatada extraída de la cumbre de Chica
    La actividad en cubierta hoy es verdaderamente frenética. A un lance le sucede inmediatamente otro. La mesa de trabajo de estribor no está vacía ni un solo minuto. A medida que salen los muestreos resueltos por un lado, entran nuevas cajas por el otro. El trabajo no cesa. El siguiente arrastre se realiza, también en las inmediaciones de Chica,  a 602 metros de profundidad, para el que largamos 1350 metros de cable. Un arrastre profundo de verdad. En esta ocasión todos permanecíamos alerta por si aparecían nuevos ejemplares de voraz que llevarnos al horno, o si acaso, el voraz que habíamos pescado anteriormente no nos fuera a tomar el pelo y se volviera a presentar entre las redes. Esta vez no hubo ni voraces ni esponjas. José Luis Rueda, el bentólogo que parece controlarlo todo, anota estos datos con una minuciosidad milimétrica.
    La Ley del Reflejo Condicionado de Iván Petrovich Pávlov, acreditado fisiólogo ruso, se cumple con rigor matemático y puntualidad británica. A las once en punto, la segregación de jugos gástricos empieza a hacer mella en muchos rostros que no pueden contener la secreción de saliva. La hora del primer turno de comida ha llegado. La campanilla con la que Víctor, el Primer Camarero de a bordo, nos avisa del acontecimiento, está a punto de sonar.
    Cuando el tilín tilín del pequeño badajo golpeando el bronce de la campaña resuena por los pasillos, se produce una excitación súbita que hace que los comensales de ese turno salgan disparados para el comedor, dejando en las manos de sus colegas la tarea pendiente. Bien es verdad que del puesto nadie se mueve mientras el Jefe de Cubierta da las instrucciones para ello. ¿Cómo no sucumbir ante el espectáculo que se huele y que se expande por toda la cubierta procedente de  las cocinas? Fijaos lo que hoy nos han cocinado a bordo: de primer plato hay un potaje de garbanzos, de segundo abadejo con ensalada y de tercero pechuga de pavo a la plancha. De postre piña con nata.
La tripulación recoge en cajas las especies que han caido en la red de arrastre
    Después, del almuerzo, realizamos una box corer en la cima de Chica Sur y, posteriormente, atacamos la cumbre con una draga de arrastre bentónica, para comprobar si hay roca en superficie. Los biólogos piensan que la biología de los arrastres de esta mañana indica que la zona es de roca, por la existencia de voraz, esponjas, y erizos cidaris. Son las 14:20 cuando iniciamos la maniobra de largado de la draga. Largamos 1250 m de cable. Sale poca cantidad de muestra, aunque obtenemos un coral negro de una especie que no hemos obtenido antes. Nos la apuntamos para repetirla en otra ocasión. A continuación nos desplazamos a Chica Norte, la cumbre pareada, donde largamos 1300 m de cable por la popa, arrastrando con la draga a una profundidad de 738 metros. Tomás y Luismi a popa pendiente de la draga para que en cuanto asome en la superficie comprobar su contenido.
          Cuando la draga asoma su cabecilla por encima de la superficie del mar, se escuchan unos gritos de alegría que nos dejan a todos estupefactos: “chimeneas, chimeneas”. La alegría se extendió por todo el barco y todos esperamos a contemplar las famosas y acreditadas chimeneas que dan nombre al proyecto. La verdad es que la cosa era espectacular. La draga traía una gran chimenea que no entraba por la boca. Estaba acompañada por otros trozos más pequeños y restos de corales y esponjas. Tenía adherida gran cantidad de fauna, esponjas, viviendo en la roca, que sacábamos de la roca y guardábamos en botes.
Coral bambú y Estrella capitán, dos de las espeies recogidas en el caladero del Laberinto
    No se hizo esperar el beam trawl que vino a continuación, con el fin de darle un repasito a esta cumbre. Largamos 1200 m y regresa a bordo cargado de material muy variado e interesante: coral vivo Flabelum chuni, erizos Cidaris cidaris, holoturias, estrellas de mar, gorgonias, Leptometra, etc. Hay muchas fotos que hacer y Miguel se ceba en la tarea. Cada día parece tener más trabajo, pues salen más ejemplares a fotografiar, pesar, guardar, etc. Un tercer arrastre con beam trawl nos termina de ocupar la tarde sin parar de trabajar. La cena se aproxima y, de nuevo, Pávlov hace acto de presencia en forma de babas. El consumo energético a bordo es tremendo. No hay comida, por copiosa que sea, cuyas energías no se consuman en las horas siguientes a la ingesta. Impresionante.
       La cena no es menos sorprendente que el almuerzo:  sopa de verduras, que como siempre, cae muy bien al cuerpo. De segundo atún cocinado en una salsa ligera y muy sabrosa. De tercero paleta de cerdo con patatas y de postre yogur de plátano.
    A las nueve y media de la noche, el Dr. Juan Tomás Vázquez Garrido, da su charla en la biblioteca, que titula “Pinceladas Geológicas sobre el Golfo de Cádiz”. Nos explicó los factores más importantes que explican las características de la zona de las chimeneas de Cádiz. La masa de agua mediterránea, los procesos de escape de gas y la tectónica de la zona son los principales factores que determinan la morfología de la zona. Nos habla de los diapiros, zonas o unidades geológicas de menor densidad que afloran en el fondo marino, a veces acumulan hidrocarburos, que pueden escaparse hacia la superficie. Ese es, precisamente, el secreto de la expulsión de gases en el fondo del Golfo de Cádiz.
    Aunque cansados, disfrutamos de la amena charla de Tomás. Una vez finalizada, nos reunimos a tomar algo en el laboratorio, y Carlos Farias, infatigable y pertinaz, sigue haciendo más fotos y consultando manuales de identificación de especies. En el acuario, tenemos un ermitaño y corales para fotografiarlos mejor.

Viernes 18 de febrero de 2011
Los primeros espadas ya están trabajando en el puente desde primera hora de la mañana. Son los más madrugadores, ya lo sabemos, pero parece que mantienen una pugna por ver cual de los dos se sienta más temprano a la mesa para desayunar. El Capitán, Manuel Riobó, juega con ventaja pues antes de bajar al desayuno ya se ha estudiado la previsión meteorológica, como no podría ser de otra manera. Luismi, el Jefe de Campaña, sabe perfectamente que en esta materia ha de lidiar en plaza ajena, pero es torero viejo y ya ha toreado en esta y en otras plazas de fama mundial. Acostumbra a recibir a porta gayola: “buenos días Capitán, ¿como se prevé la cosa para hoy?”. Y entonces, Manolo se explaya opinando, como experimentado profesional de la mar que es, y concluye: “un tanto variable, pero con pocas sorpresas”. Luismi, que es genéticamente sentencioso en materia meteorológica, siempre tiene algún refrán a mano que sintoniza con la diagnosis del Capitán: “febrerillo el orate, cada día hace un disparate”. Dicho esto, unta su macro tostada con varias capas de mantequilla a la que, a continuación, aplica unas cuantas cucharadas soperas de mermelada, mientras deja que Manolo continúe con su discurso. Sin perder el hilo de la conversación, hace serios equilibrios con la tostada para que no se produzca un deslizamiento mermeladogénico que genere un abanico profundo sobre el mantel. Víctor, el primer camarero, que en realidad se llama Victorino Paz, no le quita  ojo por si tiene que salir al quite para que el maestro no cause un desastre mayor en la lidia de la tostada.
    Una vez en el puente analizan la situación con los datos en la mano: marejadilla con viento del 270º cambiando por la tarde a marejada con mar de fondo del 280º. Replantean los arrastres para modificar alguno de ellos en función de la dirección de la mar y de las irregularidades del fondo. Tan pronto como han reajustado el plan de hoy, Luismi baja al laboratorio para dar las últimas instrucciones del día. Se arremolinan los investigadores a su alrededor delante de la pantalla del ordenador, donde Gerardo Bruque controla todos los datos de situación en GIS, y comenta las modificaciones que han tenido que realizar para acomodarse a la situación meteorológica del día. El pacífico granaíno actualiza la base de datos cartográfica trazando los nuevos arrastres y todos se disponen a recibir la primera atacada de muestras. Luismi revisa el parte nocturno que le ha dejado Curro López y toma nota de algunos detalles que le permitan reorganizar el trabajo nocturno. Las noticias no son malas, pues durante la noche pasada han realizado 13 muestreos con CTD, todos ellos sin incidencias.

