El asombroso vulcanismo submarino de Canarias

La coincidencia de diversos episodios volcánicos en diferentes partes de nuestro Planeta ha extrañado a muchas personas que han empezado a preguntarse si es que la Tierra ha entrado en una fase de actividad interna inusitada e inesperada. La respuesta a esta pregunta es: "¡No lo sabemos!". Pero podemos asegurar que no es de extrañar semejante actividad, puesto que se presenta en lugares donde este tipo de fenómenos tan espectaculares son previsibles. ¡Ah!, entonces, si es previsible ¿podríamos saber cuando van a suceder? Pues por el momento tenemos que dar, de nuevo, una respuesta negativa. Sin embargo hacemos todo lo posible para conocer mejor el funcionamiento del interior de la Tierra y así poder predecir cuando va a suceder un fenómeno catastrófico, como puede ser un volcán o un terremoto.

Los colapsos (hundimiento del terreno), como el que puedes ver en  el medio de la foto tomada en la isla de El Hierro (puerto de La Estaca), son frecuentes bajo el mar y generan tsunamis o microtsuamis.

En lo primero que hemos de concentrarnos es en la identificación de los riesgos geológicos existentes en las zonas pobladas o próximo a ellas. Para ello estamos haciendo esfuerzos colectivos en la comunidad científica, recopilando información geológica de los diversos lugares del mundo en los que los fenómenos naturales pueden convertirse en episodios catastróficos. Pensemos que ambas cosas no tienen por qué significar lo mismo. Por ejemplo, un terremoto en medio del desierto donde no haya población no ocasiona ninguna catástrofe. De la misma manera que un volcán submarino que se activa a más de 5.000 metros de profundidad no tiene por qué suponer una catástrofe. Es más, los episodios volcánicos submarinos son constantes en el fondo del mar a grandes profundidades y continuos en muchos lugares, y se presentan en las zonas donde la corteza oceánica se sigue creando día tras día. En estos lugares no solamente no se producen catástrofes si no que se crean unos ecosistemas espectaculares cuya subsistencia depende de ese vulcanismo, formando ambientes extremófilos caracterizados por sus elevadas temperaturas y presiones, junto con nubes de sustancias expulsadas por el volcán que pueden resultar tóxicas para muchos seres vivos. Pues bien, en esas zonas inhóspitas habitan numerosos organismos vivos que siguen el principio de: "si es tóxico para ti, es bueno para mi".

Uno de los volcanes cercanos al puerto de La Estaca (El Hierro) erosionado por la acción de la mar.

Esto es lo que estamos haciendo estos días en torno a las islas de Tenerife y El Hierro, en el Archipiélago de Canarias: conocer mejor los riesgos potenciales vinculados al vulcanismo submarino. No es ocioso recordar que este conjunto de islas es de naturaleza volcánica y que surgieron del fondo del océano gracias a las reiteradas expulsiones de lava y materiales procedentes del interior de la Tierra. El punto más caliente de este grupo de islas es El Hierro. Una isla en forma de estrella, verdaderamente espectacular, que hace las delicias de cualquier geólogo vulcanólogo. Allí se puede encontrar una amplia colección de basaltos (algunos dicen que el basalto que no esté representado en la isla, es que no existe). Tal es la riqueza y diversidad de volcanes y productos volcánicos que tiene la isla. ¿Es de extrañar entonces que en sus alrededores de la isla sigan formándose volcanes en el fondo del mar?

Magnífico ejemplo de cono volcánico próximo al litoral. Un cono de muy reciente formación (El Hierro)

Un paseo por la isla de El Hierro pone de manifiesto que los conos volcánicos no son una excepción en el paisaje. Es más, hay que hacer esfuerzos baldíos para encontrar un punto en el paisaje herreño, en el cual no estén presentes más de dos o tres volcanes. Por ello, cuando sucedió el episodio volcánico de La Restinga todos estábamos expectantes para ver por que lugar afloraba el magma, pues sus movimientos bajo la isla estaban resultando muy anárquicos. Cualquier lugar parecía ser bueno para que el magma incandescente viera la luz. El fluido magmático buscaba una fisura en la superficie de la Tierra por donde escapar hacia la superficie y no la encontraba. Así que la "pluma mantélica" (el flujo de magma ascendente) se movía sin parar, de un lado a otro de la isla,  hasta que por fin encontró su hueco frente a la localidad de La Restinga, y por allí explosionó formando así el más reciente volcán que hayamos visto edificarse en torno a las islas.

La diversidad de volcanes es abrumadora en la isla de El Hierro

Estos últimos quince días hemos estado navegando a bordo del B/O Ángeles Alvariño sobre los puntos más calientes del entorno marino de las islas buscando, al igual que hacen los "cazatornados" en Estados Unidos, alguna evidencia que manifieste la inminencia de algún episodio volcánico. Para ello hemos levantado nuevas batimetrias con el fin de calcular cuanto ha variado la profundidad del fondo marino en su proceso continuo de deformación y generación de nueva corteza. También estamos viendo la entrada de fluidos magmáticos en la columna de agua mediante la toma de muestras de agua a diversas profundidades y en muchos lugares diferentes.

Científicos a bordo del B/O Angeles Alvariño en el laboratorio de geoacústica

Con todo ello vamos a intentar ordenar todos los datos de forma que podamos establecer alguna pauta de comportamiento del fondo marino que nos permita prever la aparición de algún episodio volcánico submarino. Mientras tanto, todos los datos que recojamos, van a ser fundamentales para conocer mejor como funciona el interior de la Tierra en áreas volcánicas.

Muestreo de rocas en las coladas más recientes

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