(Izquierda) La tripulación realiza la maniobra de arriado del arte de arrastre. (Derecha) Gerardo Bruque y Alejandra Fernández registran en el GIS (Sistema de Información Geográfica) los datos del arrastre.
  A las ocho en punto de la mañana nos encontramos al suroeste del volcán de fango Tarsis preparados para largar el arte de arrastre a 650 metros de profundidad. Largamos 1500 metros de cable y a las 09:45 tenemos ya el arte a bordo. La muestra obtenida es similar a lo que hemos recogido en anteriores arrastres. Esta vez hemos pescado un cazón de 1.53 m, un tiburón pariente del que probé en adobo hace unos días en un bar de Cádiz. El espécimen es muy grande y, desde luego, no parce estar nada contento de disfrutar de nuestra compañía. Lo pesan y miden lo más rápido que pueden. Miguel hace fotos a toda velocidad antes de que le atice una mordida. Lo tiran al mar, esperando que sobreviva al shock. El lance también ha traído mucha escoria de carbón, procedente de la combustión de las calderas de los buques con máquinas a vapor. Es un residuo muy abundante en el fondo marino y se acumulan marcando las antiguas rutas de navegación.
Ahí tenéis el pez cartilaginoso en todfa su extensión antes de regresar al mar
    A las 10:00 ya estamos largando el siguiente lance. Son 592 metros de fondo y largamos 1350 metros de cable. A las 11:42 ya tenemos, de nuevo, el arte a bordo. Este lance trae las especies comunes de la zona, y un escuálo que mide 1,09 metros de longitud. Es espectacular, sin embargo, no llama tanto la atención como lo hizo el cazón del arrastre anterior. También hay una caracola del gasterópodo Charonia, que está en el listado de especies amenazadas y por lo tanto devolvemos al mar  después de registrarlo y fotografiarlo desde mil ángulos diferentes. Es una concha grande y preciosa, de las que la gente pone en sus casas. Los bentólogos lo tratan con una delicadeza sorprendente.
          Los turnos de almuerzo se secuencian como de costumbre, y vuelven a presentarse en cubierta a toda velocidad. El ritmo es frenético. Los científicos no parecen mostrar síntomas de fatiga, a pesar de que al caer la tarde suelen estar rendidos. Hoy hemos comido coliflor de primero, cocinada con huevo. De segundo, arroz tres delicias, que parecía un risoto, y de tercero una milanesa riquísima con patatas. Y de postre piña con nata.
          A las 13:10 nos encontramos al oeste del volcán Tarsis arriando la draga de arrastre bentónico, La profundidad es de 604 metros. La draga regresa bastante cargada de sedimentos. El sedimento superior es arena fangosa y en las capas inferiores es un fango homogéneo. Comienza la labor de procesado del sedimento en la columna de tamizado, con el fin de separar la fauna que encierra el sedimento. Un segundo arrastre  a 606 metros de profundidad, no arroja mucha más información. Quedaremos pendientes de realizar unos barridos fotográficos en la segunda parte para confirmar las primeras conclusiones que los bentólogos comienzan a extraer de sus muestreos.
          El grupo de bentólogos que hay a bordo se muestra muy activo e ilusionado con lo que están encontrando. Uno de sus componentes es el Catedrático de la Universidad de Málaga, Enrique García Raso, que se ha integrado en el proyecto como fruto de un Convenio de Colaboración Específico establecido entre el Instituto Español de Oceanografía y el Departamento de Biología Animal del cual es su Director. Enrique tiene una larga experiencia en la cooperación con el IEO, a través del Centro Oceanográfico de Málaga, donde tiene buenos colegas, entre los que destaca el propio José Luís Rueda Ruíz.
Enrique García Raso pillado in fraganti "con las manos en la cubeta"
    Enrique nació en Madrid, y vivió ahí hasta los 7 años. Después su familia se trasladó a Málaga, y ha vivido entre Málaga y Granada desde entonces. Es curioso, porque no tiene acento andaluz, pues sus padres eran del norte, y nunca se le pegó el acento malagueño. Es un hombre tranquilo que no se altera por nada, aún cuando el ritmo de trabajo sea muy fuerte él continúa con su parsimonia analítica escrutando con paciencia cuanta fauna cae en su mano. Es un hombre risueño, feliz con lo que hace. Cuando habla, los que están al rededor suelen desviar su atención de lo que están haciendo, para escuchar la anécdota, historia o cualquier experiencia que hubiera decidido compartir. En un principio hubiera querido ser paleontólogo, pero no existía la especialidad en Málaga, así que se metió a biología, carrera que terminó en Granada con la especialidad en zoología. Le hubiera gustado especializarse en peces, pero no había ningún equipo en Granada, mientras que el equipo de crustáceos era  relativamente amplio, así que se especializó en, en antrópodos y crustáceos.
    Si Tesis Doctoral versó sobre decápodos, de los que dice que hay que saber que tienen 10 patas locomotoras y que están muy buenos cocidos y a la plancha. Son muchos los que entablan discusión con Enrique, no solamente Blanca, si no también Laura, Curro, Marta, Tere y Caleli también escuchan y participan de la tertulia. Sospecho que Gerardo, a pesar de tener que mirar a la pantalla del ordenador, también está disfrutando de la conversación. Continúa contando que ha impartido clases de artrópodos, de zoología marina (la parte de vertebrados y artrópodos), de parasitología y de entomología (insectos). Nos cuenta que con el nuevo plan de estudios, derivado del famoso tratado de Bolonia, sólo habrá una asignatura de zoología, y que no sabe exactamente que partes va a tener que impartir. Está todo por decidir.
    Durante la campaña, Enrique participa en el procesado de las muestras, si bien su experiencia se centra más en los muestreos en aguas someras (litorales). Es un experto fotógrafo, como casi todos los científicos y profesores de universidad. Ha desarrollado gran parte de su actividad en los laboratorios de la universidad, por lo que casi siempre ha visto las especies una vez que han sido procesadas, y no en su hábitat natural. Presta particular atención a los rasgos morfológicos de las especies que identifica, como las patas, la forma, etc. Los científicos más acostumbrados a ver las muestras recién sacadas del mar, se guían más por el color a la hora de identificar. Enrique trilla el material y al finalizar la primera parte de la campaña, se llevará a la UMA las muestras para su estudio posterior. Ha realizado campañas en el Atlántico Africano y en el Caribeño, la Antártida, aunque allí no haya cangrejos. Dice que allí no es todo blanco, sino azul y verdoso. Su hobby es viajar.
    Fuera del laboratorio continúa la actividad habitual de los geólogos de todas las tardes. Están apasionados con los resultados de los muestreos en la zona de expulsión de gases. El último bou de varas que realizamos en la depresión de Tarsis, a 638 metros de profundidad, no ha arrojado demasiados resultados, únicamente gran cantidad de escorias de carbón y muchos braquiópodos. Un segundo muestreo con el bou no nos dice tampoco demasiado. Recogemos un gran número de pennatulaceos, de la familia Pennatulidae, posiblemente del género Cavernularia. Son colonias de pólipos, y al sacarlos de su hábitat, cada individuo se contrae y en lugar de parecer un colorido abanico, parece un palo marrón. Han intentado ponerlos en una pecera, en botes rellenos de fondo marino, para ver si se sentían más cómodos y se abrían. Así nos haríamos una idea de como es el fondo marino. A las 10 y pico de la noche, el experimento da sus primeros frutos. ¡Por fin se han abierto! Son preciosos, espectaculares, y nos dan una idea de cómo debe de estar el fondo cuando todos deciden abrirse. Los científicos se apresuran a hacer fotos y a buscar en libros de consulta su nombre exacto. Aquí no se descansa nunca.
El pennatuláceo se abre por fin a las 10 de la noche. Se ve que les gusta la movida nocturna. No quiso acicalarse hasta que Curro no le puso musiquilla de salsa.
    A pesar de ello, parece que esta parte del volcán no es muy rica en biodiversidad. Algunos especulan con la posibilidad de que el enterramiento que generan las voluminosas acumulaciones de escorias de carbón no permite la supervivencia de las especies y es un factor de empobrecimiento de la biodiversidad en estos lugares. Es bien sabido que los fondos cubiertos por escorias se transforman en substratos prácticamente estériles, de aquí el grave problema que ha generado el desarrollo industrial y la navegación a vapor. Una pena.
Un último muestreo con el bou de varas nos vuelve a confirmar la pobreza faunística que caracteriza al entorno de este volcán. Cosas como estas entristecen aunque, la verdad, por otra parte nos enseña a tomar precauciones que en muchas ocasiones parecen exageradas pero que, en términos de prevención, resultan eficaces. A las 18:30 comenzamos los reconocimientos batimétricos para realizar los lances situados en las inmediaciones de los montes Chica 1 y Chica 2.
    La cena nos da pie para discutir algunos aspectos del muestreo de hoy. El frío que hemos pasado en cubierta y que hace que muchos estemos estornudando todo el día, lo atacamos con una sopa de fideos muy calentita que Víctor se apresura a servir para que no llegue a los platos fría. De segundo nos tomamos una merluza a la romana y, de tercero, un churrasco gallego (costillar asado) con salchichas con patatas. De postre, para compensar, pera.
    Al caer la noche, el barco se traslada a la zona de los barridos acústicos con ADCP y muestreos con CDT. Curro y Laura se incorporan a su actividad nocturna y los dejamos trabajando con la sonda CTD, mientras todos los demás nos vamos subiendo a los camarotes para descansar. Una jornada dura pero, como siempre, cargada de emociones y de enseñanzas.
       

Jueves 17 de febrero de 2011
Hoy seguimos en puerto gracias al temporal que nos ha impedido seguir con el trabajo en la mar. Parece que el viento amaina y las nubes van desapareciendo a lo largo de la mañana. La previsiones de la AEMET son de que el tiempo mejore a partir del medio día de hoy.
El B/O Cornide de Saavedra tracado en el puerto de Cádiz.
El Capitán y el Jefe de Campaña se han reunido en un desayuno de trabajo y han analizado la situación. Una vez que se comieron sus respectivas dosis de tostadas, subieron al puente y analizaron los mapas del tiempo y las previsiones de de varias fuentes de información, nacionales e internacionales. La conclusión es que hoy saldremos a la mar a las 15:00. El optimismo ha cundido rápidamente entre todos los científicos y se han apresurado a dar los últimos paseos por la ciudad y comprar la prenssa del día. A la hora a la que escribimos esta crónica el B/O Cornide de Saavedra está saliendo de puerto, desde donde recibo las primeras imágenes del buque navegando con la lancha de los prácticos abarloada por estribor.
El Práctico del puerto de Cádiz desciende por estribor para embarcar en su lancha

          No es ocioso indicar el riesgo  que corren estos marinos, especialistas en la navegación portuaria, en el servicio que prestan a bordo de los buques en los que se embarcan cada día. Ellos conocen perfectamente todos los secretos de una navegación complicada, como es la de los accesos a puerto, con los efectos de las mareas, de las corrientes, del viento, etc. Así que su labor consiste en acompañar al Capitán y asesorarle en las maniobras que ha de realizar para acceder al puerto y atracar con seguridad, o bien salir del puerto y transitar por las canales de acceso, sin riesgo para la navegación ni para el propio buque en el que se encuentre. Una vez que ha prestado su servicio, el Práctico ha de desembarcar por una escalera de gato (hecha con cuerdas que sujetan varias tablas horizontales que actuan de peldaños) que se extiende por el costado del barco, salvando el oleaje -que puede llegar a ser verdaderamente peligroso-, y sin que ninguno de los dos barcos deje de navegar. El momento de mayor riesgo es cuando tiene que alcanzar la cubierta de la lancha en la que ha de regresar a puerto y que permanece abarloada mientras el Práctico presta su servicio. Yo siempre he admirado mucho el trabajo que realian estos especialistas, particularmente desde el día en el que vi, con verdadera consternación, desembarcar a un práctico en el puerto de Portimao (Portugal) e intentar acceder a la cubierta de su lancha mientras el anárquico oleaje casi lo parte en dos. La pericia de aquel hombre hizo que en un salto callera sobre la cubierta del barco, pero no impidió que se diera un batacazo del que, a buen seguro, no se repuso fácilmente.
          Una vez en la mar, el Jefe de Campaña reorganizó la actividad para esta tarde/noche y nos dispusimos a dar un empujón a la toma de datos de agua con el CTD, actividad que habíamos tenido que suspender cuando regresamos a puerto. Hicimos dos turnos de trabajo, de manera que nos relevaríamos dos grupos atendiendo el sistema hasta que, llegada la nocha, se incorporaran Curro y Laura para pasar a hacer perfiles de ADCP.
          Llegamos al primer punto de muestreo a las 18:35, pero la mar estaba todavía un poco levantada. El Capitán y Luismi bajaron a observar como estaba la situación a la altura del púlpito, en la cubierta principal donde realizamos el trabajo, pues es el lugar desde el que han de manipular el CTD. Los golpes de mar y las olas podían alcanzar la base del púlpito lo que pondría en riesgo la seguridad de los operadores del CTD. Esperamos en el punto hasta que la mar amainase.
          Con la caida de la tarde el viento fue menos intenso y pudimos empezar la tarea. Mientras el tiempo transcurría, aprovechamos para cenar. Incomprensiblemente el apetito hace su aparición tan pronto como los olores a comida comienzan a esparcirse por la cubierta del barco. El olorcillo a sopita calentita se colaba por nuestras fosas nasales y nos probocaba un cosquilleo en el estómago que no se podía aguantar. El camarero, Víctor, hizo su aparición con una enorme sopera llenita de sopa de letras que nos sentó a todos como gloria bendita. Nadie pudo componer ni una sola frase con el montoncillo de letras que le calló en el plato.  Cada ración fue enguída casi en el momento de ser servida, con todo el abecedario para adentro. El segundo servicio no se hizo esperar, ni tampoco nos demoramos mucho los científicos en dar cuenta de la vitualla: espaguetis carbonara, con una buena dosis de nata y su tocinito con champiñones. Riquísimos. Para empujar y rellenar los últimos huecos que nos quedaban en el estómago, de la cocina salió una hermosa y bien nutrida fuente de jarrete con verduras estofaditas. ¿Como abandonar a su suerte semejente suculencia? Algunos ni se lo plantearon, y cuando Víctor se aproximó a los comensales para servirles, no observó ningún gesto de rechazo a la proteína animal ni a las hortalizar salteadas. La fuente regresó a la Camareta absolutamente desnuda en la que únicamente podía apreciarse un resto del jugo de las verduras que se desplazba en el fondo de un lado a otro. Las mandarinas de postre nos endulzaron el paladar e inundaron el comedor del aroma típico de este reducido y sabroso cítrico.
Tertulia en el laboratorio después de cenar
          El viento fue amainando a medida que transcurría la tarde y solamente quedó mar de fondo que, aunque es incómoda, permitía realizar actividades en el interior de los laboratorios. Cada investigador retomó el trabajo que había suspendido por causa del temporal y volvimos a disfrutar de un ambiente de trabajo activo del que tanto disfrutan todos. Una pequeña tertulia en el laboratorio después de cenar nos hizo pasar un rato agradable. Curro López, animando al personal como siempre, ondeó la bandera del Proyecto LIFE en un gesto de defensa de su patrocinador. Para ayudar a que todo transcurriera en un entorno satisfactorio, vimos por primera vez el espectáculo de la mar nocturna iluminada por una Luna llena que parecía un Sol. El brillo de la mar a la luz de la Luna es algo impresionante, y la quietud de la mar ayuda a disfrutar del paiasaje marino. Muy bien, pero que muy bien.

Miércoles 16 de febrero de 2011
Continuamos amarrados en el puerto de Cádiz. Podéis observar la imagen de espectro visible que nos suministra la AEMET a las ocho de la mañana. Como podréis comprobar tenemos encima del Golfo de Cádiz un pedazo de borrasca que nos está despeinando todo el rato. Hoy no es el mejor día para ir a la peluquería ...... ¡ni para los calvos!
          Aprovechamos el día para ordenar fotos, pensamientos e ideas, para enviar correos y para realizar llamadas, para hacer compras, para organizar el laboratorio y sobre todo enviar muchas fotografías al IP.  Hemos estado revisando todas las fotografías realizadas y las hemos ordenado colgando en nuestro duro virtual una copia de seguridad. La lluvia y el fuerte viento de poniente esta presente durante todo el día. Los partes meteorológicos nos indican que hasta mañana por la tarde no tendremos mejor tiempo.
    El día es parecido a algunos de esos días ingleses en los que sale tímidamente el sol, y luego se pone, de repente, todo gris. Al minuto empieza a llover a cántaros, caen chaparrones, chuzos de punta, rayos y truenos, y la cosa termina tan abruptamente como empezó, al tiempo que las nubes dejan de nuevo paso al sol.
          Hoy tenemos programadas varias actividades de las que os informaré al final del día. ¡Por fin podemos hablar por teléfono!, eso sí, gracias a que estamos atracados. El Jefe de Campaña ha organizado un ciclo de conferencias a bordo muy interesante. Cada investigador explicará los objetivos específicos de su especialidad para esta campaña. Esto será como un curso de Oceanografía acelerada y concentrada.
Científicos en la sala de conferencias escuchando la presentación que ha realizado Juan Gil
 Hoy comienza con la exposición del Dr. Juan Gil Herrera, que nos hablará de las pesquerías demersales en el Golfo de Cádiz. Por otra parte, los investigadores van a aprovechar el tiempo para ir avanzando en los estudios de las muestras que han extraido en estos ultimos días.
           Juan Gil Herrera es oriundo de Madrid. Estudió Ciencias Biológicas, con especialidad en Zoología, en la Universidad Complutense de Madrid. Está destinado en el Centro Oceanográfico de Cádiz, integrado en el equipo de pesquerías demersales. Ha realizado su Tesis Doctoral sobre la biología del voraz -un besugo que se pesca en el Estrecho de Gibraltar-, pesquería cuya evolución conoce muy bien pues no en vano viene realizando su seguimiento desde hace más de quince años. La conferencia la realizó de forma muy amena e informal, a lo largo de la cual fue objeto de preguntas continuadas que supo responder con gran despliegue de datos acompañados de curiosidades que hicieron muy atractiva la charla.
    Nos habló sobre la pesca de voraces, y sobre el primer plan de pesca que se llevó a cabo en la zona que fue en 1999. La pesca del voraz se realiza principalmente en el Mediterráneo, en Tarifa, Algeciras y Conil, con la singularidad de que esta especie muestra diferentes estados de madurez en cada una de las zonas. El voraz es un pez muy apreciado por su sabor. Adquiere un alto precio en el mercado. La mayor parte de la pesca se transporta a Madrid o al País Vasco, donde se vende al día siguiente de ser pescado alcanzando un alto precio de venta. Los estudios realizados determinan que la pesca de voraz no es sostenible, pues la población está descendiendo y puede llegar a niveles en los que su recuperación sería muy difícil o incluso imposible. Comenta que lo ideal sería que el propio sector de pesca el que lleve a cabo la gestión de los recursos, pero la pesca es un recurso que no se ve, por lo que es difícil de evaluar su gestión, que se rige por la ley de la oferta y la demanda. 
Ahí teneis la popa del B/O Cornide de Saavedra en plena maniobra de virado del Beam Trawl (Bou de Varas)
           El papel de Juan Gil en esta campaña es supervisar todas las actividades de pesca de demersales que se realizan desde el B/O Cornide de Saavedra. Por ello, pasa la mayor parte de su jornada en el puente, con el capitán y el jefe de campaña. También está mucho en cubierta supervisando las operaciones y su seguridad. También supervisa los arrastres con la beam trawl (BT), arte que él mismo comenzó a utilizar en las campañas realizadas en uno de los proyectos que él mismo lideró y que más crédito le han otorgado: el Proyecto DEEPER, en el que han participado, prácticamente, todos los que ahora mismo se encuentran a bordo. De aquí la gran sintonía que tienen unos con otros y la profunda camaradería que se respira en cuantas actividades participan.
       Del equipo de demersales del Centro Oceanográfico de Cádiz, tenemos en esta campaña a  Carlos Farias, Caleli Burgos y a Emilio González, y a las becarias Sara Castillo y Marta Cabello.

Martes 15 de febrero de 2011 

El temporal que hemos visto levantarse hace un par de días nos ha obligado a refugiarnos en el puerto de Cádiz. Era lo que tanto nos preocupaba. Durante la noche de ayer pudimos trabajar un poco con los perfiles de ACDP pero las olas eran tan grandes que la fuerte marejada se convirtió en temporal, lo que imposibilitó la toma de datos acústicos, y menos aún los muestreos con CTD. Así que el Capitán, tras comentar la situación con el Jefe de Campaña, decidió refugiarse en Isla Cristina y posteriormente desplazarse al puerto de Cádiz donde hemos encontrado abrigo. Fijaros en la imagen de la AEMET y comprenderéis enseguida la razón por la que hemos tenido que suspender momentáneamente las actividades de campaña. El tránsito desde Huelva hasta Cádiz nos sirvió para curtirnos, aún más, en la vida marinera. No sabéis bien lo magnífico que es almorzar en una mesa que no se mueve. Cosa curiosa es la sensación que tienes al desembarcar y caminar por el puerto ........ ¡se mueve todo el suelo! ...... ¡impresionante! ¿verdad?

          Mirar esta fotografía en la que se ve el estado de la mar cuando navegábamos hacia el puerto de Cádiz. El movimiento del barco no nos permitía siquiera fijar de una maenra más firma la cámara de fotos. La cubierta de popa era imposible de transitar y las ganas de llegar a puerto, os lo aseguro, era inmensa.

 Lunes 14 de febrero de 2011. San Valentín.

Amanece este día de San Valentín con una creciente marejada, con viento del noroeste fuerza 5 que se va a ir incrementando a partir del medio día. Por si acaso hoy me tomo una doble dosis de Biodramina no vaya a ser que la cosa vaya a más y  …… buaffff….., y esto, de verdad, sienta fatal. Decir a bordo que es el día de los enamorados no tiene mucho sentido, porque aquí todo el mundo parece estar tremendamente enamorado de su trabajo, aunque no vayan poniendo corazoncitos en las etiquetas de los envases en los que almacenan los especímenes obtenidos de los muestreos.Así que para los científicos, cada día es el día de los enamorados de su trabajo, sea o no sea San Valentín.
Mirar la que se nos viene encima
    Esta noche, como de costumbre, han estado trabajando Curro y Laura en la adquisición de datos de hidrografía. Han realizado 13 muestreos con CTD, además de los correspondientes perfiles de ADCP. Quisiera deciros que el trabajo nocturno tiene mucho mérito, pues manipular un aparato en la oscuridad de la noche, a pesar de que en cubierta hay focos que alumbran el barco, da un poco de respeto. Como se ha presentado un pequeño inconveniente, Curro vuelve a demostrar su sorprendente polivalencia y está dispuesto a resolver el asunto. El oxímetro del CTD no funciona correctamente, así que recibimos instrucciones desde tierra para que intentemos arreglarlo. Curro se pone manos a la obra y en un plís plás lo ha resuelto. Como no podía ser menos, le hacemos la ola.
    Tras el desayuno unos salen de trabajar y los siguientes se incorporan a la actividad. Enseguida comenzamos el primer arrastre demersal a las 08:00 en punto. Maniobra en cubierta. Contramaestre, Chapela, dirigiendo la operación. Los marineros en sus puestos distribuidos por los lugares estratégicos de la cubierta atentos a las indicaciones de Chapela. En poco tiempo está el arte en el fondo, a 578 metros de profundidad, y comenzamos a contar el tiempo de arrastre después de haber largado 1300 metros de cable. Entre tanto, los científicos han vuelto a desplegar todos sus aperos de trabajo, se han enfundado sus trajes de agua, cascos, botas de seguridad, y toda la parafernalia que exige su trabajo a bordo.
    Este primer arrastre lo realizamos en las inmediaciones de uno de los volcanes de fango, llamado Tarsis,  más curiosos del Golfo de Cádiz. Cuando me enseñaron el gráfico 3D de su relieve, me resultó muy graciosa la forma que adoptaba, a modo de un cono saliendo de un agujero. No tiene grandes dimensiones, pero dicen los expertos que la depresión que acompaña al cono es síntoma de que ha tenido, o tiene, actividad como punto de expulsión de gases.
3D del volcán de fango TARSIS y batimetría del lugar
 
          Pues sea como fuere, entre pitos y flautas nos encontramos con las cajas de material repletas de fauna delante de la mesa de trabajo y los científicos lanzándose a clasificar y separar las diversas especies. Parece que durante la noche han debido de tomar Red Bull porque hoy han salido con unas ansias de trabajo que ha de ser fruto de su amor por la Ciencia. Vamos, digo yo. Han salido gambas rojas, raya picuda, estrellas que no habíamos visto hasta ahora, por ejemplo la estrella capitán, y rape negro. Muy interesante, a decir de José Luis Rueda y Enrique García Raso, los expertos bentólogos que todo lo miran.
       A las 09:59 iniciamos la maniobra del siguiente lance a 558 metros de profundidad. A las 11:41 ya está el arte a bordo. A toda prisa se rematan las últimas operaciones de clasificación de los muestreos del arrastre anterior y sin solución de continuidad nos encontramos con la mesa repleta de especies que hay que empezar a clasificar. El resultado de este nuevo arrastre, como era de esperar, es muy similar al anterior y concluimos que no se ha incrementado la biodiversidad, aunque se constata la presencia de especies de alto valor ecológico como las que os acabo de mencionar. Si que es de destacar la presencia de pennatulaceos, que es una especie muy mimada por los bentólogos, tanto por su belleza como por su fragilidad, con independencia de su valor ecológico.
    Se organiza el primer turno de comidas. Los primeros afortunados van a disfrutar de las suculencias que nos ofrecen los cocineros: el primer servicio consiste en unas lentejas guisadas con chorizo, morcilla y patatas; el segundo servicio es un espectacular gallo con ensalada, pescado muy apreciado en Galicia,  y el tercer servicio consiste en una chuleta de cerdo con patatas. De postre, un aromático mousse de chocolate de textura bien compensada y jugosidad probada. ¡Ah!, ¿creéis que quedó algo en los platos? La Ciencia propiciará grandes profesionales enamorados de su trabajo, pero genera, a Ciencia cierta, expertos y profesionales golosos, esta especie de comensal al que le gusta comer bien, cocinar buena comida y seleccionarla bien, según establece el noble Grimod de La Reynière en su obra maestra “Manual de Anfitriones y Guía de Golosos”.
    Voy a hacer mención al trabajo que están realizando las dos estudiantes en prácticas de la Universidad de Cádiz que están disfrutando de una estancia en el Centro Oceanográfico de Cádiz. Esta circunstancia les ha permitido embarcar a bordo del B/O Cornide de Saavedra y vivir así una de sus más emocionantes aventuras científicas. A decir de ambas, están disfrutando de todo lo que ven y hacen. Sara Castillo Oñate y Narta Cabello de Pando son dos estudiantes de Ciencias del Mar muy ilusionadas con su futura profesión. Les apasiona la investigación científica y confían poder encontrar, algún día, una oportunidad para incorporarse a algún grupo de investigación del IEO o de otra Institución que realice investigación científica marina. Pugnan por ver cual de las dos se marea menos, así que hacen esfuerzos para mantenerse activas, y en cubierta, para así sortear los efectos del mareo. Hoy ha resultado algo más complicado porque nos ha llovido y ha hecho algo más de frío, así que no ha quedado más remedio que refugiarse en el interior del barco buscando calorcillo y esto es una trampa que te atrapa ……. Buaffff. Ya sabeis. Pero bueno, se repone uno tomando una manzana o cualquier pieza de fruta que ayude a sostener el estómago y, de nuevo, a trabajar. Nada peor que tumbarse. Ya he aprendido la lección yo también.
    Ambas están muy activas en los muestreos biológicos. Miden y apuntan las tallas, y las introducen en una base de datos, clasificados por arte de pesca. A Marta le gusta mucho aprender lenguas, sabe francés, inglés y alemán (fue a Alemania de Erasmus) y quiere seguir aprendiendo más lenguas. Sara es muy deportista, le gusta sobre todo la natación y correr. Está en el equipo olímpico universitario, y va a concursar en el torneo español de universidad en la categoría de campo a través.
    Una vez que los dos turnos de almuerzo han finalizado, recuperamos la actividad al completo. Todos los científicos en cubierta y los que trabajan con los ordenadores en sus puestos de combate. Segundo asalto al fondo del mar. Atacamos ahora con box corer, con la que hemos tenido algún problemilla pero que Curro ha logrado reparar, como no podía ser de otra manera, eso sí, ayudado por el personal de máquinas, siempre disponible a cualquier hora que se le requiera. A las 13:00 h estamos sobre el primer punto de muestreo en la zona de Tarsis. Comenzamos por el flanco este, a una profundidad de 591 metros. La muestra es fango arenoso en superficie y fango a muro. Tamizar el fango es muy divertido, ya os lo contaré otro día en detalle, pero es actividad no apta  para los que sean remilgas en la manipulación de cosas blanditas y viscosas. Como el viento sigue arreciando y la maniobra se vuelve peligrosa, el Jefe de Campaña, asesorado por el Capitán, decide suspender el muestreo con este sistema.
Pues parece que algo interesante han encontrado los científicos entre las redes
          Pasamos entonces a trabajar con el beam trawl al sur de la cima del volcán de fango Tarsis, a una profundidad de 579 metros. Largamos 1050 m de cable. En esta ocasión le hemos acoplado un sensor de profundidad que acompaña al de abertura que ya llevábamos ayer, por lo que, tenemos un control más exacto de la posición del arte sobre el fondo. Después de 5 minutos arrastrando viramos el arte. El punto final al que se comienza a recoger el arte alcanza los  620 metros de profundidad. Obtenemos principalmente pennatulaceos y dos corales negros, organismos que conforman un hábitat susceptible de ser protegidos. Creemos que nos hemos encontrado con una pradera de estas especies, aspecto que hemos de comprobar cuando regresemos a este punto, en la segunda parte de la campaña, y realicemos las observaciones con cámara de fotos submarina.
    Finalizamos la jornada en cubierta con dos arrastres de draga bentónica que vuelven a arrojar el resultado que ya habíamos previsto a tenor de los anteriores muestreos. Resta procesar las muestras de sedimento que, a buen seguro, aportarán mucha información sobre las especies infaunales en las que la Universidad de Málaga está muy interesada. El resto de la tarde lo dedicamos, como es habitual, al reconocimiento de la batimetría de los arrastres de pesca. Hoy el capitán no ha puesto ninguna objeción a la posición de los lances propuestos.
    La fatiga del trabajo intensivo se hace sentir en nuestros cuerpos. Cuando llega la hora del primer turno de cena ya hay algunos que comentan que vuelven a tener apetito. Tal es el consumo energético que se realiza a bordo con el trabajo que hacemos. Muchas veces me cuesta entender que esto sea posible, por eso insisto tanto en este aspecto que tanto me asombra. Yo creo que el continuo movimiento del barco y el esfuerzo que hay que estar haciendo, permanentemente, con todo el cuerpo para mantenerse en posición vertical mientras se trabaja, ha de ser un factor importante que explique este apetito voraz que nos entra. Es como si estuviéramos haciendo gimnasia todo el día.
Bueno, pues explicaciones aparte, os diré que la cena ha estado muy bien, y muy calentita. ¡Que bien! No sabéis como se agradece entrar en la cámara del buque y encontrarse una sopa caliente de primer plato. Lo peor de todo es que con los movimientos bruscos que hace el barco, por efecto de las olas, hay que hacer juegos malabares para que no se nos caiga la sopa por encima. Cosa que no conseguimos controlar todos y que origina grandes risas. Hay que agarrar el plato hondo y apoyarlo en un solo punto sobre la mesa. Entonces hay que acompasar la inclinación del plato al ritmo que imprimen las olas. Cuando el barco se escora a babor, el plato lo inclinamos a estribor y así logramos tomar la sopa sin que se caiga un solo fideo. El segundo plato, un filete de pescado, es más sencillo de tomar y más aún el filete con pimiento a la plancha que tomamos de tercero. Pero aún nos queda espacio en el estómago para tomar un digestivo yogourt de fresa.
    Una buena tertulia, acompañada de una botella de ron invitación del Jefe de Campaña, mientras logramos controlar la caída plomiza de parpados y en cuanto alguien nota que comienza a charlar balleno, comprende que ha llegado el momento de irse a la cama. Un saludo a los que se quedan de guardia nocturna y caemos rendidos sobre la cama. Cuando me retiro a dormir, el maretón es muy considerable y nos vamos dando golpes contra los mamparos a medida que caminamos por los pasillos del interior del barco. Dormimos un poco magullados, pero contentos. El ron ha hecho su efecto.

Domingo 13 de febrero de 2011

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya nos pone en antecedentes de lo que va a suceder en los próximos días, a través de su página web. El lenguaje técnico que utiliza lo podemos transformar, como hizo en su momento Gonzalo de Berceo, en román paladino para que todos lo comprendáis inmediatamente: el tiempo empeora y se aproximan algunas tormentas, en consecuencia, algunos, creo, que nos vamos a marear.
Mirar esa masa de aire frio que está cruzando la península. Es la causante del meneo del barco
          Esto de la Meteorología es una cosa muy curiosa a bordo de este buque. Imagino que, teniendo importancia para la navegación, no será tan importante para otras actividades en la mar. Aquí la primera y la última conversación del día son para preguntar y comentar las previsiones meteorológicas. Así, el Jefe de Campaña mantiene interesantísimas conversaciones con el Capitán sobre la evolución de los frentes, las borrascas, las bajas y altas presiones y el estado de la mar. Con ello, acomodan la actividad en cubierta a las previsiones meteorológicas, de esta manera suprimen aquellas maniobras que puedan resultar peligrosas en función del estado de la mar. Cuando ves una grúa -pluma, en el argot marinero-, de la que cuelga un sistema tan aparatoso y pesado como una box corer, comprendes enseguida que solamente se puede manejar con la mar prácticamente en calma. Aquel cacharro colgado de un cable como un péndulo, mientras no se sumerge en el agua, es ciertamente peligroso, por ello el Capitán adopta tantísimas medidas de precaución que son respetadas al milímetro por el Jefe de Campaña.

          Pues yo ya viendo el mapa de la AEMET, ya me estoy empezando a sentir mal. Se nos avecina un frente de viento, lluvia y frío que nos va a dejar las manos congeladas. Pero, como os decía ayer, aquí nadie le da importancia a las incomodidades de la borrasca, y en lo único que piensan es en que tales inclemencias no vayan a reducir el número de estaciones muestreo, o lo que es peor, que nos tengamos que volver a puerto.

          No se si os habéis dado cuenta de que hoy es domingo. Pues sí. Hoy es domingo y me dicen en la cocina ……. ¡que habrá menú especial! ….. ¡ay Dios mío de mi vida! …. Tiemblo al pensar en el significado que le darán a bordo a la palabra ESPECIAL ….. y me pregunto, ¿entonces no eran especiales los menús de los días anteriores? Definitivamente no voy a pensar más en las apreturas de la ropa, ni tan siquiera si me habré traído ropa suficientemente holgada. Para empezar el día, nos desayunamos un chocolate con churros que no se lo salta un caballo. Una buena dosis de chocolate calentito, riquísimo, y unos churritos fabricados en las cocinas del barco que nos meten unas calorías en el cuerpo que no se puede aguantar. A continuación a cubierta, pues ya empieza la faena. Nos cruzamos con Curro, que no perdona los churros, a pesar de que esta noche pasada se acostó a las 05:30 de la madrugada, después de haber realizado los perfiles acústicos de ADCP y 13 CTDs. Las ojeras le llegan al suelo pues hace un par de horas que se ha acostado pero, como él mismo dice, “un churro, es un churro, ¿no?”. Se come varias raciones y varias tazas de chocolate y se marcha escaleras arriba a su camarote que comparte con el granaíno Gerardo Bruque, que tampoco se ha quedado manco en la ingesta matutina.
(Izquierda) Batimetria del volcan de fango Anastasya, con los muestreos progamados, (Derecha) 3D del volcán

          A las 08:00 en punto, comienza la maniobra de largada del arte de pesca. Realizamos el primer lance de la jornada, el lance nº 3, en la zona del volcán Anastasya. A las 08:19 hacemos firme el cable, lo que significa que desde hace 19 minutos han estado largando cable por la popa. Lanzamos 1250 m de cable. A las 09:00 han cambiado el rumbo ligeramente para sortear un palangre que teníamos por la proa. A las 09:19 comenzamos a virar, o sea, a cobrar cable para subir el arte. A las 09:43 sube el arte a bordo. La pesca ha sido más escasa que ayer pero, a decir de los biólogos, con la misma composición biológica. No parece que haya mayor biodiversidad en esta zona del volcán.

          A las 09:58 empezamos con el siguiente lance, que se ha registrado en el Plan de Campaña con el nº 4, también en la zona de Anastasya. La longitud del cable esta vez es de 1200 m. A las 10:31 h hacemos firme a 524 m de profundidad. Viramos a las 11:15 h a 519 m de profundidad. Tenemos el arte a bordo a las 11:41 h. En este momento el oleaje ha subido a marejada fuerza 4 del SE.
          Como podréis comprobar, a tenor de la secuencia horaria a la que se suceden los arrastres, a penas queda tiempo para liquidar la tarea del primero cuando ya tienes a bordo el segundo arrastre. El trabajo se realiza a un ritmo muy fuerte, pues hemos de dejar todo perfectamente envasado y clasificado en las neveras y depósitos que tenemos en la cubierta inferior. Cada cual en su trabajo: lavado y clasificación, catalogación, fotografía, envasado, registro en el ordenador, ….. etc., todo en una auténtica cadena de responsabilidades. Os he de decir que no hay un solo tropiezo, un solo fallo, es una actividad organizativa modélica, y todo a bordo de un barco que no hace más que dar tumbos de un lado a otro.

          Anoche, ya bien avanzada, tuve ocasión de conversar durante un rato con Curro y Laura, mientras realizaban su guardia de control del ADCP. El laboratorio de control es como la mesa de una discoteca de última generación, hasta el punto que en el argot oceanográfico denominan a esta sala como la discoteca. Dos cómodas sillas de trabajo y un pupitre que mide un par de metros, te sitúa delante de unas pantallas llenitas de botones, donde se controla la entrada de datos de un sensor que está instalado en el casco del barco. Se me antoja un clon de aquel robot de la Guerra de las Galaxias llamado R2D2, pero con el esqueleto a la vista.

           Este sistema acústico de última generación, emite una secuencia de pulsos (ondas) que atraviesan las capas de agua que hay bajo el buque, y van reflejando, como si de un espejo se tratase, la profundidad a la que se encuentra cada una de ellas así como sus características oceanográficas. En algunos puntos ha de detenerse el barco para lanzar por la borda otro curioso aparatillo llamado CTD, que proporciona a los oceanógrafos datos relativos a la salinidad, temperatura, clorofila, oxígeno disuelto y muchos otros parámetros oceanográficos muy importantes para conocer las condiciones ambientales en las que se desarrolla la vida en estas zonas del océano. Me sorprende la tremenda variabilidad que tienen estos parámetros que Curro me cita, tanto espacialmente como verticalmente. “Ten en cuenta, Blanca, que estamos bajo la influencia del chorro mediterráneo profundo, que circula por la superficie del fondo marino en los lugares en los que habitan las especies que estamos tratando de estudiar”, me matiza amablemente Curro, confirmando sus conocimientos oceanográficos como Licenciado en Ciencias del Mar que es. Laura, mientras recibo estas explicaciones, se dedica a volcar en el ordenador los datos del último CTD que han lanzado al agua, de forma que puede verse inmediatamente una gráfica que muestra la variabilidad de los parámetros que os he mencionado.
          Estuvimos hablando durante largo rato, hasta que llegó un momento en el que, sin darme cuenta, me encontré hablando en balleno con Laura y Curro, pero no era consciente de ello hasta que Laura me preguntó porqué no me iba a dormir. De repente pude percibir el nivel de balleno que había alcanzado y comprendí que había llegado la hora de irme a la cama. También comprendí que Laura había sido muy educada y compasiva conmigo. A la hora del desayuno, entre churro y churro, me comentó Curro que al poco rato de irme a dormir tuvieron cobertura de móviles. ¡Que pena!, pensé yo, ….. ¡hubiéra podido llamar a alguien para que comprobara mi dominio del balleno! Ahora creo que voy a incorporarlo a mi Curriculum vitae como otra de las lenguas vivas que domino.

          Me alegra ver el panorama que ofrecen las aves marinas revoloteando a nuestro alrededor cuando tiramos al agua los descartes, eso si, después de clasificarlos y de quedarnos un ejemplar para la colección de referencia. Así que los biólogos saben perfectamente que ave se ha comido cual especie. Es gracioso ver el dominio del lenguaje científico de estos investigadores. Señalan a las aves refiriéndose a ellas con el nombre en latín.
          Clack, clack, clack,…… Miguel tirando fotos en serie: “¡mira que bonito, Blanca! ….. ¡guau! …. ¿has visto ese alcatraz lanzándose en picado al agua?.... ¡que espectáculo!”. Sí, desde luego será un espectáculo, pero aquí el barco se está moviendo cada vez con más fuerza y nadie dice nada. El oleaje aumenta a fuerte marejada a las 16:50.  Algunos empezamos a sentir los primeros síntomas de mareo. Yo estoy a popa, con las manos en la masa, heladas, ayudando a tamizar un fango muy denso y moldeable, tratando de separar el fango de las piedras. También hay que buscar con mucho cuidado los pogonóforos, que parecen un pelo rojizo y quebradizo, pero que son especialmente significativos pues eligen vivir en zonas en las que hay emanaciones de gas. Trato de entretenerme, mientras hurgo en el fango, mirando la agilidad que tienen los alcatraces frente a las gaviotas, resultando mucho más eficiente en la pugna por conseguir alimento. De esta manera no pienso en los retortijones que me está dando el estómago y que tengo que aprender a controlar. Algunos dicen que esto se consigue. Ya os contaré al final de la campaña.

          Pasamos la tarde haciendo muestreos con beam trawl, con dragas de arrastre bentónico y box corer. Estos dos últimos sistemas son como para volverse loco. La cantidad de sedimento y fragmentos de roca  que traen a bordo es ingente, y su clasificación parece interminable. Además hay que tener muchísimo cuidado para no fracturar los pequeños bichillos que van en su interior. José L. Rueda es particularmente meticuloso en la tarea de extraer del fango cuanto bichillo encuentra en el interior. Da gritos de alegría cuando se da de bruces con una especie protegida. Entonces parece que se queda paralizado y comienza a escrutarla con lupa, como queriendo sacarle sus secretos más íntimos. Como ya todos lo conocen, pues bromean con su ensimismamiento bentónico. Es un artista. Es la joya de la corona, a decir del IP. La verdad es que no se queda tan contento cuando encontramos corales fósiles, a quienes ya conoce desde la primera campaña, tal y como manifestó ante la primera draga que hicimos después de comer. Sin embargo los geólogos se ponen contentos. Aquí hay para todos. Tomás, Desi, Nieves, Luismi, contemplan la brecha fangosa y el fango hemipelágico con los mismos ojos de cariño con los que Jose L. Rueda lo hace con sus pogonóforos. Me preocupa de verdad lo que sucederá con estos amores tan enconados, mañana que es el día de San Valentín.

          Un arrastre particularmente interesante ha sido el que realizamos con beam trawl (BT), o bou de varas, en la cima del volcán de fango Anastasya. A las 16:03 arriamos el arte al agua con 950 m de cable, los primeros 5 minutos ha ido dando saltos por el fondo marino, luego ya se asentó. Esto se puede saber gracias a los sensores de abertura vertical que le hemos instalado al arte. En el puente, sobre una pantalla, visualizamos la profundidad a la que se encuentra el arte, su altura sobre el fondo y la abertura de la boca (la parte de la red que atrapa y engulle las especies demersales). A las 16:32 h empezamos a virar. Con  el beam trawl arrastramos 15 minutos, a contar desde el momento en el que todo el cable está largado. A las 16:43 h subimos el beam trawl a bordo. Obtenemos poca muestra pero con organismos interesantes: esponjas y pennatulaceos, organismos interesantes catalogados en la Red Natura 2000.

          Para deciros la verdad, me he tenido que retirar al camarote antes de lo que había previsto. La mar nos está pegando un meneo de órdago a la grande. Solamente podremos hacer perfiles de ADCP, así que, si no amaina la fuerte marejada que nos castiga y que ya tiene sintomas de ser temporal, no podremos hacer muestreos con el CTD. Ya le preguntaré mañana a Curro que es lo que han hecho durante la noche. Yo me voy corriendo al camarote antes de que me encuentre peor. No se que me da cuando me retiro, porque los investigadores siguen dándole a todo como si no pasara nada. Son marcianos, os lo digo yo. Marcianos. Cuando me dormí, por fin, después de controlar el vaivén de mi cerebro y de mi estómago, comencé a soñar que estaba en bañador sobre un patinete de pedales, meciéndome sobre las olas en una playa del Caribe. ¿No os parece fascinante? La verdad es que no se para que me han puesto un menú especial de domingo. Me parece que no va a aguantar en mi estómago, y además, no he tomado la cena especial. Lo que sí aseguro es que me encuentro especial y no quiero encontrarme así. Buaffff.

Sábado 12 de febrero de 2011
La noche ha sido tranquila y la mar no se ha portado mal. La cama es muy cómoda y permite descansar apaciblemente. El silencio nocturno es impresionante. Solamente se escucha el run run de la máquina del barco como sonido de fondo, algunas veces casi imperceptible. La oscuridad de la mar contemplada desde la cubierta es aterradora. Es la negritud total y más absoluta, en la que destaca, únicamente, la espuma blanca que se desplaza de proa a popa a medida que el barco va navegando. Estamos lejos de costa y no se adivina ninguna lucecilla que sirva de referencia de las poblaciones ribereñas. Solamente vemos en la línea del horizonte algunas luces verdes o rojas que nos indican que allá a lo lejos hay otros barcos navegando. Aquí en medio de la mar, en la oscuridad y el silencio de la noche, te ves empequeñecido, no eres más que un punto en el océano. Pienso en el valor de los navegantes de siglos atrás que se adentraron en el océano sin más medios que la observación de las estrellas y su confianza en que llegarían al punto que desearan. Grandes dosis de valor que hay que reconocerles.
Vista nocturna de la popa en la que destaca la iluminación de la cubierta. La mar, oscura como la boca de un lobo.

          Los síntomas de mareo parece que no se acentúan y creo que voy a sobrevivir a la prueba. Me sorprende ver que los científicos y técnicos del IEO no manifiestan síntomas de mareo. ¿Estarán tan curtidos?, ¿se acostumbrará uno a no marearse en las navegaciones? Se lo comento a alguno de ellos y me responde tajantemente: “ya habrá ocasión de que nos veas mareados, Blanca; no te preocupes”. Aseguran que la mar todavía no se ha movido nada. Quiero contrastar esta información con la tripulación y compruebo que todos me confirman que la mar está como un plato. ¡Válgame el cielo!, ¡y yo que siento algunas veces que la cubierta del barco va a dar un brinco y me va a lanzar al agua!

          Me apresuro a desayunar antes de que empiece el meneo del trabajo. Ya se han recogido Laura y Curro a eso de las 05:30 de la madrugada. Han tenido una noche muy ocupada entre los perfiles de ADCP y los 16 muestreos con CTD. El Capitán ha resuelto que para estar a las 08:00 en el primer punto de arrastre demersal programado para hoy, tendrán que navegar un par de horas, debido a la distancia que separa la zona de barridos acústicos de la de los arrastres de pesca. En el comedor me encuentro con algunos compañeros de aventura y comentamos la sesión intensiva de ayer. Gerardo Bruque, siempre tan amable y atento, me explica que la jornada de ayer era de precalentamiento y que a partir de hoy es cuando empieza de verdad la tarea intensiva. Durante el día de ayer fuimos probando todos los equipos de prospección de estación en estación, razón por la cual perdimos un poco de tiempo que tendremos que recuperar hoy. Así que, aunque parezca increíble, tengo que mentalizarme a que ayer fue un día relajado. Gerardo, de quién se dice que es “el único hombre bueno, justo y ponderado que queda en el mundo”, ha trabajado muy estrechamente con el Jefe de Campaña haciendo todos los diseños de muestreo en el GIS (Sistema de Información Geográfica) que Luismi le iba indicando. Así que nadie mejor que él para saber lo que está diciendo.
Draga de arrastre bentónica
          Al salir a cubierta me encuentro de cara con Teresa García, una encantadora bióloga con muchos años de experiencia y que siempre tiene alguna anécdota simpática que contarme. Se conoce el Cornide de Saavedra al dedillo, pues no en vano ha hecho más días de mar a bordo de este buque que Cristobal Colón en sus carabelas en toda su vida. “¿Qué tal Blanca?, ¿has descasado suficiente?”. Lo de suficiente, añadido a lo que me acaba de decir Gerardo, me va poniendo en la pista del currelo que va a haber hoy. Miro a la mar y compruebo que se está levantando un poco de viento. Las olas parecen un tanto más encrespadas. Teresa me confirma que vamos a notar un ligero empeoramiento del tiempo. Tenemos marejadilla con viento fuerza 3 a 4, incrementándose a 5 por la tarde. ¿Me habré traído suficientes pastillas contra el mareo? Bueno, por ahora tranquilidad y a enfundarme el traje de agua que ya estoy viendo por ahí que preparan las cubetas para empezar a tamizar los sedimentos y separar la fauna bentónica. Por cierto, no os podéis imaginar lo fría que está el agua del mar cuando te pasas varias horas con las manos metidas en una cubeta perforada por el fondo, por la que está circulando permanentemente agua. El traje de aguas te protege de los remojones, pero no de la sensación de frío cuando llevas mucho tiempo en cubierta sometida a los vaivenes de las olas y a la ventolera fresca marinera.

          Teresa García es malagueña y estudió Biología en Granada. Tras graduarse estuvo seis  años de estudiante meritorio en el Centro Oceanográfico de Málaga, que por aquellos años estaba ubicado en la propia ciudad de Málaga, en el Paseo de la Farola, edificio que ahora ocupa la Comandancia Militar de Marina. Me cuenta que por entocnes, y hasta el año 1984, tenían que convivir con los marinos de guerra, con quienes tenían magnifica relación de camaradería. Pero los cambios habidos en la Administración General del Estado y la falta de seguridad del edificio, recomendó al Ministerio de Defensa invitarles a que abandonaran el edificio y buscaran un lugar mejor donde acomodarse. Esto determinó su exilio a Fuengirola, donde construyeron un edifico en unos horrorosos terrenos ganados al mar.  Posteriormente, fue contratada como investigadora por la Junta de Andalucía y trabajó durante cinco años en Huelva. Allí se especializó en el cultivo de moluscos, centrándose en el estudio del pre engorde y engorde de bivalvos, principalmente almeja y ostra. Transcurrido un tiempo, decidió regresar a Málaga y aprovechar una oportunidad de reincorporarse al Centro Oceanográfico de Málaga. A partir de ese momento abandonó la acuicultura y se dedicó al seguimiento de las pesquerías demersales de la flota española en el área de COPACO (Cómite de Pesca del Atlántico Centro Oriental). Ahora, desde hace ya varios años, estudia las pesquerías demersales del Mediterráneo, especialmente el seguimiento de los descartes producidos por la flota, participando en dos proyectos de mejora de la selectividad de los artes.
Teresa García con sus colegas, selecciona y clasifica las especies demersales
          La actividad frenética comienza cuando, después de una hora de arrastre en las inmediaciones del volcán de fango Gazúl, el arte vuelca toda la carga en cubierta sobre las cubetas que los biólogos han habilitado para ello. La técnica de arrastre exige que se suelte por la popa el triple de cable del valor de la profundidad a la que se va a arrastrar, es decir, por cada metro de profundidad se sueltan tres metros de cable. Este arrastre ha producido cuatro enormes cajas de material para separar e identificar. Los biólogos se ponen muy contentos al ver tal cantidad de especies en las cubetas. No os engaño si os digo que yo me quedo alucinada cuando veo a los científicos dar saltos de alegría cuando las redes vienen cargadas. A más carga, más alegría y, en consecuencia, mucho más trabajo. Tal es la motivación que todos tienen que aquí nadie piensa en el cansancio. Ni se nombra ni se siente.

          En el momento que las cajas han llegado a la mesa de trabajo de estribor, los cinco especialistas en recursos demersales que hay a bordo se lanzan como posesos a las cajas y empiezan a seleccionar los especímenes y a colocarlos en cestas separadas. Van quedando algunos que habrá que observar con más detenimiento, pues sabiendo el género no queda suficientemente clara la especie de la que se trata. El Doctor Juan Gil Herrera, investigador titular con destino en el Centro Oceanográfico de Cádiz, es quien se encarga de coordinar la clasificación de los productos de los arrastres. Hombre afable y pausado, que incomprensiblemente milita en las fuerzas sociales que sostienen al Atlético de Madrid, se afana en la tarea clasificatoria con una fruición y pragmatismo de escándalo. Esto aquí, esta allá, esta ponla en aquella cesta y esta otra en aquella caja que luego la miramos. Teresa García no se queda atrás, ni tampoco lo hace Carlos Farias, biólogo de vocación y gallego de profesión, no deja su acento gallego ni aunque le ahorquen. Está en este barco tripulado por gallegos como en su casa. Menciona los nombres latinos de las diversas especies pronunciándolas en gallego. “Se que es difícil imaginarlo, pero con un poco de práctica se consigue”, asegura Farias. Caleli Burgos es otro componente del equipo que procede de Cádiz. Es la mano derecha de Juan Gil y centro neurálgico del GIS de la investigación demersal en Cádiz. El último en llegar e incorporarse al equipo es Melo González, biólogo y experimentado muestreador y observador a bordo de buques pesqueros comerciales. Ha sido un lobo solitario por muchos mares y océanos del mundo. Tampoco pierde Melo su acento gallego, a pesar del tiempo que lleva en Cádiz. Dicen las malas lenguas, que siempre están en la boca de los sujetos mejor informados, que junto a la sala de máquinas hay un cuartito decorado con fotos de Galicia, con una gaita una pandereta y un pandeiro de peito, para que los gallegos más morriñosos puedan hacer sonar los instrumentos y recordar los aires de su tierra. Algunas veces, según me han contado, hay tantas personas que quieren entrar al cuartito das morriñas, que tienen que empezar a dar numeritos, como en el supermercado, y organizarse por turnos. 

          Teresa nos enseña a varios curiosos, como diferenciar las cigalas (Nephrops novergius) hembras y machos. Cosa más difícil es reconocer las diferencias existentes entre los Galeus atlanticus y Galeus melastomus, que son casi iguales. Mis notas en el cuaderno de chuletas me permiten recordar que se diferencian por el color de una comisura que tienen cerca de la boca, los primeros la tienen negra, y los últimos blanca. Teresa tiene tanta gracia al explicar estos aspectos científicos que cuando comenta las anécdotas de anteriores campañas, nos hace reír a placer.

           A las 11:41 en punto, tenemos un nuevo lance a bordo. Aún estamos tomando aire tras finalizar el muestreo anterior y ya nos cae sobre la mesa el segundo. Las piernas parecen las columnas de Hércules. Los glúteos se endurecen de tal forma que no vamos a necesitar ningún entrenador personal para hacer gimnasia. Creo que vamos a conseguir tener una dureza glútea muy superior a la que consiguen muchas estrellas de Hollywood afanadas en las tablas de gimnasia diseñadas por sus monitores personales. Para poder hacer este segundo arrastre hemos tenido que hacer algunos cambios en el primer turno de comidas, para poder dejar a los expertos en demersales hacer su trabajo e incorporarse al segundo turno.

          Los aromas del almuerzo comienzan a dispersarse por la cubierta y los estómagos comienzan a demandar alimento. Hoy tenemos: judías con chorizo de primero, lenguado con ensalada de segundo y paella de conejo de tercero, y de postre uvas. O sea, nada. Todo ligero.

           Miguel García Muñoz se ha convertido en el fotógrafo de las estrellas. Las estrellas son los especímenes que vamos recogiendo con nuestras redes en cada uno de los arrastres. Lleva un registro minucioso de cada una de ellas. Miguel es biólogo. Ha realizado un Master en Oceanografía en la Universidad de Cádiz. Posteriormente se ha incorporado el Grupo GEMAR para ejecutar las investigaciones que le permitieran elaborar la Tesis del Master correspondiente. Ha realizado su trabajo sobre los foraminíferos de los montes submarinos del Mar de Alborán, componentes del Banco de Djibouti. Sus directores de Tesis han sido Nieves López y José Luis Rueda a quienes observa y atiende como los verdaderos maestros que son.
Corales negros sobre chimeneas

          Se han guardado muestras de todas las especies en frascos y bolsas de plástico de diversos tamaños, con su correspondiente etiqueta, faena en la que hay que ser particularmente meticuloso pues de otra forma no podrían tener un archivo en condiciones. Los frascos se rellenan con formol o con alcohol diluido, para fijar los organismos y evitar así que se degraden. El alcohol permite un análisis molecular posterior en laboratorio, razón por la cual lo emplean para estudios de bioquímica y genética. El formol no permite realizar un análisis molecular posterior y además es cancerígeno, por lo que hay que manipularlo con mucho cuidado, pero es mucho más barato y además tiene una mayor fuerza de fijación, por lo que se usa más para histología.

          Las especies no comerciales, que en pesquerías comerciales se denominan descartes, se echan de vuelta al mar, y atraen a las aves que nos acompañan permanentemente, como gaviotas y algún que otro elegante alcatraz. Su presencia y su actividad glotona nos entretiene mucho y se agradece su visita, siempre que no te encuentres fuera de la techumbre que nos protege de sus bombardeos fétidos. Las especies comerciales de gran valor gastronómico, como las cigalas y otros apetecibles pescados, van directamente a la cocina. Ya nos las comeremos nosotros, para nuestro propio deleite. Dicen por ahí, que al Capitán le apasionan las cigalas y que se las come como si fueran pipas. En fin, esperemos a ver que es lo que sucede y como se reparte el género. Es una suerte para el Capitán que no se encuentre a bordo el Investigador Principal del proyecto, pues  es uno de los más grandes depredadores de cigalas, conocido en los círculos gastronómicos más especializados como el cigalero troglodita (Nephropsfilo trogloditiensis). Pero esto no resulta nada singular pues a bordo tenemos el más increíble engullidor de mejillones, que trabaja en el mismo Grupo GEMAR que el IP y que ahora ejerce la función de Jefe de Campaña. Este acreditado arcobriense tiene acreditada tal fama que figura en la Guía Guinness  como el engullidor mejillonero (Mytilusfilo glotoniensis). Así son los geólogos marinos.

          La tarde la dedicamos a muestrear con box corer y con draga de arrastre bentónico, dos instrumentos que nos proveerán de cantidades variadas de sedimento y rocas a través de los cuales podremos ver cual es la composición de la fauna que vive en los substratos duros y medios. Tras una pequeña avería en uno de los pasadores de la box corer, procedemos a lanzarla sobre el volcán de fango Anastasya. Muestreamos con draga de arrastre en la ladera del relieve y en la depresión del volcán.  El resultado son fangos hemipelágicos y fragmentos de rocas carbonatadas, muy probablemente autigénicas. No observamos morfologías cilíndricas del tipo chimenea mientras que son más frecuentes los fragmentos amorfos resultado de la alteración de los enlosados.  El trabajo de lavado y separación de muestras y especies nos consume el tiempo hasta bien entrada la noche.

           Afortunadamente la cena nos ofrece un respiro y nos escapamos a nuestros respectivos turnos para degustar los variados platos que nos ofrece la cocina. Entramos en la Cámara con un poco de frío, después de tanto tiempo con las manos en el agua. De entrada nos tomamos una magnífica sopa calentita que todos agradecemos. De segundo un pescado llamado rapante acompañado de una ensalada bien aliñada. Luismi no la toma para así no engordar demasiado. De tercer plato una hamburguesas con patatas fritas de las que no queda ni rastro. Yo no se como hacen estas papas fritas pues sales riquísimas y crujientes. No creáis que son congeladas. ¡Que va! Yo lo se bien ya que he visto al marmitón pelar patatas cada día, desde primera hora de la mañana. Yo me tomé la hamburguesa con ketchup y mostaza y me quedé más contenta que un ocho. De postre, por si nos habíamos quedado con apetito, nos sirven piña con nata. La nata la suelen poner por si tienes interés en engordar un poco más que los demás.

           Al terminar de cenar salimos, de nuevo, a cubierta para finalizar la tarea de separado de muestras. Jose Luis Rueda se alegra mucho al ver que comienzan a aparecer especies que todavía no habían hecho acto de presencia. Particularmente algunos pogonóforos, cuya presencia en los sedimentos parece indicar una cierta actividad de expulsión de fluidos hidrocarburos. Para terminar el día, han abierto el entrepot. Es como el Corte Inglés a bordo pero en chiquitito. Ahí es dónde guardan los vicios, véase whisky, ginebra, ron y cigarrillos libre de impuestos. Se ha formado una cola de más de 20 personas. La mayoría necesitaba o quería comprar algo y muchos otros estaban por ahí sólo por cotillear. Una vez que nos hicimos con el género, finalizamos la jornada con una agradable tertulia en el laboratorio.

          Decido irme a dormir porque me encuentro absolutamente derrumbada, pero con una gran alegría en mi interior. Esta experiencia me está enseñando mucho sobre el mundo de la Ciencia Marina y sobre el comportamiento humano en circunstancias adversas. Jamás pude imaginar que la actividad de los científicos a bordo de un buque fuera tan sacrificada. Trabajan a destajo y disfrutan de lo que hacen. No se conceden descanso y parecen ser inmensamente felices. Como me dijo el IP en una ocasión “aquí no nos hacemos millonarios, pero el Estado nos paga un jobie, ¿qué más podemos pedir?”.

          Con una marejada que va en aumento, me quedo dormida mientras me dejo mecer por el movimiento de las olas. No me da tiempo a pensar que es lo que sucederá mañana si el temporal se pone peor. ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

Viernes 11 de febrero de 2011

La salida esta prevista para las 07:00 de la mañana. Creo que todos hemos dormido hoy a pierna suelta. Cuando regresamos al barco, tras nuestro paseo nocturno por las históricas callejuelas gaditanas, todos caímos rendidos en la cama. Era el comentario general esta misma mañana cuando nos volvimos a reencontrar en la Cámara, lugar que sirve como comedor y sala de estar. Caras de sueño y no demasiadas palabras sin antes atizarle al cuerpo una buena taza de café con leche y unas tostadas de pan recién hecho a bordo. El Jefe de Campaña, Luis Miguel Fernández Salas, ya se paseaba por cubierta habiendo desayunado, cuando todos comenzamos a asomar las cabezas por la puerta de nuestros camarotes. Pero, ¿qué come este muchacho para tener tanta energía? ……. Se lo tengo que preguntar cuando tenga la oportunidad, aunque también he de saber las cantidades que ingiere pues creo que la barriga ya se le está saliendo por encima del cinturón.

          La vida a bordo me esta empezando a resultar interesantísima. Siendo la primera vez que embarco en una campaña científica, todo me parece alucinante. Desde la disposición de los camarotes y el confortable acomodo que hay para todas las personas que embarcamos, hasta el orden de todas las cosas y la puntualidad con la que cada cual esta en su lugar. El Jefe de Campaña me ha alojado en un camarote doble que se encuentra en la primera cubierta, donde están todos los científicos. Comparto el camarote con Alejandra Fernández Zambrano, que es una colaboradora del bentólogo José Luis Rueda Ruiz, con quien hizo la Tesis del Master de la Universidad de Barcelona que le permitió introducirse en la problemática del habitat 1180, que es lo que ahora estudiaremos en esta campaña. En la segunda cubierta se encuentran los camarotes del Capitán y los oficiales del buque y más arriba está el puente de gobierno. Tengo mi ordenador personal en una pequeña mesita desde la que escribo, junto a un portillo por el que entra el sol a raudales. El camarote es amplio y tiene un cuarto de baño particular con acceso desde el interior del propio camarote. Vamos, para mi esto es como primera clase en un crucero.  Por el portillo puedo ver la cubierta de babor  -los marinos utilizan esta palabra para referirse al lado izquierdo del barco, siempre que te encuentres mirando a proa, o sea, hacia la parte de delante del barco, …… ¡confío poder aprenderme todas estas palabras un tanto crípticas para mi!-. Junto al mamparo de babor hay una lancha para utilizarse en el supuesto de abandono de buque. Ya he visto que es mi lugar de evacuación en caso de alarma. Compruebo que tengo mi chaleco salvavidas en el armario, en perfecto estado de revista y mi mascarilla de oxígeno para el caso de alarma de incendios. Las normas de seguridad, perfectamente aplicadas.

           A las siete en punto soltamos amarras y el barco comienza a maniobrar dentro de la dársena del puerto de Cádiz. La ciudad está amaneciendo y todavía no se atisba la luz del sol a pleno rendimiento. El brillo de la bóveda celeste recorta el perfil de la ciudad y sospecho que esto me va a dar la oportunidad de hacer fotos bonitas. A medida que el barco sale por la bocana del puerto, me voy quedando más maravillada de la hermosura que tiene este paisaje marino, desde el que se contempla el perfil de la bahía, con un interminable rosario de lucecillas que perfilan el borde del mar. La ciudad de Cádiz parece una fortificación que lucha por conservar su perímetro urbano ante los embates de la mar, que debe de castigar con furia esta especie de buque arquitectónico varado que se adentra osadamente en el Océano Atlántico. Precioso de verdad.

           La maniobra ya se ha completado. El Capitán da las últimas instrucciones al personal de cubierta a través de los altavoces y ya navegamos a toda máquina para poder estar en el primer punto de muestreo cuanto antes. Luismi ya está dando instrucciones para que el sacatestigos esté armado antes de  llegar a la estación. La tripulación arrancha todos los enseres que han utilizado mientras permanecían amarrados a puerto y los científicos empiezan a tomar posesión de sus puestos en los laboratorios y en cubierta, preparando el material que han de comenzar a utilizar en los próximos minutos. Trajes de agua y cascos, botas de seguridad reforzadas en la puntera, gafas de protección para los que trabajen con mangueras -que curiosamente le llaman el caballo-, lavando las muestras de sedimento y roca. Esto parece la NASA. Los cascos con el logotipo del Proyecto LIFE que adorna todas las esquinas de los laboratorios, de manera que las fotografías que se tomen registren el nombre de uno de los patrocinadores de esta campaña que aporta el 50% de los gastos totales de la investigación. El otro 50% lo aporta el Instituto Español de Oceanografía. No os miento cuando digo que los gastos de estos trabajos son verdaderamente espectaculares. Solamente a modo de ejemplo, os diré que el coste del buque por día asciende a un total de 7000 euros.

           A las 09:30 estamos en el punto de muestreo para extraer un testigo de gravedad con un equipo que los técnicos del proyecto INDEMARES/CHICA acaban de modificar, reduciendo la longitud del tubo y mecanizándolo con un nuevo sistema de seguridad. La verdad es que se nota un cierto nerviosismo por comprobar que el equipo funciona. Luismi mira de reojo constantemente a Curro López, encargado de las mecanizaciones, sin soltar una palabra, barruntando la posibilidad de que el pirulo, como le llaman coloquialmente,  no vaya a funcionar.
(Derecha) Batimetría de Albolote y estrategia de muestreo. (Derecha) Bloque 3d de Albolote
           De repente notamos que el buque reduce la velocidad y en pocos minutos observamos que realiza una maniobra en redondo. Cambia de rumbo y comienza a detenerse. En ese instante, a barco parado, se escucha la voz del Capitán por los altavoces de cubierta: “Personal de cubierta. Estamos en el punto. Maniobra de arriado de sacatestigos”. Se inicia entonces una maniobra en la que a penas se oye una sola palabra. El Contramaestre, Chapela, es el único que da instrucciones en el preciso momento. Todos los marineros saben lo que tienen que hacer. Los científicos permanecen en sus lugares a la espera de que el pirulo salga por la borda y comience el arriado hasta que colisione con el fondo marino. Un ligero escalofrío parece recorrer la espalda de Luismi, aunque no se sabe bien si es por el fresco matutino o por el riesgo de la operación. El Jefe se la juega con el pirulo de marras pues ha sido él quién ha propuesto el lugar de muestreo apostando por el éxito seguro. El punto de muestreo, según él mismo asegura, es muy interesante pues nos ofrece la posibilidad de comprobar el nivel en el que se encuentra el gas procedente de los depósitos del río Guadalquivir, al tiempo que nos permitirá datar la secuencia de depósitos más recientes. Así conoceremos la historia reciente de la vida del río más importante de Andalucía.

            A las 09:41 se escucha la voz potente de Chapela que grita: “FONDO”. Una voz responde desde el puente: “Enterado. Fondo”. Comienza la operación de virado del sacatestigos -así llaman a la operación de subir el aparato desde el fondo del mar- momento en el que aumenta la excitación. Cuando asoma la cabecilla por la superficie del mar, comienzan los gritos de alegría de los geólogos que permanecían ensimismados con la vista fija en el cable del que pendía el aparato. Luismi y Curro sonreían a  placer: “Viene cargado, Curro. Viene cargaíto hasta la cabeza”. Yo trataba de entenderlos pues lo único que se veía era una ligera mancha de fango en superficie que se dispersaba por alrededor de los plomos del sacatestigos. Efectivamente. Una vez que el sacatestigos descansó sobre su cama, en la cubierta del barco y se extrajo la camisa, pudimos comprobar que ese megadardo se había hincado en el fondo del mar con una furia solamente igualable a las ansias de conocimiento que tienen estos científicos con los que voy a compartir una de las experiencias científicas más interesantes desde que me he licenciado.

            Una ligera avería en la máquina, inoportuna e indiscreta, por el emocionante  momento en el que se presenta, nos marca el primer contratiempo. El Capitán asegura a Luismi que es un asunto de menor importancia pero que nos limita la capacidad de maniobra, así que habría que modificar el plan de campaña mientras no se arregle. El Capitán propone regresar a puerto para recoger la pieza de repuesto pero, cuando navegamos rumbo a Cádiz nos dan la sorpresa de que el personal de máquinas ha podido resolver el problema y podremos mantener el plan tal y como había sido concebido. Alegría y alboroto a bordo. Los científicos dan gritos de alegría y nos vamos a tomar un cafelito mientras no llegamos al segundo punto de muestreo: el diapiro de Albolote.

          En este lugar tienen un reto importante que encarar. La cuestión reside en resolver si el diapiro de Albolote aloja, además, un volcán de fango por el que se escapa el gas metano o, si bien, consiste en un simple diapiro sin actividad relacionada con la expulsión de fluidos hidrocarburos. La cuestión no es baladí, pues si se trata de un volcán de fango, entonces puede alojar un habitat 1180, pero si no hay gas entonces nos podemos ir a otro lugar porque aquí ya no tenemos nada que hacer. En esta expedición solamente se buscan puntos en los que pueda haber un habitat 1180, o sea, donde haya “estructuras relacionadas con la expulsión de gases”, así lo establece el Manual de la Red NATURA 2000, algo así como la Biblia para estos investigadores del Proyecto LIFE.
Buscando fauna en los sedimentos

            El más implicado en esta segunda estación es Juan Tomás Vázquez Garrido -Tomás para todos nosotros, aunque él prefiere que los recién conocidos le llamen Juan Tomás, si bien respeta que los que le conocen de antes le sigan llamando Tomás siempre y cuando no se encuentren en Málaga, pues entonces prefiere que le llamen Juan, aunque lo que no consiente de ningún modo es que le llamen JT-, aunque le sigue a la zaga la Investigadora Titular y especialista en Sedimentología y Geoquímica, Dra. Nieves López. Mantienen una discusión con el Investigador Principal del Proyecto, Dr. Víctor Díaz-del-Río, quien defiende, desde la campaña que han realizado en junio del año pasado ocasión que tuvieron para muestrear por primera vez el diapiro, que la cumbre esta coronada por un volcán de fango, opinión apoyada en el aspecto que tenían los sedimentos extraídos en aquella campaña. Ahora tendremos la ocasión de comprobar si este experimentado y vetusto Investigador Senior, tenía o no tenía razón.
            Lo primero que hacen es utilizar de nuevo el sacatestigos para ver si obtienen el mismo éxito que en anterior ocasión, a pesar de que, presumiblemente, el fondo será bastante más consistente que en la desembocadura del río Guadalquivir. La respuesta no se hizo esperar demasiado tiempo pues la sonrisa de Tomás, que cruzaba su cara de lado a lado, no podía ser más expresiva: “Es un volcán de fango”, le comunica a Luismi y a Nieves para que tomen nota y se registre así en el cuaderno de campaña. La “prueba del algodón” consiste en encontrar lo que se denominan brechas fangosas, que es una especie de cubitos de fango endurecido por causa de la precipitación de carbonatos en el interior del fango. Vista la naturaleza del relieve, vuelcan toda la artillería sobre la cumbre del volcán y sus alrededores. Se despliegan todos los sistemas de muestreo y se finaliza con arrastres de pesca demersal para conocer con más detalle la fauna que habita en este lugar tan singular.

            Impresiona ver como se van sustituyendo en las maniobras los geólogos, los bentólogos, los especialistas en recursos demersales, y cada cual sin estorbar al anterior ni al siguiente. Cada uno coopera con cada cual y todos aportan su esfuerzo al objetivo común. Un ejemplo de coordinación y cooperación. Estoy sorprendida por la compenetración que tiene este equipo de científicos y la eficiencia que manifiestan tener a bordo. No es fácil, desde mi punto de vista, mover a 20 especialistas en distintas materias científicas y coordinar sus actividades a bordo, utilizando cada uno de ellos metodologías de trabajo diferentes. Un día con esta gente es un curso académico completo. Impresionante.
Sacatestigos en la maniobra de arriado

           Como el cuerpo humano no se alimenta de solamente de aire, comienzan allegar los olores de la comida que se esparcen por la cubierta del barco y que se hacen particularmente perceptibles en la mesa de trabajo que hay en la banda de estribor ….. ¡justamente al lado de la cocina! ….. No hay derecho a esto. Aunque no os lo podáis creer, el almuerzo a bordo se sirve en dos turnos: a las 11:00 y a las 12:00 de la mañana. Cuando me anunciaron que yo tenía el turno de las 11 horas, casi me quedo patitiesa ….. pero ¿Cómo se puede comer a las 11 de la mañana? Pues la respuesta, como en La Vida es Sueño, la hallé viendo como el hambre iba creciendo con los aromas que el cocinero esparció. No os miento. A las 11 de la mañana, después de llevar levantada desde la siete en punto, teníamos un apetito tremendo. Yo creo que como no me controle, voy a bajar de aquí rodando por el portalón. De verdad. Creo que vooy a proponer a Nature House que ponga un chiringuito a bordo para controlar el progresivo incremento de masa que experimentan los científicos desde el mismo momento que embarcan.

           Agarraos bien a la silla porque llo que os voy a contar ahora no tiene desperdicio. ¡Es muy, pero que muy fuerte! Os recuerdo que estamos a las once de la mañana en el Comedor de la Cámara. Las dos mesas llenas de comensales. Algunos proponían a otros cambiar de turno porque ya tenían apetito y los olores perforaban el estómago. Yo que había estado un poco mareada, pensé que jamás sería capaz de comer absolutamente nada. Pero mi cerebro no fue capaz de engañar a mi estómago. Cuando terminé de almorzar sentí cargo de conciencia por lo que había comido. Como siga así, voy a tener de estar de acuerdo con Luismi quien me recomendó antes de embarcar que llevara ropa suelta y cómoda. Ya lo entiendo. Sí, sí. Ropa suelta, no …… ¡tres tallas más! Bueno, pues veréis: de primer plato, judías pintas con jamón, de segundo plato rosada a la plancha con un poco de ensalada, de tercer plato unos filetes de pechuga de pavo con patatas fritas. Para compensar, nos ofrecieron de postre un ligerito yogourt de macedonia de frutas. Yo creo que nadie comprobó si compensaba. Lo que si pude comprobar es que cuando salimos a cubierta para seguir trabajando el buque se escoró unos cuantos grados por culpa de la carga acumulada en la banda de estribor, hasta el punto de que el Capitán recomendó que los que habían almorzado en el primer turno se distribuyeran de manera equitativa por la cubierta del barco y que no se concentraran en una de las bandas. Tremendo.

          Mientras almorzaban los del segundo turno el barco estuvo arrastrando con el arte demersal. Así que cuando todos terminamos de comer, el trabajo se nos vino encima. La cantidad de especies que empezaron a desfilar por la mesa de trabajo fue una cosa espectacular. Nunca había imaginado que se pudiera hacer semejante trabajo en tan poco tiempo. La velocidad a la que los biólogos identifican y clasifican las especies que vienen en el arte es verdaderamente prodigiosa. Tienen delante de ellos lo que denominan “las claves”, que consiste en un catalogo taxonómico de todas las especies del mundo, clasificadas por regiones. La verdad es que casi ni lo miran, pues la experiencia hace que todos conozcan cada especie como si fuera un amigo de toda la vida.

          Al anterior arrastre le sucede otro a continuación, y a este otro un tercero con un sistema que se denomina beam trawl, o bou de varas. Nombre gracioso para un par de patinetes unidos por una barra que sostiene una red que parece flotar sobre el fondo marino. Este sistema pone particularmente contento al Dr. José Luis Rueda Ruíz, especialista en Bentos marino que se ha incorporado recientemente al Instituto Español de Oceanografía. La cantidad de trabajo es ingente. Cuando hay que finalizar las maniobras en cubierta, porque la jornada laboral ha finalizado, entonces los científicos siguen procesando las muestras que han ido quedando acumuladas en diversas cubetas y cuyo procesado es mucho más lento. Hay que lavar el sedimento, tamizarlo, separarlo y clasificarlo, separando aquellas especies que puedan resultar más delicadas o singulares. Un trabajo de chinos para el que consumen el tiempo hasta llegar a altas horas de la noche. Un trabajo agotador. Los científicos caen rendidos en sus camastros al terminar la jornada. Unos tratan de evadirse viendo alguna película en video. Otros tratan de leer en sus camarotes y muchos son los que se han reunido en animada tertulia analizando las anécdotas que han acontecido a lo largo del día.

            Una de las que más sensación ha causado, particularmente a los que nos hemos embarcado por vez  primera en el Cornide de Saavedra, es el de la comida a bordo. Esto nos hace reír muchísimo pues Luismi, siempre con esa gracia andaluza y el punto gaditano que tiene, comenta que él controla muy bien lo que come y que siempre se pone a plan a bordo -aunque no especificó si de adelgazar o de engordar-, razón por la que suprime de su dieta la ensalada del segundo plato, de esa manera compensa lo que come. Muy bien. Creo que hoy se lleva un par de kilos más a la cama.

            A pesar de que os pueda resultar extraño, en la cena volvimos a rendir cuentas de todo lo que nos sirvieron. Yo creo que mis padres no me van a conocer como esto siga así. Aquí se cena a las seis y siete de la tarde. Son los dos turnos. De primer plato una crema de calabacín muy digestiva. Riquísima. De segundo un filete de pez espada, “pehpá” en auténtico gaditano, con ensalada y un ali-oli presumiblemente suave, y de tercero una ternera asada muy jugosa. De postre unas peras de agua muy digestivas, pero algo maduras. Algunos dijeron que estaban más duras que las piedras que salieron del Albolote. A Tomás le gustaron.
Tomás lavando las muestras de roca y sedimento

            Juan Tomás Vázquez Garrido, es Doctor en Geología por la Universidad Complutense de Madrid. Se incorporó al Instituto Español de Oceanografía después de pasar unos años en el Instituto Geológico y Minero de España y, posteriormente, en la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz. Es un científico con dilatada experiencia y muy afable. Pertenece al Grupo de Investigación de Geociencias Marinas (GEMAR) ubicado en el Centro Oceanográfico de Málaga, con sede en Fuengirola. Su especialidad es la Tectónica, donde sigue impartiendo magisterio entre sus propios compañeros, cosa que reciben con satisfacción. No hay lección que se desaproveche ni comentario suyo que no sea para poner la puntilla, o la apostilla, a algo que se haya escrito de tectónica.  Hombre de pocas palabras, meticuloso y muy trabajador, está siempre dispuesto a dar alguna lección sobre lo que se haga a bordo. Su proximidad al alumnado de la Universidad le ha hecho ganar el respeto y cariño de cuantas personas han sido alumnos suyos. Oculta su rostro detrás de una barba negruzca muy poblada y escruta al contertulio a través de unas gafas que se empañan, de vez en cuando, por el contraste de temperaturas entre el interior y el exterior del barco. Hoy está especialmente contento porque, por fin, han recogido la prueba que demuestra que, efectivamente, hay un volcán de fango en la cumbre de Albolote. Lo cierto es que el topónimo se lo ha endiñado él mismo en honor al pueblo donde nació. Nada mejor que el nombre de su pueblo para una estructura tectónica prominente, que expulsa gases, ….. ¡aunque suene y huela fatal!

           Dejamos la larga noche para que se incorporen Curro y Laura a la tarea de realizar perfiles acústicos con el sistema ADCP, que ya os contaré para que se utiliza, y muestrear con el CTD en las 98 estaciones que el investigador Ricardo Sánchez Leal ha diseñado para esta campaña. El bueno de Ricardo se ha tenido que quedar en tierra porque su mujer está a punto de dar a luz su primera criatura, asi que lo echamos de menos a bordo pero comprendemos esta razón de fuerza mayor.


Jueves 10 de febrero de 2011


No resulta fácil comentar aspectos destacables en una jornada como la que hemos vivido hoy. La sensación que uno tiene cuando llega la noche, es que no ha tenido tiempo ni para respirar. El dinamismo que imprime el cumplimiento de los horarios a los que tenemos que estar en cada uno de los lugares en los que sucede la acción, nos obliga a ir de un lado para otro como si fuéramos las hormigas atómicas.
La bandera del Proyecto LIFE ondea en el palo mayor del buque oceanográfico

           Hemos empezado el día en Málaga, rematando los últimos detalles de las pequeñas cosas que se cargan a última hora en los vehículos pequeños. Para el final siempre dejamos el material más frágil y el de escritorio, junto con los ordenadores y discos duros que contienen los datos de las campañas anteriores y la planificación en GIS de la tarea que hemos de ejecutar en esta nueva campaña. Así que, antes de partir para Cádiz, pasamos por el Centro Oceanográfico de Málaga, que se encuentra en el puerto de Fuengirola, y nos aseguramos de que todo se encuentra ya cargado. Nos hacemos cargo de los dos coches que trasladarán a todos los que embarcamos desde este Centro y nos lanzamos a la carretera.
Reunión en la Biblioteca para discutir los últimos aspectos organizativos de la campaña

               Tenemos por delante unos 230 kilómetros, oportunidad que aprovechamos para hacer repaso mental de todo lo que llevamos. Esto es muy curioso, porque, con independencia de la edad que tenga cada cual, siempre tenemos la sensación de que se nos ha olvidado algo. Por desgracia, algunas veces la sensación se corresponde con la realidad. Esta vez, Luismi, el Jefe de Campaña, hace un alarde de memoria prodigiosa y comienza a recitar “de pe a pá” la lista de material a embarcar, con números de serie y modelo, preguntando a cuantos tenia a su alrededor si cada equipo o instrumental había sido cargado. Gerardo y Curro palidecían solo de pensar que alguna de las cosas que Luismi recitaba con precisión  y métrica milimétrica hubiera quedado en los estantes del almacén o en los armarios del Centro Oceanográfico. Afortunadamente pasaron el examen con nota, aunque en más de una ocasión cruzaron las miradas como para asegurarse de que el objeto mencionado habia sido cargado.

              Con la tarea bien hecha llegamos a Cádiz. Todos nos alegramos de ver el Cornide de Saavedra bien atracadito, como debe ser, en el puerto comercial. Esta vez, al menos por ahora, no podemos más que agradecer a la Autoridad Portuaria el habernos permitido permanecer atracados en un lugar tan bueno. En la misma puerta de la ciudad. La alegría era aún mayor para Curro y Gerardo, pues el interrogatorio había finalizado y podían huir hacia otros lugares más alejados del Jefe de Campaña, de manera que no se pudiera repetir la tortura del cuestionario inquisitorio. Pero, ¿Cómo puede saberse de memoria este tío, toda la lista de embarque?, se preguntaba para sí nuestro hombre tranquilo granaíno. La misma perplejidad mostraban las gaviotas que, al contrario que en junio pasado, permanecían inmóviles posadas en la techumbre del edificio de la Estación Marítima sin amenazarnos con sus compulsivos ataques aéreos diarréicos.
El Jefe e Campaña dando instrucciones en cubierta

              Magnifica bienvenida en el barco. El Capitán, los oficiales y muchos miembros de la tripulación, son viejos conocidos y compañeros de Institución y de muchos sufrimientos en la mar. Bien es verdad que han sido muchas las alegrías que hemos compartido, tras el éxtito alcanzado en muchas campañas de investigación, algunas de ellas con muy adversa meteorología. Salutaciones, preguntas y respuestas, conversaciones animadas, y rápidamente a vaciar los vehículos pequeños. El camión, que ya había llegado a muy temprana hora de la mañana, estaba prácticamente descargado. Nuestros colegas del Centro Oceanográfico de Cádiz, muy operativos, se habían encargado de ayudar en la descarga. Juan, Caleli, Carlos y Melo, en traje de faena metidos a cargadores de puerto arranchando las cosas en los laboratorios del buque y trincando sobre los pupitres de trabajo el instrumental informático y los microscopios.

                   El día transcurre sin parar de trabajar, ordenando y discutiendo los lugares donde debe de ir una y otra cosa. El Jefe de Campaña controlando todo lo que movíamos a bordo y preparando la reunión que tuvimos a las 19:00, puntual como un reloj. La programación de actividades y el cumplimiento del horario de cada actividad, nos permite comprobar la meticulosidad con la que está preparada esta campaña, y la exigencia que debemos de tener con nosotros mismos para dar cumplimiento al plan. Siendo una campaña multidisciplinar, en la que hay que compaginar tantas metodologías, tan diversas y distintas una de otra, tendremos que ser muy meticulosos en la organización y orden de entrada de las muestras (ya sean orgánicas o inorgánicas, fauna íctica demersal u organismos sésiles bentónicos, datos físicos, etc.). Estamos seguros que el Jefe de Campaña, un riguroso y exigente defensor del orden y la organización, nos va a exigir un gran esfuerzo para la inmensa cantidad de datos que esperamos obtener queden perfectamente archivados y organizados.
En las operaciones de carga ayudamos todos los que podemos. Ahí teneis a Melo, Curro y Desi, con las manos en la masa

             La reunión convocada por el Jefe de Campaña, resultó muy interesante, pues era la primera vez en la que nos encontrábamos todos los que participamos en la campaña. El contacto que habíamos mantenido hasta el día de hoy se había realizado por correo electrónico y teléfono, así que este cara a cara resultó muy fructífero. Se resolvieron todas las dudas que se planteaban y se volvía a invocar a la buena voluntad y disponibilidad de todos para que los imprevistos que pudieran surgir se resolvieran de manera rápida de forma que no entorpecieran las tareas que vinieran a continuación.
El Canijo en plena actuación en el Falla
Un paseo nocturno por la ciudad, unas cervezas bien tiradas y un ambiente extraordinario de camaradería nos acompañó todo el rato. Caminata hasta el Teatro Falla, donde se están celebrando las preliminares del concurso de agrupaciones carnavalescas (cuartetos, chirigotas, coros y comparsas), por cuyas ventanas salían los ecos de la actuación de Antonio Pedro Serrano “el canijo”, que provocaba grandes risotadas y aplausos muy encendidos. La chirigota con la que se presenta este año se hace llamar “Ricas y Maduras”, ataviados con un tipo magníficamente elaborado que representan distintas frutas.

            Yo recomiendo a nuestros seguidores que si no han visto jamás los carnavales de Cádiz, que se gasten unos ahorrillos y vengan a esta ciudad tan acogedora porque, a buen seguro, lo van a pasar francamente bien y no lo olvidarán nunca. De la misma manera que si no conocen el B/O Cornide de Saavedra, pues pueden venir ahora y visitarnos, cuando estemos en puerto, porque, además, tendrán la oportunidad "exclusiva" de conocernos y hacerse una foto con alguno de nosotros …… ¡ohú que arte de foto! ……. ¡pa su féisbu!....., hombre ...... no somos "el canijo" ...... ¡pero somos nosotros! ..... ¡eah! ...... ¡hasta mañana!


Miércoles 9 de febrero de 2011

Tal y como os hemos venido anunciando, a partir de mañana comenzará la campaña oceanográfica INDEMARES/CHICA 0211. Trataremos de acercarte a las actividades que vamos a desarrollar a bordo, a través de nuestra narración diaria. En esta ocasión vamos a contar con la contribucion de una profesional del periodismo científico: Blanca Alfaro Andrés. Se licenció en Ciencias Ambientales en Inglaterra y estudió un Master de Ayuda al Desarrollo en Brighton y, posteriormente, un Master en Comunicación de la Ciencia en la Universidad Carlos III. Asi que somos unos afortunados por  poder contar con ella a bordo pues, a buen seguro, nos dará una visión diferente de la que nos ofreció nuestro ilustre narrador de la pasada campaña INDEMARES/CHICA 0609 realizada a bordo del B/O Emma Bardán.
          A pesar de que mañana se iniciarán las actividades a bordo, la movilización del personal y del material ha comenzado en el día de hoy. Tened en cuenta que desplazar a más de 20 personas desde distintos lugares de la geografía española no resulta cosa fácil, considerando que todos deben de estar en determinado lugar a una hora concreta provistos del material científico que han de emplear en la campaña. Coordinar esto es cosa que requiere grandes esfuerzos y muchos correos electrónicos y llamadas telefónicas. A pesar de que la planificación estaba prácticamente rematada en el mes de Noviembre de 2009, los imponderables de última hora han provocado modificaciones que han alterado la organización interna de la vida a bordo y del operativo que hay que desplegar. Ahí esta una de las importantes labores del Jefe de Campaña. ¡Ah!...., por si no os lo habia dicho, el Jefe de la Expedición Científica será el Dr. Luis Miguel Fernández Salas, Investigador Titular del IEO, que tiene amplia experiencia y profundos conocimentos sobre las actividades de campaña. Conocido por el diminutivo "Luismi", es hombre afable y operativo, eficaz y dinamizador. Así que no podemos esperar más que cosas buenas como resultado de su gestión en este operativo.
            Pues así es. Una inoportuna intervención quirurjica de hernia inguinal y un impertinente "megajuanete" que requiere cirujía inmediata, nos han privado de la participación de dos científicos a quienes hemos tenido que dejar en tierra. Dos bajas imprevistas. Dos puestos que hay que suplir......... ¡vamos allá! ...... Revisión de la lista de material para que Aduanas autorice el embarque temporal, autorizaciones para circular por el interior del puerto de Cádiz, listas de equipamientos transportados en camión para que el conductor los presente en el acceso a puerto, seguros de accidentes en la mar personalizados,  menú especial bajo en calorías para algún investigador Senior, etc., ...... un sin fin de detalles que el Jefe de Campaña ha de tener finalizados antes de la fecha de inicio de la campaña. Probablemente es la parte más pesada de una campaña: la logistica. Pero no es menos cierto que es la que más atención requiere, pues todo debe de estar planificado para que después solamente fallen ........ ¡los malditos imponderables que siempre se presentan!
            Transportamos varias toneladas de material de prospección que se trasladarán desde la nave almacén que el IEO tiene en Málaga, gestionado por el Centro Oceanográfico de Málaga, al igual que realizaremos otra carga desde las instalaciones del Centro Oceanográfico de Cádiz, que se encuentra en el puerto pesquero de la capital.  Todo ha de quedar cargado en los vehículos de transporte para que mañana, a primera hora, podamos desplazarlo al puerto de Cádiz y arrancharlo a bordo del Cornide de Saavedra. Para nuestra tranquilidad, el Capitán ya nos ha informado que desde hoy se encuentra atracado esperando nuestra llegada. 
         La primera en llegar a Cádiz ha sido nuestra Licenciada narradora, quien ha de tomar contacto con la realidad del buque y ha de estar al tanto de los medios de comunicación que vendrán a visitarnos mañana por la mañana. Así que ya tenemos prevista la presencia de varios medios, prensa, radio y televisión . La ciudad de Cádiz está preciosa, con un atardecer  de película, y si no os lo creeis contemplad esta foto de la puesta de sol en la Caleta: a un lado el Faro de San Sebastian y al otro lado el Castillo de Santa Catalina ..... como diría un afamado torero " en dos palabras, IM  PRESIONANTE", pues así es....... impresionante de verdad.

           Pues nada más por hoy. Esperamos vuestra visita diaria en el blog, cosa que nos ayudará a sentirnos más cerca de todos los que nos leeis y que nos sirve de acicate para realizar aún mejor la tarea que se nos ha encomendado. El trabajo no es fácil y esperamos que nos favorezca el tiempo atmosférico, pues ya sabeis que con mar brava no se puede trabajar con seguridad a bordo y, además, siempre cae alguien mareado ...... ¡horror! ......¡solamente de pensar para donde va a apuntar el mareado cuando está rodeado de los demás colegas trabajando! ........, en esas circunstancias todos nos miramos continuamente las caras para ver cual se pone de repente amarilla o violácea ....... Entonces, ....... ¡zafarrancho de combate! ..... todos a correr, pero siempre hay alguno al que le cae encima toda la papilla ...... ¡una auténtica pringá regurgitá!
         Bueno, para eso ya hemos recomendado que todos vengan  bien provistos de altas dosis de biodramina, o similar. Nada más, amigos mios. Mañana os contaremos las cosas que nos pasen en el embarque en el puerto de Cádiz ...... ¡ah! ...... por cierto, el Cornide de Saavedra se encuentra atracado en el Puerto Comercial, junto a la entrada por la Plaza de Sevilla. Asi que si alguno de vosotros pasais por allí, pues acercaros a visitarnos que muy gustosamente haremos un recorrido por el barco y tendreis la oportunidad de observar el equipamiento cientifico que emplearemos. Solamente estaremos en puerto hoy y mañana. El día 11 nos haremos a la mar, D.m., a primera hora de la mañana.




 
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